AMÉN

Capítulo 32

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Despierto por una fuerte melodía, me incorporo y miro hacia donde estaba Lucas antes de dormirme.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras hacia el primer piso, de donde proviene la música.

Eres tú la dueña de mi vida...

Vivo prisionero de tus besos...

Sueño con el fuego de tu cuerpo...

Que sea solo para mí...

Observo a la morena bailar mientras limpia la casa junto con esta música desconocida, pero con un muy buen ritmo.

- ¡Pero fue difícil conquistarte, todas mis palabras fueron vanas, creo que me quedo con tu hermana, si con ella soy feliz! - grita a todo pulmón en un idioma que distingo como español.

No es el mismo español que habla Lucas, es un acento muy diferente.

Me quedo mirándola mientras mueve sus caderas de allá para acá mientras barre al son de la canción.

Se voltea sin dejar de menear sus caderas y al momento de verme, pega un grito que hasta a mí me hace saltar.

-Señorita. - agacha su cabeza y se tensa.

- ¿Tu nombre? - pregunto seria, veo como cierra los ojos fuertes pensando lo peor.

-Julieta Pérez. - dice en un susurro.

-Julieta, bailas muy bien, me vas a tener que enseñar a mover así las caderas. - le sonrío mientras ella me mira como si tuviera algo en la cara.

Paso por su lado y me dirijo a la cocina, donde me encuentro sola, tomo una taza y le agrego leche con cereal, el mejor desayuno de la vida.

Camino hacia el jardín y mientras observo todo a mi alrededor, pienso en como cambiaron las cosas.

Lucas.

Ya no es el mismo hombre.

Ya no es inocente.

Ya no es tímido.

Ya no es un cura.

Es un asesino.

Irónico, así pareciera que me gustara más.

Aunque no me gusta.

No.

Solo...

Mi teléfono suena y veo el nombre de Bianca en él.

-Dim... -

- ¡¿Dónde estás?! - grita del otro lado.

-No lo sé, y antes de que te pongas más histérica, necesito explicarte todo en persona para que puedas entender. -

-Isabella, no me lo vas a creer. - dice dramática y frunzo mi ceño - Adivina quién... - se escucha ruido y la voz de Benedetto.

- ¿Aló? -

-No te lo vas a creer, Santino está en la ciudad. - dice finalmente.

- ¡Oye! Yo estaba hablando con ella. - se escucha del otro lado Bianca.

-No entiendo, ¿lo viste? - pregunto mientras me levanto del asiento.

-No, pero Emmanuel me acaba de informar que los hombres que trabajan para tu hermano fueron al club del primo de él, y dijeron que hoy en la noche estarían en el lugar, y que necesitaban la zona vip despejada y sin ninguna persona, pagaron con anticipación y todo. -