1+23

40 4 0
                                    

||JAMES||

─Me parece muy bien que no culpes a nadie, Thomas ─apoyó el doctor Maxwell a este─. De hecho, fue una suerte el que haya sucedido todo ahora, más rápido de lo esperado y de la manera en la que fue, porque gracias a eso todavía tenemos la oportunidad de salvarlo. De otra manera, no sé si hubiésemos podido hacerlo ─admitió con pesar.

─ ¿Y qué prosigue, después de la autorización de mis padres? ─interrogó él.

─Bueno, rezar para poder encontrar un donante lo más pronto posible. Incluso sin la autorización, estamos trabajando en ello.

─Pues, no busquen más. Yo se lo donaré ─anunció James, dando un paso al frente y pudo sentir el impacto y la sorpresa de todos ante esa confesión inesperada, pero no le importaba. Simplemente sentía que era lo correcto.

─Me temo que eso no es posible ─explicó el doctor─. Tendrías que estar clínicamente muerto para poder realizar el procedimiento.

─Y más allá de eso, no puedes simplemente tomar una decisión así ─le dijo Emma, indignada y adelantándose para darle un golpe.

─Auch ─se quejó él, pero el dolor que había en la mirada de su hermana, lo hizo callar y agachar la cabeza mientras sobaba su brazo.

─ ¿Jess? ─a penas segundos después oyó a Mary que decía con preocupación, lo cual hizo que levantara la mirada de inmediato y la buscara.

─No me siento bien... ─anunciaba su novia con voz débil mientras se tambaleaba.

─Oh, Dios ─se apresuró a agarrarla antes de cayera al piso desmayada─. ¿Doctor? ─buscó a este ipso facto y lo miró con pánico.

─No te preocupes, estará bien ─le aseguró─. Haré que la chequeen ahora mismo a ella y al bebé.

La voz dentro de James quiso corregirle y decirle que eran bebés en plural, pero simplemente asintió.

─Gracias.

El doctor Maxwell le dio un asentamiento con la cabeza de regreso y prosiguió a buscar a alguien que los pudiese ayudar.

─Madeleine ─llamó a una enfermera que justo pasaba por ahí─. ¿Estás libre?

─Sí, doctor ─respondió ella, acercándose de inmediato─. ¿En qué lo puedo ayudar? ─preguntó, aunque James estaba seguro de que por la escena que veía podía imaginarse de qué se trataba.

─La señorita acaba de desmayarse y está embarazada ─le explicó, señalando a Jessica─, por favor llévela a una habitación privada y asegúrese de que todo esté bien con ella. Luego encuentre a la doctora Trainor y dígale que vaya para que chequee el embarazo, que yo lo solicito.

─Por supuesto, doctor, ahora mismo ─asintió y luego se dirigió a James, quien estaba cargando a su novia inconsciente─. Sígame.

Este obedeció de inmediato.

Una vez que llegaron a la habitación, Jessica fue instalada en una camilla y la enfermera prosiguió a revisarla mientras le preguntaba su información básica a James, pero él a duras penas contestaba mientras caminaba de un lado a otro, nervioso y preocupado, ya que la realidad de lo que había hecho y había provocado cayó sobre él.

Resuélveme si puedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora