Cap. 10 En Busca De Takemichi

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____ 12 años atrás ____

Narra Narumi

-¡Takemichi!- grité desde la puerta de casa al ver al rubio.- ¡¿Dónde estabas!? Pasa...- me tranquilicé al ver su cara magullada, el rubio me abrazó fuertemente y comenzó a lloriquear.-¿Te encuentras bien Take?-
Era tarde, más de media noche y yo me había quedado despierta esperando la llegada del rubio.
Tras estar hablando sobre lo ocurrido, nos fuimos a la cama para al día siguiente asistir a la escuela.

La mañana pasó lenta, por lo que decidí en la hora del descanso pasar por clase ya que mi hermano se encontraba en ella.

-¡Ey Take!-llamé desde el marco de la puerta, él y sus amigos desviaron la atención desde la pizarra hasta mí- Me voy...-anuncié sin más.- Si pregunta el maestro dile que me encontraba mal...-mi hermano suspiró y asintió.

-¿Te saltarás clase?- preguntó el enano con gafas. Ante aquello yo asentí y me encogí de hombros. Cuando iba a retirarme escuché una voz.

-¡Adiós Narumi!- se apresuró a decir Akkun con las mejillas rosadas antes de que me fuera.

-Adiós chicos...- me despedí con una sonrisa. Comence a caminar por los pasillos del centro en dirección a la salida hasta que un chico me paró.

-Hola.-saludó.- ¿Sabes de que clase es Takemichi Hanagaki?- preguntó, al mirar hacia atrás vi como era acompañado por dos chicos, ambos con muletas.

-¿Takemichi?- pregunté y él afirmó- ¿Para qué?- volví a afirmar. Ante aquello uno de los acompañantes del chico dio un paso encarándome.

-Oye niña, ¿no sabes a quién le hablas?- preguntó de forma agresiva. Ante aquello reí sin gracia sin apartar mi mirada del chico que había preguntado por mi hermano.

-Bien, son pandilleros... ¿O me equivoco?- ánte eso él se sorprendió y asintió.- ¿Para qué lo quieren?

-Somos de su pandilla, solo venimos a hablar con él...- afirmó con una sonrisa amable.

-Soy Narumi Hanagaki, su hermana... como Takemichi llegue con un solo rapón.- hice una pausa- El que necesitará muletas serás tú...- él sonrió de medio lado.- Es la clase 3...-dije pasando por su lado.

-Por cierto- volvió a decir el chico una vez a mi espalda- Soy Kazutora Hanemiya, encantado.- dijo con algo de interés, ante aquello yo seguí con mi paso y no paré.
Saqué mi móvil y rápidamente marqué el número de mi hermano para decirle que aquel chico le buscaba.

Salí del instituto finalmente y comencé a andar por las calles de Tokio. Al pasar por un banco en la sombra me senté en él, saqué un cigarro y comencé a fumarlo. Me encontraba en tranquilidad, la calle estaba vacía y se escuchaba el cantar de los pájaros.

-Sabes que eso es malo, verdad?- dijo una voz detrás mía. Aquello hizo que diera un brinco y tosí levemente ya que me atraganté con el humo que había en mi boca. El dueño de la voz se sentó a mi lado del banco.

-Si... lo sé- hice una pausa mientras volvía a dar una calada.- Mucha gente fuma por hacerse el guay... yo lo hago por otra cosa...- dije mirándole a los ojos.

-Pensé que estabas en clase...-comentó.

-Lo mismo pensaba de tí...- contesté con una sonrisa. Aquello se quedó en silencio mientras él y yo nos mirábamos fijamente. A pesar de estar en silencio, no era incómodo.

-Gracias...- habló rompiendo el silencio de forma seria.- Gracias de verdad... salvaste a Draken sin siquiera ser parte de la Toman... la pandilla y yo te debemos una Narumi...

-No te preocupes...-contesté con una sonrisa sincera mientras tiraba al suelo el cigarro para después apagarlo con el pie. Nos volvimos a quedar en silencio, con la diferencia de que yo ahora miraba al frente mientras que notaba su mirada en mí.

-Yo...-comenzó a decir.- Verás, creo que podríamos quedar un día... ¿Qué me dices?-propuso mientras yo dirigía mi vista hacia él.

-Me parece bien...- le respondí con una sonrisa.

-¿Te parece que te vaya a buscar a casa mañana, a las 6?... así vamos a merendar- finalizó con una sonrisa sincera. Yo asentí mientras me levantaba del banco.

-Se me hace tarde...-me escusé, ya que mis mejillas comenzaron a tornarse rojas.- Nos vamos mañana Manjiro.-finalicé para seguir andando camino a mi casa.

Una vez allí, comencé a ver una película esperando la llegada de mi hermano, quien venía algo alterado. El rubio se volvió a ir afirmando que daría una vuelta para aclararse.
Yo ante aquello seguí viendo la película mientras pensaba que ropa me pondría para la quedada con Mikey del día siguiente.

La Calma De La Tormenta [Manjiro Sano]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora