cap 50: Peleador absoluto/ parte 1.

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Grecia.

Zeus llegó a el hogar de su hija Atenea que se encontraba admirando el cielo con una expresión triste.

-Hija mía- Zeus no pudo continuar con sus palabras, la hermosa mujer de cabellera rubia y ojos color celeste lo miraron para soltar las palabras que el rey de los dioses más temía.

-Llegó el momento, va a morir- la fina voz de la diosa dió finalidad por completo a los pensamientos de Zeus sobre como salvar a su hijo, luego de ver cómo el sekiryuutei despertaba todo su potencial era obvio que el destino de su hijo estaba sellado.

-Las manos de un hombre sediento de sangre divina y venganza le arrebataran la vida a mi hermano y luego será su turno padre- dijo la diosa caminando con calma y tristeza hacia un destino que Zeus dijo en su mente era mejor no averiguarlo- usted morirá en manos del nuevo dios de la guerra.

Pero eso último lo dejo más que sorprendido y confundido, quien en venganza tomaría la vida de Ares?, y luego el nuevo dios de la guerra tomara su vida también?, hasta que llegó a la conclusión de lo que eso quiso decir.

-Talvez debí traer conmigo a ese muchacho- dijo resignado Zeus refiriéndose a Ares, su mirada se afiló y supo entonces lo que tenía que hacer.

De vuelta al campo de batalla.

La oscuridad hizo acto de presencia en el lugar para acompañar a la lluvia, hayato que sostenía como a una princesa a koneko pasaba por todo lo posible en momentos como este, la única testigo fue akeno que recogió un frasco pequeño del suelo con una expresión sería.

Cansado, decepcionado, deprimido, furioso.

Su cansancio desapareció poco a poco mientras dejaba recostada a su amada en el suelo.

El ruido de la lluvia al caer al suelo le hizo olvidar su decepción de sí mismo al no ser lo suficientemente fuerte para proteger aquello más amaba.

Su depresión desapareció cuando su adrenalina emergió de su estómago para hinchar sus venas con sangre furiosa.

Por consecuente, su ira apareció, apretó sus puños con fuerza, la furia de su cuerpo, mente y espíritu solo pedía una cosa.

Venganza

Sus músculos se tensaron lo suficiente para hacerlo ver más grande, más fuerte.

Su cuerpo pedía a gritos una solución al dolor punsante en su pecho, solución que no existía, su espíritu corrompido por su creciente irá pedía sangre sin parar, su mente solo podía mostrarle imágenes de lo que le haría con sus propias manos, a los promotores de esto.

-No los perdonaré nunca!!- vengarse es lo único presente en la mente del artista, le arrebataron todo frente a sus ojos que pedían desgarrar la garganta del individuo promotor de está, su pesadilla.

-Ven y muéstrame tu poder hayato!!- las palabras dichas por su enemigo mientras hacia aparecer de la nada una lanza solo habían alimentado su ira, observo atento a dos cerberos que se movían con cautela a su alrededor, poco le importaba cuando aparecieron esos asquerosos animales.

-Pero te lo advierto, desafiar a un dios tiene consecuencias- hablo Ares el dios de la guerra preparando su lanza para atravesarle el pecho a su adversario.

-Ya basta de palabrería es hora de terminar con esta pelea!!- Hayato grito como un loco furioso, su ira se podía sentir en el aire, la palea daría inicio ahora mismo.

Los dos cerberos atacaron junto con la lanza de Ares al mismo tiempo, Hayato lo vio todo en cámara lenta mientras su cuerpo generaba fuerza más allá del límite corporal dando paso a qué sus venas que resaltaron por todo su cuerpo y su corazón se escuchaba como un tambor en guerra producto de la aceleración voluntaria de Hayato.

Naci Para Pelear DxDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora