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||JAMES||

James tenía sus sentimientos revueltos. Sin duda le había dolido que Jessica admitiera que le gustaba Liam y que las cosas simplemente eran fáciles con él, al contrario de cómo eran las cosas entre los dos. Antes de que él las complicara y las arruinara. Incluso si ella no había querido decirlo, él sabía que era así y lo aceptaba. Por eso en parte es que quería arreglarlo y darle la tranquilidad que necesitaba para irse en paz.

─ ¿Te arrepientes? ─le preguntó él.

Ya estaban cerca de su casa, así que ya no quedaba realmente mucho tiempo para hablar, pero él aun así quería saber.

─ ¿De qué? ¿De haber estado juntos? ─ella preguntó y James asintió─. No, en lo absoluto.

Eso lo sorprendió.

─ ¿De nada?

─Solo que las cosas se complicarán y se jodieran tanto ─ella se encogió de hombros con tristeza.

─Pero eventualmente lo harían igual, ¿verdad? ─señaló él, igual con tristeza.

─Pues sí, pero no pensé que te extrañaría tanto. Siendo sinceros, ni si quiera creí que tendría que hacerlo o tiempo de hacerlo.

En ese momento James terminaba de parquearse frente a su casa, e ignorando el pitido que sonaba por haberse sacado el cinturón y seguir con el carro prendido, simplemente se giró para verla directamente.

─ ¿Me extrañas?

Ella también se había sacado el cinturón y se giró para verlo de frente.

─Por supuesto que lo hago. ¿Por qué crees que actúo toda rara con respecto a tu cita del baile? Sobre todo, porque es doloroso, ya que quisiera ser yo. Ya que quería que mi último baile fuese contigo.

James hizo una mueca de dolor.

Mierda, pensó.

─Yo también te extraño, Jessica, como loco, y también me duele que vayas al baile con otro.

En ese momento simplemente el tiempo se detuvo. Y él simplemente se moría por tomarla entre sus brazos y confortarla. Confortarse él. ¿Pero podría conformarse solo con eso? ¿Con nada más que abrazarla?

Quizás si solo tomaba su mano, estaría bien.

Él la alcanzó y entrelazó sus dedos con los de ella.

De inmediato un choque eléctrico lo atravesó y se dio cuenta que había sido estúpido de pensar que podría conformarse solo con eso.

Menos cuando ella había cerrado sus ojos, como disfrutando de la sensación. Eso simplemente lo volvió loco y necesitaba alejarse o la besaría y todos sus planes se arruinarían, porque si la besaba, no iba a querer dejar de hacerlo. E iba a querer estar con ella para siempre, como siempre quiso, y le rogaría que le dé una oportunidad, que por favor no se suicidara, que no lo dejara y que intentara ser feliz con él, que él se encargaría de eso todos los días.

Pero era probable que cualquier cosa que hiciera o dijera fuese en vano porque ella ya había tomado su decisión, así que solo le quedaba cumplir su último deseo, aunque eso le partiera el corazón en millones de pedacitos.

De por sí ya lo estaba matando su sufrimiento porque ella creía que había pasado la página y que estaba con alguien más. Algo que en realidad no sabía si realmente podría hacer. Ahora o en un futuro.

─James... ─murmuró ella abriendo sus ojos, pero él ya había agarrado fuerza para soltarla.

─Será mejor que entremos porque ya se está haciendo tarde y debemos empezar a arreglarnos ─dijo, como si nada, pero viendo cuanto la había destrozado el que se hubiese alejado y que no la besara.

Resuélveme si puedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora