Naci Para Pelear DxD

cap 32: Miedos.

-Seiken!!- Hayato golpeó lo mas fuerte que pudo a Frou, fue tanta la fuerza que uso que el caído fue enviado a estrellarse lejos y atrapó a koneko entre sus brazos.

-Estás bien koneko?- le pregunto preocupado, koneko abrió los ojos observando las gotas de agua caer del cielo y a Hayato sosteniendola.

-Hayato senpai- hablo casi inaudible, no lo podía creer, el milagro que su corazón esperaba ocurrió y llegó a ella como su salvador, su héroe.

-Koneko descansa y llévate a Issei, yo me haré cargo ahora- dijo determinado dejandola recostada en el suelo y besando su frente.

-Senpai, no podrás contra él tú solo huyamos mientras podamos- le reclamo koneko que intento levantarse pero no pudo su cuerpo no se podía mover, en cambio Hayato no le respondió solo camino en dirección de impacto del caído.

-Espera hayato senpai!!- grito koneko pero Hayato ya se había marchado un extraño sentimiento la invadió y una imagen llegó a su mente al ver su espalda rasgada alejarse, en la imagen koneko esperaba al final de una alfombra roja y Hayato que la miraba desde el otro extremo vestido de blanco se daba la vuelta y se marchaba.

Eso la aterro al creer que Hayato moriría y tomo la decisión de ayudarlo en cuanto Issei despertará.

Con Hayato

Frou volvió a levantarse, ahora mucho más enfadado que entes su ira estaba por los cielos, no podía creer que lo golpearan mientras estaba desprevenido, estaba de muy mal humor, no había ejecutado a ningún demonio en todo lo que llevaban de pelea, luego sintió la intención asesina a su lado izquierdo, observando a, daichi?.

-Frou, tu morirás aquí- los ojos de Hayato brillaban más que nunca, ese brillo carmesí le traía muy malos recuerdos a Frou de su enfrentamiento con daichi hace 20 años.

-Chiquillo insolente, deja de mirarme así, si deseas conservar tu vida!!- amenazó el caído, sabía que daichi no podía estar frente a el, no era posible en absoluto, pero Hayato era idéntico a el y juraba que quien le miraba con deseos de muerte era daichi en carne propia.

-El único que morirá hoy serás tú Frou, has lastimado lo que más amo y no te lo perdonaré jamás!!- grito como si de una bestia furiosa se tratase, sus pupilas con la forma de los ojos de un tigre se hicieron presentes, pero aquellas palabras asustaron un poco a Frou.

El caido se sorprendió, aquellas palabras eran las mismas de un pasado olvidado y horroroso en sus recuerdos.

Flashback Hace 20 años

Residencia hyodou

-Ya no puedo más- Akemi cayó rendida pero sintió la presencia del caído acercarse.

Ella miro a su hijo que se quedó dormido por tanto llorar, luego miro la casa en la que estaba y por más mala idea que creyera que era lo hizo.

-Se tan fuerte como puedas hijo, conviértete en el más fuerte mundo, sobrevive y recuerda que te amo- Akemi le dió un beso en la frente y luego de un último te amo, fue a enfrentar a Frou que la estaba buscando.

-Frou maldito, aquí estoy!!- grito con valor esquivando un ataque de luz por parte del caído.

-Vaya que eres escurridiza mujer, solo muere de una vez, maldita gata- refutó Frou, sonriente.

Akemi no espero a nada y lanzo un ataque de senjutsu a Frou distrayendole lo que le dió tiempo para empezar a correr de vuelta a su hogar destruido.

-Que fastidio!- dijo enojado el caído se estaba cansando de perseguirla.

-Daichi querido dónde estás!?- llamo intentando no caer por la herida en su estómago, ya era demasiada la sangre que había perdido.

Logro verlo en el suelo de lo que fue la cocina aparentemente muerto y sangrando, esa imagen termino con todas sus esperanzas, cayó al suelo arrodillada al borde de la muerte.