Cap. 39 Tú no No Estabas Allí

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Narrador Omnisciente


Al ver que había conseguido lo que quería, dio la ultima patada a Inui y lo dejó tirado en el suelo mientras que se aproximaba a abrir la puerta de salida.
Takemichi salió seguido de Narumi, quien iba ayudando a salir a Inui.
Una vez fuera el rubio a penas estaba con conocimiento por lo que Takemichi decidió cargarlo en su espalda para llevarlo al hospital más cercano.

-Aguanta Inui... vamos a llegar a un hospital, si?- le intentó tranquilizar Narumi mientras le sujetaba la mano y por las mejillas de la chica rodaban lágrimas. Ante tal acto Takemichi se extrañó, sin embargo se sorprendió cuando al bajar la vista a la pierna de su hermana, vio una pequeña venda, la cual iba teniéndose de sangre, y al fijarse mejor en Narumi observó como tenía un pequeño cojeo.

-Yo... yo... siento haberte vendido pero... era para salvarnos ya que... no estabas allí y.- pero Narumi lo cortó

-Te entiendo Inupi...- Pasaron unos segundos en silencio, pero Inui habló.

-No pude salvar a Koko.- se lamentó- yo... lo he fallado, lo siento.

-Está bien Inui.- dijo Narumi secándose las lagrimas y aclarandose la garganta.- Solo quieren a Koko para recuperar a la Generacion de la Brutalidad... no le van a matar.- hizo una pausa.

-Inui... perdóneme- intervine yo- creía que eran unos estupidos sin remedio y que estaban con Tenjiku... pero me equivoqué, Koko se sacrificó por nosotros y me apoyaron... ustedes son buenas personas. Ustedes son nuestros amigos...

-Exactamente... son nuestros amigos y no voy a dejar que se queden con Kokonoi.- apoyó mi hermana.

-¿Como...?- preguntó levemente Inui.

-Ya pensaré en eso pero, ¡Encontraré la manera!- dijo con una sonrisa mientras me la contagiaba a mi, al escuchar eso, Inui comenzóa reír.- de qué te ríes...

-Bajame Takemichi- Dijo el rubio, yo lo bajé con cuidado.- Venir conmigo...- comenzamos a andar y pasadas unas calles entramos en un edificio en ruinas.- Este es mi escondite con Koko... aquí trataremos nuestras heridas.- dijo.
Al entrar vimos que era una especie de salón, que contaba con una mesita baja, un sofá de dos plazas en mal estado y un sillón junto al mismo.
Inui se acercó a un mueble y cogió una caja, en ella había alcohol, vendas...

-Muchas gracias Inui...- dijo mi hermana mientras me curaba las heridas del rostro con cuidado. Ella ya tenía experiencia de las veces que había ido a casa con moratones y heridas. Ella tenía algún moratón en el pómulo pero no estaba como nosotros.

-No las des...- contestó Inui.- Vereis... hay una razón por la cual quiero revivir a los Black Dragons. Koko... él siempre ha estado a mi lado vaya donde vaya, aunque sea alguien tan inútil...- mi hermana terminó de curarme y se levantó mientras se dirigía hacia Inui.- Él siempre ha estado ahí para ayudarme, yo moriría por él... Y yo ahora también te entrego mi vida!- dijo repentinamente Inui aún de rodillas haciendo una gran reverencia.
Mi hermana al verlo paró su paso y se quedó mirándolo. Tras unos segundos de silencio dio los pasos que le quedaban hasta llegar al rubio.

-Eso que has dicho es muy valiente por tu parte.- dijo mi hermana agachandose a su altura, con su mano derecha, levantó el rostro de Inui hacia su dirección- Se nota que le tienes aprecio a Koko- cogió el algodón que anteriormente tenía Inupi y comenzó a presionarlo contra la magullada cara de Inui mientras que éste cerraba los ojos y se limitaba a aguantar el escozor.

-Por favor... hazte cargo de los Black Dragons, Narumi.- mi hermana se mantuvo callada y Inui subió la mano  su muñeca para que ella dejara de curarlo- ¡Por favor, Narumi Hanagaki, se oficialmente la 11ava líder de los Black Dragons!- suplicó.- Por favor salva a Koko... sálvanos...- pidió mientras sus mejillas se llenaban de lágrimas.- Verás... hace años este era la tienda de motos de Shinichiro, aquí venían muchos Senpais y contaban sus historias... me divertí mucho en esa época y es por eso que quise unirme a los Black Dragons, pero para cuando me uní, el líder de la pandilla era Izana Kurokawa... me vi envuelto en robos, drogas, tráfico de dinero...- dijo arrepentido.- por eso usé la fuerza de Taiju para volver a hacer a los Black Dragons lo que eran con Shinichiro...

Narrador Omnisciente

Narumi se soltó con sutileza del agarre de Inui, y llevó de nuevo sus manos a la cara del chico. Pasó sus dedos por el sedoso cabello rubio del chico y lo echó para atrás, dejando así la frente al aire.

-Lo intentaré Inupi... Koko volverá con nosotros, y los Black Dragons, con tu ayuda, haré que sean lo que eran antes...- se pronunció la fémina en un tono sereno.

-Gracias...- dijo en tono bajo Inui.
Tras terminar, Narumi se levantó del suelo y Takemichi hizo lo mismo. Tras despedirse de aquel rubio se marcharon a la casa de Mikey a contarle lo ocurrido.

-... y aquello es lo que ocurrió Mikey.- dijo Takemichi tras contar lo que había ocurrido.- El verdadero traidor es Mucho...

-Bien. En dos días convocaré una reunión y hablaremos de ello con los demás.- dijo serio Manjiro.

-Bien...- Takemichi miró al reloj y vio que ya era algo tarde.- Creo que es hora de que nos vayamos... ya es tarde.- Mikey asintió sin ni siquiera mirar a Narumi, al igual que todo el rato que habían pasado allí, cosa que a Takemichi le llamó la atención. El Hanagaki se levantó para irse pero una voz le frenó.

-Vete yendo Take...- se pronunció por primera vez su hermana.- Yo tengo que hablar con Manjiro.- Al escuchar eso, Takemichi temió por su amigo, sin embargo salió de la casa y comenzó a andar dirección a la suya.

Narra Narumi

Tras marcharse mi hermano tanto él como yo nos quedamos callados, en un silencio incómodo. Él miraba al frente, sentado en el sofá continuo al mío y yo le estaba mirando esperando algún gesto.

-Bueno...- decidí hablar.- ¿Qué opinas de lo que ha pasado?- él al escucharlo me miró durante unos segundos a los ojos y después miro al suelo.

-Yo... No sabía que iba a pasar algo así Narumi.- se disculpó. Yo me crucé de brazos.- Tu sabes pelear, incluso mejor que muchos de los miembros de la pandilla.- al escuchar eso suspiré sonoramente y me aguanté las ganas de llorar. Y me levanté del sofá ahora bajo su mirada. Me dirigí a la cocina y me serví un vaso de agua para intentar deshacerme del nudo de mi garganta.- Sabes que no fue mi intención Narumi... Joder no sabía que eso iba a pasar.- dijo él ahora levantándose y viniendo detrás de mí.

-¡Mikey te lo dije!- me di la vuelta con los ojos lloroso.- ¡Te dije que no quería ir sola!- él al verme al borde del llanto levantó las cejas y en su cara hubo una mezcla de sorpresa y tristeza.

-Perdoname Narumi.- dijo viniendo hacia mi para abrazarme. Yo me negué pero él me obligó a abrazarle y por más que me movía no pude soltarme.- Perdoname...

-Tu no estabas allí.- dije ahora llorando con la cabeza contra su pecho.- Yo tenía miedo y tú no estabas allí...

La Calma De La Tormenta [Manjiro Sano]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora