Capítulo 8

834 66 15
                                    

Estoy acostada esperando que el diablo me lleve pronto, el frio cala hasta mis huesos y me da miedo bajar al primer piso para decirle al padre que me estoy muriendo de hipotermia.

Pero ya son las ocho y media de la mañana y creo que es mejor que me levante y entre en calor con una ducha bien calentita.

La bañera me recibe como si hubiera sido lustrada y limpiada veinte mil veces, un poco obsesivo el cura.

Podría decirse que el agua me está cociendo viva, pero es que en mis labios morados se notaba el poquito frio que hacía.

Lucas durmió en el primer piso con unas mantas y una estufa, según él estaba mal dormir con una señorita en la misma habitación.

El anciano me ha dejado ropa encima de la cama, para mi desgracia, estoy entre confundirme con monja o mormona por la falda larga, no perdón, laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarga que me dejo con una camisa blanca.

El día esta precioso y se nota que hoy hará demasiado calor. Además de las mil actividades y cosas que hacer en esta parroquia, la falda no será mi mejor amiga.

Demasiado conservador para nosotras perra, haz algo o no te dejare salir de esta habitación.

Tomo unas tijeras y como si esta tela fuera mia me doy el derecho de cortarla hasta un poco más abajo que mis nalgas.

Tomo la camisa que sorpresivamente me queda bien y calzo unos calcetines blancos con zapatillas Converse.

Me arreglo el pelo mojado y observo mi atuendo.

Tú quieres matar al padre.

-De algo hay que morir, además él se lo busco diciendo indirectamente que me visto vulgar. -

Bajo las escaleras antes de estirar la cama y siento un delicioso olor a café.

-Buenos días padre. -

Me asomo a la cocina y me llevo una grata sorpresa.

Menos mal te bañaste hoy.

-Isabella... - dice mirándome de pies a cabezas con el ceño fruncido - ... buenos días, justamente estábamos hablando de ti. -

Observo al rubio que me mira comiéndome completa y podría decir que estoy haciendo lo mismo con él.

Observo al rubio que me mira comiéndome completa y podría decir que estoy haciendo lo mismo con él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Entonces ella es... -

-Sí, ella es la pequeña hermana de Massimo, la que debo cuidar de que nada malo le pase. - el cura amaneció un poco complicado.

-Contexto... -

-Isabella, él es Michael, un funcionario del hospital y muy amigo mio, pasaba de visita y lo he invitado a que desayune con nosotros. -

-Un gusto, Isabella. - toma mi mano y la besa sin dejar de mantener contacto visual conmigo.

¿Quiere sorprendernos o algo asi?

AMÉNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora