- ¿Una fiesta? - pregunto nuevamente al teléfono.
-Exactamente, hoy en la noche, dime que sí por favoooooooor. -
-No lo sé Alexandra, la última vez que salimos no salió muy bien... - me siento en la cama mientras juego con las patas de chupete.
-Benedetto me dijo que sería un lugar totalmente de nuestro gusto, y además le pregunte a Massimo si te dejaba y dijo que claramente podías ir. - me dice animada desde el otro lado del teléfono.
Miro el techo intentando buscar alguna respuesta, pero no me dice nada.
-Quiero que te comportes. - le respondo fría y siento un grito que daña mi audición.
-ABSOLUTAMENTE LO HARÉ. -
-Nos vemos en la noche. - me despido e iba a colgar cuando escucho lo siguiente.
-Los quiero bien arreglados. -
- ¿Los? - me siento en el colchón con mi ceño fruncido.
-No me digas que ibas a dejar a Lucas solo... - me reprende.
-No creo que vaya Alexandra. -
En eso entra Lucas y me mira tierno mientras alza la comisura de sus labios.
- ¿Le puedes preguntar? -
-Te lo paso. - le entrego el aparato y espero a ver las reacciones faciales que tendrá.
-Diga... Hola Alexandra, estoy bien gracias a Dios, ¿y tú?... me alegro... sí dime... - su rostro se contrae en confusión - ... una fiesta... no creo que pueda ir... - se queda como por dos minutos en silencio y luego de poner varias muecas, responde - Entonces a las diez, está bien, nos vemos. -
Corta la llamada y lo miro con gracia.
- ¿Iras? - pregunto riéndome.
-Claro que iré, tú no puedes andar sola por ahí mientras Benedetto y Alexandra se va a cualquier parte a hacer quizás qué cosas... - pone cara de traumado y me levanto para alzar mis cejas repetidas veces, incentivando a que entienda que algo quiero.
- ¿Sabes lo que significa ir esta noche de fiesta? -
-No....- responde algo asustado y agrando aún más mi sonrisa.
Me dirijo a mi maleta y de mi billetera saco la tarjeta negra que me regalo mi falso marido.
-Reventar esta mierda. -
♡♡♡♡
-No me pondré eso... - intenta voltearse, pero lo agarro firme del brazo y lo intento devolver.
-Es simple Lucas, no te estoy poniendo un vestido, solo es un pantalón, y una chaqueta de cuero. -
-Hagamos un trato, compro el pantalón, pero sin la chaqueta. -
-Hecho. - alzo mi mano para que me la apriete y concluyamos un negocio.
Paso a miles de tiendas y me llaman la atención un montón de cosas, estamos en Italia, por ende, hay una calidad de ropa impresionante, pero un vestido negro de látex me pide a gritos que mande el tarjetazo por él.
Y lo hago.
Lo compro y además salgo con un abrigo largo negro y unas sandalias de tacón para la noche.
Pasamos a comer a un buen restaurante y luego nos marchamos para la iglesia.
Lucas está nervioso por lo que pueda pasar y yo estoy comiéndome las uñas aguantando ponerme ese precioso vestido.
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AMÉN
RomanceSiendo el reemplazo de un sacerdote que atentó contra su vida en aquel psiquiátrico, Lucas Palacio llenaba de luz las nuevas paredes de aquella pequeña capilla que se encontraba para el consuelo de almas perdidas y mentes distorsionadas. Un hombre s...