Cap. 15 El Enemigo

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Narra Narumi

Desde el coche en el que estaba sentada, vi como mientras Draken peleaba con Hanma, Kazutora subía la montaña de coches con Mikey detrás  de él.

Una vez cogieron altura, aparecieron otros dos miembros de Valhalla, aquellos iban a pelear contra Mikey. Desde donde yo me encontraba no se escuchaba nada de lo que estaban hablando, cosa que era bastante incómodo. Los chicos que estaban observando la pelea también se quejaban de no poder escuchar lo que estaban hablando esos dos.

Mikey se distrajo y aquello lo aprovecharon los dos de Valhalla para darle una patada por detrás. Entre los tres se comenzaron a lanzar un golpe detrás de otro. Era bastante impresionante como Mikey peleaba contra otros dos en aquella inestable montaña de chatarra.

-Ese enano es tan bueno como dicen.- opinó un chico. En ese momento, los dos chicos de Valhala sujetaron a Mikey y Kazutora le dio un golpe con un hierro en la cabeza.

-¡¡¡Mikey!!!- exclamé con gran sorpresa al ver la acción de Kazutora.
Mikey cayó al suelo y todo el mundo dirigió su vista hacia allí.
Sin pensarlo salté del coche y corrí hacia los coches esquivando a los miembros de la Toman que me impedían pasar y me intentaban atrapar debido a la orden de no meterme en la pelea.
Sin embargo, rápido llegué a la montaña de coches y la comencé a subir. Desde abajo vi como los dos chicos de Valhalla cogían a Mikey y Kazutora no dejaba de golpear la cabeza de Mikey con el tubo.

-¡¡Narumi no!!- Gritó Draken con intención de venir hacia nosotros, pero los miembros de Valhalla le impidieron el paso para no llegar hasta mi. Kazutora al ver mis intenciones, dejó de dar golpes a Manjiro y los chicos lo soltaron en el suelo sin cuidado.

-¿Quién es ella?- pregunto uno de los de Valhalla.

-Narumi Hanagaki...- respondió Kazutora al verme llegar frente a ellos. Miré a Mikey, aún en el suelo, con los ojos en blanco y con la frente ensangrentada.

-¿¡A esto le llamas tú pelea?!- grité a Kazutora mientras le empujaba el pecho y él daba unos pasos hacia atrás. Al ver aquello, los otros dos chicos se interpusieron con intención de comenzar una pelea.- ¡¿Qué hacéis?! ¡Apartar!- dije malhumorada mientras me volvía a dirigir a Kazutora.

Uno de ellos levantó el puño en dirección hacia mi, tras esquivarlo sin problema, le di un gancho derecho desde abajo, dándole en la mandíbula.
El otro aprovechó para dar una patada en mi abdomen desestabilizandome. Estuve a punto de bajar la montaña de coches rodando, sin embargo me impulsé para golpear a quien me había lanzado la patada. Estuvimos unos minutos peleando cuando es escuchó a Kazutora hablar.

-Vamos Narumi... esto no va contigo.- dijo con una sonrisa. Cogí el brazo del chico de Valhalla, quién se había distraído con su compañero y lo empujé con todas mis fuerzas hacia afuera de la montaña, haciéndole caer por ella.

Mi respiración se encontraba algo entrecortada debido al cansancio y al dolor que se hacía presente en los golpes. Me limpié la boca mientras apoyaba las manos en mis rodillas y me retiré la sangre mientras escupía al suelo más sangre.

Narrador Omnisciente


Antes de poder continuar. Kazutora aprovechó para volver a usar el fierro de hierro.
La cabeza de Narumi fue golpeada fuertemente y ahora el único grito que se escuchaba era el de su hermano. Su cuerpo cayó pero a diferencia de Mikey, ella no perdió el conocimiento.

Una vez en el suelo, miró en dirección a Manjiro, quien seguía aun en el suelo. Sacó fuerzas para incorporarse y con ayuda de los brazos se logró incorporar mientras notaba como en el lado izquierdo de su frente comenzaba a brotar sangre.

-Tu... eres un desgraciado Kazutora.- dijo ella con apenas fuerza.- Esto esta yendo demasiado lejos- antes de que pudiera continuar él la cortó con un gran golpe en el pómulo volviendola a dejar en el suelo.

-¡Tu no lo entiendes!- exclamó sin paciencia.- Él tiene la culpa de todo... La traición es parte del ser humano.- dijo ahora más calmado.- No recuerdo mucho de mi infancia, lo único que recuerdo es un puño alzado y el rostro de terror de mi madre...- hizo una pausa.- Yo estoy sufriendo por culpa suya. ¡Terminé en la correccional por su culpa!- aquello dejó confundida a Narumi- ¡¡ESTÁ CLARO QUE ÉL ES MI ENEMIGO!!- Narumi al escuchar la rabia con la que decía aquello, sintió un escalofrío.- Terminaré con todos los obstáculos Narumi...- dijo dándole una patada en el vientre a Narumi acompañado de otro golpe en la cabeza.- Aunque matar a alguien te hace un villano, matar a tu enemigo te hace héroe.

Narumi vio como el suelo se tenía levemente de su sangre. Su vista se comenzó a Nublar mientras miraba a Kazutora, quién repentinamente miró hacia su izquierda.

-¿Acaso Narumi es tu enemigo?- se escuchó la voz de Mikey en un tono que pocos habían presenciado.
Narumi levemente miró al rubio, quien ya estaba de pie, con sus ojos clavados en Kazutora y con el pecho manchado de sangre.- Has llegado demasiado lejos Kazutora... ahora no me contendré. Me quitaste a mi hermano... y te aseguro que con ella no harás lo mismo.- Kazutora al observar y escuchar a Mikey ladeó la cabeza.

-Vaya aún sigues en pie...- sonrió cínicamente.- Así que la Toman tiene reina...- dijo mirando a la chica aún sentada en el suelo. Tras decir eso, en un rápido movimiento, Mikey llegó al lado de Kazutora y le dio una gran patada en la cabeza haciéndole caer sin conocimiento.

La respiración de Mikey se encontraba entrecortada. Narumi levantó la vista y vio la espalda del rubio subir y bajar irregularmente. Lentamente se incorporó y se posicionó frente a Mikey. Él no la miró, seguía con la mirada perdida.
Ella con sutileza abrazó calidamente al rubio. Sin embargo este abrazo no fue correspondido por él. Aún seguía en trance.

-Ey Manjiro... tranquilízate, ya está- lo intentó calmar.- Mente fría, si?- le dijo con una sonrisa forzada mientras se separaba y observaba toda la sangre que se encontraba en su cara.- Tienes que ser fuerte... ahora más que nunca para que el equipo no se venga abajo.- finalizó mientras le retiraba algunas manchas de sangre.

Él finalmente miró a los ojos de Narumi. Ella suspiró al ver la inexpresiva cara de Mikey y optó por besar los labios del chico. Antes de separarse notó como Mikey comenzaba a flaquear. Rápido lo envolvió en un abrazo para poder coger el peso del rubio.

-Mierda Mikey, ahora no puedes perder el conocimiento...- se repetía una y otra vez.- Valhalla no te puede ver así.

La Calma De La Tormenta [Manjiro Sano]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora