Capítulo 22

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❤️¡VOTEN MUCHO!❤️

Puedo decir que no me equivoque, la madre y hermanas de Santino son igual o peores de molestosas que el italiano.

La perra mayor se llama Adelaida (ug hasta el nombre me molesta) tiene veintitrés y se cree dueña del mundo por poseer una camioneta y casarse con un traficante de medio pelo.

Luego le sigue Antonieta, de veinte años y la tipa más malcriada que quizás conozca en la faz de la tierra, hablo toda la tarde de que su "papi" le debía regalar un viaje a Dubái.

Para finalizar están las gemelas, Amara y Amaris, son de mi edad, y estuve a nada de enterrarles el cuchillo para que dejaran de creer que son "malas" por haber matado a unos cachorritos recién nacidos. Hijas de puta.

Durante la cena tuve que comerme comentarios como "Eres muy desobediente" "Estas como que con kilos extras" "Quiero que cuando te cases, mi hija mayor sea tu dama de honor"

La madre es la peor, sin duda alguna. Maite, de cincuenta años, con aires de grandeza y superioridad, desde que llegó me recalcó que debía estar al nivel de su hijo para casarme. Su tipo de pensamiento es algo "Si no quieren tener hijos, cierren las piernas. Eso de abortar es para mujeres sueltas." ¿Te vas haciendo idea? Tampoco culpo mucho a las hijas, tienen de donde salir tan burras.

Luego de que Santino estuviera en unos "asuntos" con sus "socios", me fui a la biblioteca, donde se encontraba una señora de edad haciendo limpieza.

-Buenas tardes. - digo mientras escojo un libro.

-Señora. - se inclina y sigue limpiando.

Me siento en un cómodo sofá e iba a comenzar la lectura cuando me interrumpe la voz de la anciana.

-Permítame, pero es usted una mujer muy hermosa. - me sonrojo un poco y le muestro una sonrisa.

-Muchas gracias señora. -

-Será muy fácil para usted poder salir. - dice mientras sigue limpiando, pero causa en mí una intriga tan grande para dejar de lado el libro.

- ¿Disculpe? -

-Como escucho, señorita. Puede que Santino la trate mal, pero el amor pone muy tonto a las personas. -

-Dudo que Santino lo deje fácil. - hago una mueca con mis labios y ella deja de lado lo que hace para hablar.

-Créame, es solo un poco de inteligencia y paciencia. Cuando se dé cuenta que tiene a Santino en la palma de la mano, será reina del mundo si lo desea, porque sí, el Señor es muy astuto y posee un cerebro sin igual, pero usted tiene algo más valioso que eso. -

- ¿Qué es Señora? - me mira y sonríe de lado.

-El corazón del Señor. -

♡♡♡♡

-Santino. - entro al despacho y cierro la puerta.

Me mira confundido y deja los papeles de lado.

- ¿Sí? - se recuesta en la silla y si no hubiera conocido a Lucas, me caso sin objeción con mi hermano.

-Te quería pedir algo, pero... - bajo mi mirada y sonrío tímida - quizás tu estas muy ocupado. Olvídalo. -

-Puedo hacer esto más tarde, dime que quieres y lo tienes. - se pone de pie y sostiene su chaqueta.

Lo pienso por un poco, y realmente, este hombre es muy simple de manipular.

- ¿Podríamos ir a tomar algo? - lo miro a los ojos mientras se acerca.

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