cap 41: Un beso sangriento con lágrimas de amor.

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El ambiente frío, tan frío como estar dentro del mismo hielo, el suelo parecía congelado, las hojas que caían de los árboles llegaban al suelo y se convertian en pedazos de cristal al impactar, los pasos de una persona corriendo se escucharon contra la tierra congelada.

La respiración asfixiada, la desesperación y miedo en sus ojos, volteo un momento y reveló sus alas blancas pero dañadas por una batalla que seguramente jamás podríamos ver.

ZAS!

Un ruido se escucho llegar a el.

-Mierda!!- un ataque repentino y muy veloz de luz llegó desde entre los árboles, aquello le lastimo gravemente el hombro, pero la herida se congelo rápido.

-Huir no te servirá de nada- una voz profunda y pasos de botas de metal se escucharon desde la espalda de aquel ángel, el miedo llegó a su ser, un miedo impresionante e indescriptible.

En cuanto recuperó la valentía volteo para intentar volver a la pelea, pero a sus espaldas ya no había nadie.

Busco desesperadamente a su alrededor, las piernas le temblaban cuando sintió una mano revestida de metal frío en su hombro lastimado, el miedo lo motivo a apartarse rápidamente por fin lograba verlo de nuevo.

-Ichiro maldito!!- grito al ver a su enemigo con irá y miedo en su rostro, decidido atacó al caído con una espada de luz pero justo antes de impactar contra su enemigo su cuerpo fue congelado.

-Te voy congelar vivo- sus palabras sentenciaron el destino del angel de quién jamás sabremos su nombré y entonces reso una última vez.

Ichiro dió media vuelta y desapareció entre los árboles congelados, dejando atrás, un ángel atrapado en un enorme pilar de hielo.

-Solo faltan dos espadas excalibur, que es lo que quieres?- pregunto el verdugo acorazado, sus ojos azules color hielo brillaron intensamente, y con ello, el ambiente se hizo incluso más frio, frente a el estaba el anterior líder de la facción de los caídos, su facción.

Kokabiel, 16 pares de alas le acompañaban, sus ojos ya rojos y oscuros, ropas dignas de un líder maquiavélico, una sonrisa que mostraba dientes en punta, un monstruo por así decirlo, tenía el aspecto perfecto para ser apodado "villano".

-Tienes la espada- hablo el exlíder caído con un tono en el que claramente, estaba reclamando aquel artefacto.

-Claro que tengo una excalibur- su tono desafiante enojo al caído mayor, como se atrevía a desafiar su autoridad.

-Dame la espada Ichiro- dijo extendiendo una mano, nadie jamás le había intimidado, y el tampoco lo lograría intimidar.

-Se la daré a balba, el sabrá que hacer con ella- espeto desafiando al exlíder caído a quitarle la espada.

-Es una orden Ichiro, dame la espada- agrego enojado kokabiel, su sonrisa maligna se había marchado, este rebelde nunca le obedecía.

De un momento a otro la suave brisa congelada aumento casi convirtiéndose en una tormenta, Ichiro junto las palmas de sus manos a la altura del pecho, cuando las abrió la espada apareció y se clavo en el suelo congelado.

-Quítame está espada, si te atreves- su voz gruesa retumbó en el lugar mientras se quitaba el casco y daba a conocer su rostro, sus ojos azules brillando y su cabello azul en movimiento por el viento, no tenía un solo rasguño en su rostro, después de todo nadie jamás le había tocado con un golpe, ni mucho menos con una caricia.

Su confianza era impresionante, el peso de sus palabras se lo dijo, jamás le podría quitar la espada, jamás.

Kokabiel no hablo, no tenía palabras para describir lo que había pasado y mucho menos para hacer lo que debía, darle un severo castigo a ese ángel caído que le estaba faltando al respeto, pero no podía, le tenía miedo, después de todo el mismo vio lo que podía hacer durante la guerra.

Naci Para Pelear DxDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora