DIECISÉIS

188 32 8
                                    


Joaquin se sentía nervioso mientras esperaba que el mayor llegase. Tenía un presentimiento y no sabía si era uno bueno o malo.

Su cuerpo tenía un leve temblor ante la perspectiva de lo que sucedería después. Sabía lo que estaba pasando pero Joaquin era un experto en negar algo que le daba vergüenza aceptar.
Y tal vez, solo tal vez, era una mala idea.

Y tal vez, solo tal vez, no le importaba realmente.

En poco tiempo tras divagar entre sus pensamientos, vio a Emilio acercarse seguro a su lugar. Pudo notar esas ojeras y el latente cansancio en su cuerpo, pero así mismo vió lo sudoroso que estaba y como sus feromonas fue un golpe fuerte a su nariz y su cuerpo.

Una corriente eléctrica lo invadió.
Su lobo lamió su hocico ansioso.
Emilio estaba en celo y olía tan jodidamente bien.

El alfa caminaba seguro a su lugar,el alfa apretaba los puños para mantenerse concentrado, el aroma del omega había nublado por pocos segundos su visión y su cuerpo ardió en llamas desde su interior.

Controlate, controlate, controlate.
Nunca antes se había visto en una situación similar, nunca antes tuvo grandes problemas en su celo o con un omega cerca, pero ahora era distinto.

Porque no era cualquier omega, era Joaquin Bondoni y habia descubierto que su lobo tenia cierta debilidad por el. El olor dulce colaba por su olfato obligandolo a detenerse por un momento, aspirandolo.

Mierda, mierda, mierda.

Sintió cuando Joaquin empezaba a acercarse a el y apretó sus ojos con fuerza.

-Emilio tú..¿Seguro que estás bien?-deja de hacer esto, lo estas asustando, pensó¿Emilio...?

-E-Estoy bien Joaquin, estoy bien-abrió sus ojos haciendo contacto visual con el omega. Su cuerpo vibró cuando notó las pupilas dilatas del contrario, sus vellos erizados y sus labios entre abiertos. Su pene palpitó y trató de disimular apartando la mirada.

Pero Joaquin no era ningún inocente, ya era un adulto después de todo.
No pasó por alto la acción del mayor y cuando bajo su cabeza por unos segundos se sonrojó y desvió la mirada también.

Tragó duro.

Emilio esta en celo...esta en celo.

Joaquin creía que los supresores y la ausencia de su lobo por tanto tiempo le habían permitido esconder su aroma hasta el punto de hacerse pasar por un beta. Creía que Emilio aun era incapaz de percibir su verdadero aroma y en efecto el estado del alfa se debía al conjunto de varios aromas de todos los demás.

O tal vez por otra sola persona.
Su corazón se apretujó ante la sola idea.

Emilio se movió hasta pornerse a su lado y rozar su hombro, sus cuerpo temblaron.

Se llamaban pero se rehusaban.
Y ante su propio limbo de emociones y pensamientos nuevos no se dieron cuenta de la presencia de un tercero a la distancia. Diego sentía todo a su alrededor, sentía el nerviosismo, la ansiedad y la excitación de ambos en su propio mundo. Pero muy en el fondo podia sentir el miedo del omega, ese miedo que por mucho tiempo lo llevaba acompañando.
Era hora de que lo superara, sabia que lo lograría y Emilio lo ayudaría, eran destinados, hechos el uno para el otro.

Y era gracioso ya que ambos lobos lo sabían y se llamaban en una canción que solo ellos lograban escuchar mientras que los humanos eran unos completos ignorantes. Hechandoles un último vistazo se alejo del lugar. El destino estaba tomando mando en la vida de ambos jóvenes, era cuestión de ellos si escuchaban la canción de sus lobos amándose o cerraban sus corazones y escondían sus verdaderos deseos. Diego sonrió moviendo su cabeza de un lado a otro, ambos chicos eran un caos, uno temiendo a ser amado y el otro temiendo a asustarlo.

Se burlaría de Adrián cuando ambos finalmente decidieran salir juntos.

Estaban en un laberito de emociones y aunque ahora ambos estaban perdidos y confundidos, pronto se encontrarían,porque toda pareja predestinada se amarían tarde o temprano. Joaquin y Emilio no serían la excepción.





Bri_farfan

Fears and Lies || Emiliaco (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora