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||JAMES||

─ ¿Cómo terminaron las cosas ayer? ─le preguntó James a su hermana, sentándose a su lado en la cama.

─Pues aceptaron que no nos casemos por ahora ─dijo ella.

─Y eso es bueno ─supuso él.

─Sí, pero obviamente las cosas no quedaron ahí.

─No pensé que lo hicieran ─rió.

─Pues como seremos padres y tenemos que ambos ser responsables y hacernos cargo, y para ello debemos estar siempre juntos, vamos a ir a vivir a la casa de la playa ─ella sonrió sin poder evitarlo.

─Y al parecer eso no te desagrada ─señaló James.

─ ¿Bromeas? ¡Amo la casa de la playa! Pero más que eso, es que a pesar de que nuestros padres van a ir allá constantemente para ayudarnos, los hicimos prometer que igual nos dieran nuestro espacio para hacerlo por nosotros mismos. Así podremos respirar un poco, entre otras cosas ─esta vez sonrió con picardía.

Él negó con la cabeza, pero estaba sonriendo.

─Bueno, estoy feliz por ti, hermanita, aunque te voy a extrañar ─hizo un puchero.

─ ¿Extrañarme? ─inquirió─. Queremos nuestro espacio, sí, y a veces tú y yo podemos llegar al punto de casi matarnos el uno al otro, pero no puedo estar demasiado tiempo separada de ti. Así que la regla no aplica para ti. Más te vale que lleves tu trasero allá todo el tiempo ─dijo contundente y autoritaria.

─Sin duda lo haré ─prometió con una sonrisa.

─Y tienes que llevar a Jessica también ─añadió─. La regla no aplica realmente para ninguno de los dos ni para Liam. Su compañía es la que más anhelamos y necesitamos. Los amamos demasiado.

─ ¿Amas a Jessica? ─dijo este sorprendido.

─Sé que no la conozco por mucho tiempo, ¿pero eso te ha impedido a ti hacerlo? ─inquirió con una ceja arqueada.

James se abstuvo de contestar mientras de lejos escuchaba a esta en su habitación hablar con su mejor amiga.

Emma mordió su labio inferior.

─Solo promete que la llevarás ─insistió.

─De acuerdo, intentaré llevarla ─dijo simplemente porque sabía que no podía prometer algo de lo que ni si quiera él estaba seguro.

Ella asintió, satisfecha con eso.

─ ¿Cómo quedaron las cosas con ella? ─preguntó Emma finalmente─. Al menos antes de la gran pelea, ya sabes ─señaló los golpes que él había recibido por proteger a Jessica.

─Quedamos siendo solo amigos ─dijo James, pasando sus dedos delicadamente por sus heridas.

─Pero aun así la ayudarás, ¿verdad?

─ ¿Ayudarla? ─preguntó este confundido.

─Vi sus cicatrices ─Emma mordió su labio mientras James la miraba con sorpresa─. No está lista para hablar conmigo sobre eso, ¿pero lo hizo contigo, no es así? ─él asintió─. Ahora entiendo por qué luces cansado y hecho un desastre.

─Los últimos días sin duda han sido difíciles ─admitió.

─Ni que lo digas ─dijo acariciando su barriga.

─Mira, no puedo hablarte sobre ello ni prometerte que la ayudaré de la manera en que quisieras, en la que yo quisiera, porque hay muchas cosas que lo dificultan, pero te prometo que haré lo necesario para que sea feliz y que se sienta siempre amada.

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