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||JESSICA||

Jessica cayó completamente rendida, pero satisfecha alado de James y su sonrisa lo demostraba por completo.

─ ¿Estás bien? ─le preguntó este, completamente encantado por su sonrisa, y sobre todo porque él también se sentía así.

Ella asintió, la verdad es que se sentía grandiosa. Le había dolido al principio, pero después todo había sido placer y ambos llegaron juntos al orgasmo de una manera increíble.

Él seguía esperando una respuesta a pesar de su asentimiento, así que rodó los ojos antes de responder.

─Lo estoy ─le aseguró.

─Perdón por la insistencia, pero es que Dios, eso fue una locura ─él rió.

─Considerando que fue la primera vez de ambos, no estuvo mal ─dijo restándole importancia, pero por la mirada divertida que James le estaba dando le aseguraba que sabía que mentía.

─Entonces, ¿seguimos siendo solo amigos? ─preguntó como quien no quiere la cosa, con un toque diversión aún en su voz.

─Sí ─respondió.

James frunció el ceño.

─ ¿Incluso después de lo que pasó?

─Eso no cambia nada ─aseguró ella.

─ ¿Por qué? ─inquirió─. ¿Quién te hizo tanto daño para que ni si quiera te puedas permitir eso?

─Todo el mundo, pero mi ex novio fue el que simplemente le puso la cereza al pastel.

─ ¿Qué te hizo?

─Me hizo enamorarme de él.

─Pero él no se enamoró de ti ─adivinó.

─Mi respuesta sería un tajante no y si le preguntaras a él probablemente te diría que sí ─Jessica se encogió de hombros─. Dios sabrá si realmente lo hizo, pero si es que fue así nunca fue suficiente, no cuando sus acciones demostraban lo contrario.

James la miró con curiosidad.

─ ¿Qué te hizo? ─repitió.

Ella suspiró.

La única persona en la que confiaba ciegamente era Mary. E incluso así, del 100 % se conservaba un 1% para ella porque la hacía sentir inmune a la completa vulnerabilidad.

Había dejado de abrirse a las personas y decir cómo se siente porque a nadie parecía importarle realmente o no la tomaban en serio. Además que cada uno de ellos con los que alguna vez lo había hecho se habían ido de su vida.

Pero había algo en James, algo que la hacía confiar en él. Lo mismo que la hizo que no pudiese mantenerse alejada.

Una parte de ella sabía que lo necesitaba. Incluso aunque sabía que no iba a durar demasiado.

─ ¿Recuerdas cómo quise mostrarte mis cicatrices y esperaba que simplemente quisieras irte o que reaccionaras diferente a como lo hiciste? ─él asiente─. Mi ex despreció mis cicatrices desde el primer momento en que se enteró de ellas ─hago una mueca─. ¿Sabes cómo al principio de las relaciones todo es maravilloso y sientes que no puedes ser más feliz? ─James volvió a asentir y esta vez comenzó a jugar cos sus dedos mientras sus piernas estaban enredadas bajo la sábana─. Así era como exactamente se sentía. Tonteábamos mucho, nos reíamos todo el tiempo, éramos de lo más cursis y amaba cada segundo de eso hasta que vio mis cicatrices cuando íbamos a tener nuestra primera vez, las cuales algunas no eran tan viejas, y estalló como un loco y en vez de querer adorarlas como tú o simplemente tratar de entender por qué, él solo me agarró con fuerza el brazo y me pellizcó tan fuerte que me salió sangre y luego me miró con tanto asco antes de marcharse.

Resuélveme si puedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora