Capítulo 21

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️⭐️Voten Mucho⭐️❤️

Soñar con que algún día podría sentirme feliz y en paz era algo que difícilmente lo veía venir, estar en cualquier lugar, sola o acompañada, pero tranquila, me hacía sonreír con tristeza porque sentía que jamás lo podría lograr, pero, pensé que cuando maté a Massimo podría tener mi final de cuentos de princesa, con Lucas en una preciosa casa acompañándome y haciéndome reír por algún chiste malo que de seguro a él le parece de lo más divertido, o simplemente sentirme llena por tenerlo en mi vida, en una nueva vida sin muertos, sin armas, sin sangre, sin arranques de locura, sin tanto odio.

Eso creía yo, vaya ilusa que fui.

Creo que ya se me había olvidado que esa vida es para personas que no son como yo, que no son Isabella D'angelo.

-Tan hermosa, como el infierno mismo en cuerpo de mujer... - pasea su nariz por mi cuello - Dime, hermanita... - me sujeta de la cintura y me pega a su torso - ¿Me harías el hombre más feliz de este planeta? - muestra una sonrisa cruel sin soltarme - ¿Te casarías conmigo? -

De reojo veo a Benedetto y Alexandra siendo apuntados por seis hombres preparados para volarle los sesos.

Penetro, nuevamente, la mirada del hombre que esta frente a mí.

-No podría negarme ante tan romántica propuesta, Santino. -

Nos fundimos en un apasionado beso mientras desde lo más profundo de mi ser siento caos y algo que nunca pensé que diría ella con tanta desesperación.

Isabella, ¿Qué haremos? Y lo más importante, ¿Dónde está Lucas?

Y antes de que te preguntes qué mierda está sucediendo, acomódate en donde sea que estés porque es algo corto, pero intenso.

Todo el mundo necesitaba saber qué paso en la mansión D'angelo, los empresarios más importantes del país estaban muertos y la hija menor había desaparecido por completo, luego de una fiesta de compromiso mal acabada.

Esconderme en casa de Benedetto fue lo mejor que se me ocurrió, tanto Lucas, Alexandra y yo estábamos completamente desaparecidos de la faz de la tierra.

Morábamos en una casa muy pequeña la cual mi falso esposo se encargó de comprar años antes para verse con su amada novia Bianca a escondidas.

Estaba todo relativamente bajo control, solo teníamos que pensar cómo nuevamente unirnos a la sociedad sin levantar sospechas.

Fue una noche que me sentía con muchos antojos de comer algo dulce cuando Lucas se levantó de la cama y me fue a comprar a un puestito que estaba cerca.

Y llegaron ellos.

Nos tomaron a la fuerza y golpearon mi cabeza para dejarme inconsciente donde lo último que pude pensar fue en lo feliz que estaba porque Lucas no sufriera esta mierda.

Luego de abrir mis ojos, lo primero que sentí fue sabanas de seda y un dolor muy fuerte en mi cabeza, luego, lo vi.

Su cabello, sus facciones, su cuerpo y todo de él me eran algo simplemente desconocido.

Pero sus ojos, esos ojos, o más bien, ese color, que veía en mi reflejo, en la mirada de Massimo y en la de Leonardo, solo eran propios de una persona con genes D'angelo.

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