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||JESSICA||

Sin duda las cosas no estaban saliendo como Jessica esperaba.

Desde que James había decidido ir con alguien más al baile, parecía que ni si quiera se acordaba de ella ni de todas las cosas que le dijo que haría por ella. Todas las cosas que intentaría.

Dios, ni si quiera conocía a la chica, pero sentía un gran odio por ella. Pero también sentía envidia porque sin duda quería estar en su lugar. Seguía sin entender por qué no era ella misma a quien había invitado. Quizás finalmente había aceptado que no había nada que pudiera hacer por ella, no había arreglo, y decidió seguir su vida.

Siendo sinceros, probablemente era lo mejor porque de todas formas era lo que tendría que hacer cuando muriera.

Pero le dolía, Dios, como le dolía.

Más ahora cuando tanto lo necesitaba porque Emma había descubierto la verdad y no sabía cómo enfrentarse a eso. Le dio pánico. Así que huyó y terminó haciendo una estupidez. Realmente una gran estupidez.

─Oh, Dios ─ dijo Jessica cubriendo su cara con sus manos.

Podía sentir la mirada de la gente, los murmullos. Quizás sobre ella, quizás sobre cosas más importantes, pero ella ignoraba todo y seguía allí parada en medio camino de una vereda porque no podía regresar a casa. No así.

Y si las cosas ya no eran lo suficientemente malas, era el día del baile.

¡El maldito día del baile ella había cometido la peor estupidez posible!

─Perdón ─dijo alguien luego de haber chocado contra ella.

Desgraciadamente conocía esa voz.

Con temor descubrió su rostro y vio a James, alejándose hacia su carro. Luego se detuvo y se dio la vuelta. Pero al contrario de lo que ella pensaba, él no había regresado por ella, parecía estar haciéndolo por otra cosa.

─Hola ─le dijo Jessica, antes de que avanzara más, porque sin duda aun no la había reconocido, incluso cuando básicamente se encontraban frente a frente ahora.

Él se paró en seco.

─ ¿Jess? ─dijo, abriendo mucho los ojos.

Una reacción normal, dada las circunstancias.

─Soy yo.

Los ojos bien abiertos de James se desviaron detrás de ella y luego se relajó.

Jessica frunció el ceño, al girar su cabeza, sin poder descubrir qué veía él.

─Te cortaste el cabello ─señaló, llamando su atención y la de él también estaba completamente en ella ahora.

─ ¿Tú crees? ─dijo sarcástica.

─Realmente es un cambio total. Me costó reconocerte. Si no hubiese regresado y me hubieses dicho hola...

─Hubieses pasado completamente de mí ─completó ella.

─Lo siento, también estaba distraído. Acabo de dejar a.... mi cita en el gabinete ─explicó con culpabilidad─. Estaba regresando para preguntar en cuanto podía recogerla. Y sin duda no pensé encontrarte aquí. No con un cambio de look.

¿Acaso él iba a decir novia? Sin duda había cosas dentro de ella que aun podían romperse.

─De seguro se hará algo lindo y quedará hermosa. No como yo ─dijo metiendo sus dedos en su ahora escaso cabello debido al corte pixie que se acababa de hacer.

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