Annie Spencer, una niña común y corriente, nada fuera de lo normal exepto que ella tiene una misión y un propósito, el salvar a la humanidad. Y al universo Marvel.
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Tenía una vida normal y aburrida...
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Era fin de año, la nieve caía sobre todo New York y hacia muchísimo frío. Las fiestas las pase con Evelin y fue horrible.
Solo fuimos a la iglesia y por cierto fue espantoso, ¡Quedé con traumas!
Pero ese no es el punto, el punto es que fue agotador estas fiestas, fueron sin duda algunas las peores de mis dos vidas, nisiquiera pude ir a visitar a mis amigos, y apenas tuve privacidad para enviarle un mensaje a Nat y a Bucky y a los gemelos.
Bucky era el más emocionado, me mandó mil mensajes diciéndome que me extraña y me invitó a una fiesta tradicional en Wakanda a la cual obvio asistiré.
Es mañana la fiesta y estoy muy feliz y emocionada porque veré denuevo a mi Buck y también veré a la diosa de Shuri y además...
¡Es una fiesta Wakandiana! ¿Quien no querría ir?
Estoy demaciado feliz e incluso investigue sobre algún atuendo tradicional apropiado para la ocasión, obviamente le voy a dar mi toque personal.
(..)
Al final opte por algo un poco más tradicional pero sin dejar el toque "moderno".
Estoy demaciado nerviosa y insegura a la vez ¿Les caeré bien? ¿Mi cabello no es muy inapropiado? ¿La falda que elegí está bien?.
Y me seguiría bombardeando de preguntas si no fuera por una llamada que me saco de mis pensamientos.
—¡Buck!—
—Ann, hola muñeca ¿Ya vienes?— preguntó.
—Si, estoy cerca— aviso y corto la llamada.
Okey Annie Alissa Spencer Walter tu puedes, ¡Esto no es nada comparado con todo lo que tuviste que pasar! Todo va estar bien, solo... Conocerás a un rey, a tu crush de toda la vida, al fuckboy más cotizado de todo el mundo y a tu mejor amigo ¿Que puede salir mal?.
Respire ondo y abrí un portal al palacio de Wakanda donde estaba Bucky.
—¡Buck!— salude feliz corriendo hacia el y abrazandolo.
—Muñeca, hola—saludo de regreso alzandome por los aires—¡Estas enorme!—
—Te extrañe mucho— admito.
—Yo igual, no lo vas a creer pero.... —me miro a los ojos—¡Soy libre... El soldado del invierno ya no está!— dice feliz con lágrimas de alegría en sus ojos.
—¡No puede ser!— digo feliz y una que otra lágrima rodó por mi mejilla, obvio fueron de felicidad.
Buck ahora es libre.
Después de esa hermosa sorpresa Buck me guío hacia afuera donde está la fiesta y dónde también me va presentar a el Rey y a la Princesa de Wakanda.
