-Pero si no es la mujer más olorosa del planeta. –
- ¡RUBIO! –
Salto de la cama para darle besos en todo su rostro efusivamente y finalizar con un pico en sus labios.
Me abraza y yo no dudo en rodear su cadera con mis piernas.
-Lobita, te extrañe. –
-Yo igual Massimo, quiero que me saques de aquí pronto por favor. –
Tomo su rostro y lo muevo para todos lados averiguando que no le hayan hecho ni un rasguño.
-Estamos haciendo lo posible con mis abogados, y Valentina, aprecio mucho que no hayas matado a nadie desde que entraste aquí. –
-En serio que estoy aguantando con todo mi ser de tronar el cuello de alguien, pero solo quiero que sea más fácil para los dos. –
-Qué bueno que lo pienses asi lobita. – deposita un corto beso en mi frente y me baja hasta tocar el piso con mis pies.
Caminamos hacia el jardín y hablamos de una infinidad de tonterías, Massimo es el único junto con Alexandra de hacerme sentir en casa.
Yo, por mi condición, no puedo sentir amor, o pena, o tristeza. Me crearon para ser una máquina, no un ser humano, y es por eso que soy la mejor asesina que haya nacido desde inicios de la humanidad.
Pero a mis personas, que son mi hermano y mi mejor amiga, las valoro como nunca y las cuido, porque ya sé lo que es estar completamente sola y eso no me hizo bien.
Recuerdo que una vez discutimos con Massimo tan fuerte que no nos hablamos durante dos meses, en ese momento Alexandra estaba en Rusia y no se podía comunicar conmigo, entonces no media las cosas que hacía.
Mi rutina en ese entonces era levantarme, fumar e irme a los barrios más altos de mi ciudad para seducir a hombres que me dieran placer y luego los mataba.
Me saca de mis pensamientos un ladrido que conozco a la perfección y es que verla correr con sus orejitas flameando por el viento y su lengüita afuera es lo que me hace morir de amor.
- ¡Chupete! – grito y la tomo en brazos dándole un abrazo mientras ella, como cosa rara, me lengüetea la cara completa y ladra a los cuatro vientos.
-Lassie, ¿Qué dije de correr tan fuerte? Estas recuperándote de a poco. –
Mis ojos se cruzan con los suyos y esa punzada ahí abajo se hace presente.
Y no hablo precisamente de algo relacionado con el amor.
- ¡Pero no es el español más pecador de todos los siglos! –
-Massimo, hermano... – se abrazan y chocan las palmas de sus manos con la espalda del otro - ... es bueno verte hombre, con buena salud que es lo primordial. –
-Y tu estas mejor que nunca, se nota que aún no pasas mucho tiempo con mi hermanita. –
Lo miro mal y le saco el dedo corazón.
-Es broma mi lobita. –
-Pues la verdad no hemos tenido la oportunidad de hablar bien, pero si Dios lo permite podremos tener una instancia para conocernos. – mira con una sonrisa amable a mi hermano y a mí.
-Pues les tengo una buena noticia, justamente Isabella está cumpliendo un castigo en la biblioteca y por desgracia la niña que cuidaba de ella tuvo que pedir unos días de descanso por problemas personales... – miro con atención a Massimo mientras intento descifrar lo que dirá – por lo tanto, mientras ella este de baja unos días, mi loba te ayudara a realizar tareas en la parroquia. –
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AMÉN
RomanceSiendo el reemplazo de un sacerdote que atentó contra su vida en aquel psiquiátrico, Lucas Palacio llenaba de luz las nuevas paredes de aquella pequeña capilla que se encontraba para el consuelo de almas perdidas y mentes distorsionadas. Un hombre s...