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||JESSICA||

Cuando Jessica y James regresaron a la sala de espera, se dieron cuenta que nada había cambiado; los ánimos seguían siendo iguales que como cuando llegaron al hospital. Lo único diferente era que ahora se encontraban los señores Holland y Brown allí.

Jessica sintió un ligero mareo por eso, por lo que les tocaba enfrentar. Y al parecer James también era muy consciente de eso porque se detuvo en seco y miró a los padres con terror, sobre todo a los suyos.

Ella apretó su mano fuertemente, haciéndole saber que estaban juntos en eso, lo que pareció calmarlo un poco.

─ ¿Todo bien? ─preguntó Mary, acercándose y preguntándoles con cautela, lo cual Jessica agradeció porque viendo el panorama sintió que debían ser lo más discretos posibles sobre su embarazo y su bebé para no armar tanto alboroto.

James también lucía agradecido, sobre todo con el hecho de que ella de alguna manera parecía estar evitando que su madre los estuviese abordando en ese momento.

─Sí, todo bien ─le respondió con una sonrisa─. Jessica está bien y el bebé también.

─ ¿Bebé? ─inquirió su mejor amiga, sabiendo que las posibilidades de que fuesen tres eran enormes.

─Sí, los genes Vega ganaron y solo tendremos uno.

─ ¿Eso es un alivio, no? ─le preguntó directamente a ella.

La pelinegra asintió.

─Sí, lo es ─mordió su labio inferior─. ¿Quieres verlo?

─ ¡Por supuesto! ─respondió emocionada y Jessica prosiguió a sacar el ultrasonido y a mostrárselo.

─Mira, aquí está nuestro bebé ─señaló la mancha en forma de maní, mirando de reojo a James para asegurarse que estaba en lo correcto. Él asintió con una sonrisa y ella también sonrió, orgullosa de finalmente reconocer a su hijo.

─Es la mancha más hermosa que he visto ─declaró Mary.

─ ¿Verdad que sí? ─dijo James orgulloso y luego Jessica percibió que se ponía tenso y sintió como agarraba su mano y la apretaba fuerte─. Mamá ─dijo con la voz un poco temblorosa y efectivamente ella vio que esta se había acercado a ellos.

Discretamente escondió el ultrasonido.

─ ¡Mis niños! ─exclamó eufórica y se turnó para abrazar a ambos. Jessica pudo sentir y escuchar que suspiraba mientras lo hacía, como con una especie de alivio de comprobar que estaban allí y que estaban bien─. Me preguntaba dónde estarían ustedes dos, pero entre tanta cosa ni pude preguntar, ni nadie me pudo decir ─suspiró─. Y mi esposo tampoco me dejó venir hacia ustedes de inmediato, ya que Mary se me adelantó por poco.

─Lo siento, señora Holland ─se disculpó Mary.

Jessica agradecía mucho en este momento que gracias a que se pasaba haciendo video llamadas con su mejor amiga básicamente todo el mundo la conocía y no tenía que hacer presentaciones, así como no tuvo que hacerlas en la fiesta.

─No te preocupes, cariño. Estabas más cerca ─le respondió, derrotada─. Pero ya no me pude contener más, así que ─enfrentó directamente a la pareja─, ¿me van a decir en dónde estaban metidos y por qué no estaban con los demás? ─lanzó una mirada sobre ellos, haciéndoles saber que se había percatado que ya no estaban vestidos de gala y que necesitaba una explicación.

─Uhm, sí, es que terminé yendo a la casa porque no me sentía muy bien ─soltó James.

La señora Holland se puso en alerta de inmediato.

Resuélveme si puedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora