Cap. 30 La Última Vez

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Narra Narumi


Al llegar a casa de Mikey, ésta se encontraba vacía, ni su abuelo ni su hermana se encontraban en ella.

-¿Quieres tomar algo?- preguntó mientras yo me paseaba por el salón.

-No, no te preocupes...- respondí mirando la estantería de libros que allí había, en ella solo se encontraban libros de artes marciales, peleas... cosa que me hizo reír.
Él fue a la cocina y tras un tiempo volvió al salón, abrazándome por detrás mientras yo seguía con los libros.
Noté su respiración en mi cuello y como sus manos recorrían mi torso hasta llegar a mis caderas. Una vez allí, hizo el agarre firme y me dio la vuelta quedando frente a él.

Acto seguido, se acercó a mis labios, pero se quedó a unos centímetros de ellos esperando a que yo diera el paso, por lo que decidí acortar la distancia y sumirnos en un beso el cual fue subiendo de tono.
Sus manos se dirigieron a mi culo mientras nos separamos para coger aire. Yo puse mis manos en sus hombros y salté para que él me cogiera, cosa que hizo sin esfuerzo. Seguimos con aquel beso húmedo mientras yo le hacía un leve masaje en el pelo. Noté como Mikey daba pasos torpes hacia el pasillo, cosa que también me hizo reír, sin embargo no detuve aquel beso.

Tras un tiempo, llegamos a su habitación y allí se puso de espaldas a la cama y se sentó en ella aún conmigo encima.
Una vez sentado detuve mi beso y le empujé el pecho para que se tumbara.
Me incliné hacia delante y seguí con aquel beso mientras notaba como el miembro de Mikey se comenzaba a poner erecto, cosa que solo me excitaba más, por lo que decidí comenzar a mover mis caderas de forma lenta, ganándome suspiros del rubio y algún que otro gruñido.
Comencé a desabrochar su chaqueta de la Toman mientras que él me quitaba la camiseta dejándome en sujetador.

-Preciosa...-susurró al verme. Yo sonreí algo avergonzada y seguí desabrochado los dos últimos botones que me faltaban.
Al acabar, él se terminó de quitar la chaqueta y antes de que pudiera hacer algo, se levantó hacia mí y volvió a besarme, pero esta vez siguiendo el beso por mi mandíbula hasta llegar al cuello y pecho.
Tras un rato así, me dio la vuelta, quedando yo debajo mientras me miraba a los ojos.- ¿Estás segura, Naru?- me preguntó serio, el Mikey infantil había desaparecido por completo. Yo asentí con la cabeza y él siguió con el beso.

Al notar con más notoriedad su erección, decidí llevar mis manos hacia allí y comenzar a desabrochar su pantalón, al tenerlo desabrochado, él se incorporó y se lo bajo, quedándose en calzoncillos. Después dirigió sus manos a la goma de mi pantalón y también los bajo.
Tiro los pantalones al suelo y lamió mi abdomen hasta llegar a mis pechos dándome un escalofrío, una vez allí me miró y subió su mano hacia mi tirante izquierdo, lo comenzó a bajar y después hizo lo mismo con el derecho, yo arqueé la espalda y él me intentó desabrochar el sujetado sin éxito ninguno.

-A ver...- dije entre risas. Al desabrocharlo, lo retiré lentamente y el dirigió su vista hacia mis pechos.

-Wow.- dijo con una sonrisa. Y se abalanzó de nuevo a mi para comenzar a besarme el cuello y bajar hasta los pechos. Comenzó con uno mientras que el otro era apretado y masajeado con su mano.
Aquello me hacía suspirar y soltar los primeros gemidos.
Tras un rato así, sus besos comenzaron a bajar por mi abdomen hasta llegar a las bragas. Una vez allí, me miró en signo de aprobación y yo asentí.
Comenzó a retirar mis bragas y una vez fuera lamió mi intimidad, provocando más gemidos por mi parte. Después de jugar con mi clitoris, introdujo uno de sus dedos, para después hacer lo mismo con otros dos.

-Mikey... ya... metela ya.- dije mientras él sacaba y metía sus dedos a una velocidad algo rápida. Al escucharlo se río de lado y asintió.
Se bajó los calzoncillos dejando ver el gran tamaño de su miembro y la gran erección que tenía.
Se puso encima mía y con cuidado comenzó a introducir su miembro en mi intimidad.
Aquello dolía como el mismísimo demonio, pero una vez la introdujo entera, se quedó quieto para esperar a que yo me acostumbrara al dolor. Después de un rato, comencé a mover mis caderas con cuidado, dejándole saber que ya podía continuar.
Pronto aquel dolor se convirtió en un enorme placer y las flojas embestidas de Mikey en fuertes y rápidas.
En la habitación se escuchaban los gemidos de ambos y el choque de nuestros cuerpos.

-Mikey... me vengo...- dije con dificultad. Y dicho eso, él se comenzó a correr igual que yo. Sus embestidas cambiaron a ser más fuertes y lentas. Al sacar su miembro de mí, se levantó y se dirigió al baño. Yo lo miré algo extrañada.
Al venir de nuevo a la cama, trajo papel y comenzó a limpiar mi intimidad.

-¿Que te ha parecido?- preguntó con una sonrisa.- Has estado genial...

-Muchas gracias Mikey.- dije con una sonrisa. Él al terminar se tumbó a mi lado y yo puse mi cabeza en su pecho.- También has estado muy bien Manjiro.- Él me miró y río.

-Estás muy roja Naru.- yo reí y nos quedamos así hasta que el sueño nos venció.


_____ Al Día Siguiente _____

Narra Narumi


Se comenzó a escuchar un motor frente a mi casa. Podría ser Mikey, sin embargo, no sonaba como su moto. Al asomarme por la ventana vi a Takemichi subido a una moto.

-¡¡¡¡ALAAA!!!- Exclamé saliendo de la casa y corriendo hacia mí hermano.

-¡Me la ha dado Mikey!- contestó con mucha ilusión.- ¡¿A QUE MOLA!?

-¡¡SII!!- pero en ese momento reflexioné y borré mi sonrisa.- ¡¿HAS DEJADO QUE TE LA COMPREN?!- Le pregunté con un tick en el ojo.

-¿¡Eh!?- se alertó.- No, no... Mikey y Draken la arreglaron... era una moto que consiguió Shinichiro.

-Oh... vaya con esos dos... se han tomado mucha molestia.- dije con una sonrisa mientras me ponía de cuclillas y miraba el motor más de cerca.- Tendrán que venir un día a cenar...


____ 2 Días Después ____

Narra Takemichi

Decidí reunirme una vez más antes de irme al futuro para despedirme de ellos. Hakkai, Mirsuya, Mikey, Chifuyu, Draken y Narumi se encontraba allí.
Tras decirles que el verdadero enemigo de la Toman era Kisaki y recordarles el deseo de Baji y sus últimas palabras, quise hacer una foto para tenerla de recuerdo, ya que a aquellos chicos así de jóvenes, no los iba a volver a ver nunca.

-¿Una foto?- dijo mi hermana extrañada.- ni me peiné.- exageró mientras se colocaba el pelo.

-Qué molestia.- dijo Chifuyu.

-No quiero.- contestó Mikey a la idea de hacer la foto.

-¿Cuando comemos?- preguntó Mitsuya.

-¡¡¡CHICOOOS!!!- le llamé. Tras debatirlo, vencí y mi hermana colocó la cámara encima de un muro de hormigón con la cuenta atrás.

-¡¡CORER QUE SON SOLO 5 SEGUNDOS!!- dijo mientras venía corriendo hacia nosotros y Mikey bostezaba. Como a Narumi no le dio tiempo a salir en la foto, a mitad de camino se dio la vuelta mientras se agachaba y el flash de la foto apareció.

-A ver...- comenzaron a decir los chicos mientras se acercaban a la cámara.
Mitsuya y Hakkai aparecían en el lado izquierdo de la imágen con Draken delante agachado. Mikey se encontraba en el medio con un hueco entre él y yo, en el que iba a ir Narumi. Y a mi lado iba Chifuyu.

-¡¡SI YO CASI QUE NO SALGO!!- exclamé al ver que la cabeza de mi hermana me tapaba todo menos los ojos y la frente. Todos comenzaron a reír por aquello.

Tras pasar la tarde juntos, llamé a Naoto, del que me despedí y una vez más, estreché la mano con él.

La Calma De La Tormenta [Manjiro Sano]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora