Capítulo 24: Una Historia Pt. 2

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Otra mañana más y todos los jóvenes se levantaban para otro día, mientras se alistaban Kenny apareció en la cabaña donde estaba Levi.

—¡levi Ackerman! —el nombrado se asomó con su típica de expresión de desinterés —empaca tus cosas cosas inmediatamente y encuentrame en la cancha, todos los demás tendrán más tiempo para desayunar, si veo que unos de ustedes pone un pie cerca de la cancha les arrancó la pierna.

Todos miraron al pelinegro y este solo estaba confundido, hizo sus maletas mientras pensaba que tal vez lo cambiarían de dormitorio.

Al llegar a la cancha ve a Kenny viéndolo fijamente con los brazos cruzados, se acerca a él dejando su bolso y mochila en el suelo sin quitarle los ojos de encima.

—me robaste —hablo por fin frío. Leví abrió sus ojos confundido.

—¿robarte?

—eso es lo que dire cuando pregunten por ti. Quiero que te vayas y no vuelvas.

—¿qué? ¿Es una broma? —el menor estaba confundido y furioso —sabes que me quiero quedar en las fuerzas policiales, ¿por qué ahora me estas echando? ¿Te molesto?

—si, me molestas.

—¿de verdad te molesto? Te irás pronto, ¿para que me echas? ¿A donde iré allá afuera?

—¡si! De verdad me molestas y claro que influye al trabajo que me iré pronto, serás un estorbo si dejó que sigas en esto. Y no eres un mocoso de 5 años, Levi, tienes la suficiente capacidad para cuidarte solo.

—¿que demonios? ¿Seras un delincuente o algo así? ¿Te da miedo que te detenga? Además, a tus ojos, solo soy un mocoso de 13 años.

—eso es verdad, pero tengo que admitir que tienes mucha capacidad.

—tu excusa de echarme es muy vaga —Levi apretó los puños, sentía rabia y tristeza por lo que estaba ocurriendo.

—no te quiero aquí y punto —Levi respiro profundamente, tomó sus bolsos con ira, sabía que si no se iba Kenny haría un escándalo y lo acusaría injustamente.

Camina hacia la salida chocando con su tío bruscamente, dando pisadas fuertes sale de allí sin mirar atrás...sin saber que hacer.

Por las calles andaba vagando, para su mala suerte o como si fuera un cliché comenzo a llover, mientras corría por los callejones encontró una puerta en muy mal estado y no habían luces, con cuidado abre la puerta y adentro no había absolutamente nadie, había unos muebles viejos y sucios pero nada que no se pueda arreglar. Se tiro al piso y revisó sus pertenencias para encontrar algo de valor pero sólo había ropa.

En eso cae una caja de un bolso, lo ve con extrañeza puesto que no era de él, lo abre y ve un reloj muy costoso perfecto para ganar dinero pero abre sus ojos al ver la frase que tenia este. "De Kuchel para mi hijo Leví"

Sus ojos se llenaron de lágrimas pero las seco inmediatamente, no tenía tiempo de llorar o ponerse sentimental, ahora debía ser fuerte y sobrevivir a la vida que llevaría por ahora.
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¡y nuestra luchadora favorita! ¡Emma Sakubo! —en un lugar había una pequeña cancha abandonada donde se encontraban muchas personas gritando y aplaudiendo.

Unas noches se hacían peleas y el ganador se llevaba una gran cantidad de dinero, la más reconocida era una chica en particular, pelirroja con una mirada atractiva y desafiante.

—¡tú puedes, Leví! ¡Hazla trizas! —grito una chica de cabello rojo y baja estatura quien se llamaba Isabel.

—oye tampoco exageres —rió un chico alto y rubio llamado Furlán.

—hoy comeremos lo que ustedes quieran —murmuro Leví acercándose al pequeño espacio de pelea.

¡nuestro nuevo concursante! ¡Un aplauso para Leví Ackerman!

—¡no permiten niños aquí! —grito alguien del público.

Isabel salto de la ira y Furlán tubo que tomarla para que no hiciera alguna locura.

La gente aplaudía y apoyaba a la chica sin alguna duda, y bucheaban a Leví sin nisiquiera haberlo visto pelear. La lucha comienza y ambos corren hacia el otro rápidamente.

No fue algo sencillo, Emma era muy hábil pero Leví tenía una increíble fuerza, sin pasar mucho tiempo el pelinegro derriba a la mujer dejándola inmóvil.

¡e-el ganador es Levi Ackerman!

—¡Sii! ¡Sii! —salto de alegria Isabel —¡hoy comeremos pollo frito!

Luego de unos segundos la pelirroja se levanto y miro fijamente a su oponente, extendió su mano y Levi la estrechó. Horas después los tres amigos se encontraban sentados comiendo pollo frito con papas y unas tasas de té negro.

Levi paso mucho tiempo solo pero desde que conocio a Furlan e Isabel su vida era mejor, no tenían nada de lujo y muchas veces ni que comer pero se tenían el uno al otro y eso era suficiente.

Muchas veces obligadamente debían robar para seguir sobreviviendo, ya sea dinero o comida pues todo servía, después de todo solo eran mocosos de 15 y 16 años.

Ese día les tocaba ir solos, era una rutina diaria y debían llegar a su pequeña casa antes de dos horas.

Luego de su respectivo tiempo Levi llego y vio todo absolutamente vacío, se le hizo extraño ya que él era el último en llegar, ordenó y guardo lo que había conseguido, un par de joyas, dinero y un poco que comida sobrada para comer mientras tanto. Veia su reloj mientras agitaba su pierna sin paciencia, habían pasado 20 minutos y no era normal que tardarán tanto.

Sin nada de paciencia toma su chaqueta, abre la puerta y sale de allí en busca de sus amigos. Camina por las calles cada vez más desesperado sin ver algún rastro de ellos, sigue por los callejones que recurren frecuentemente.

Su mala suerte lo golpea otra vez de la peor manera posible, encontró a sus amigos pero no de la manera que el querían encontrarlos. Corre hacia ellos casi sin aliento, toma Isabel quien estaba tendida en el suelo totalmente fría y sin algún signo vital.

—¡¡isabel!! —grito totalmente atónito, la dejo en el suelo suavemente y se acercó a Furlan.

—n-nos vieron...agh, nos vieron con d-dinero y...nos lo quitaron...

—¡callate maldita sea! ¡Eso no importa! ¡Te llevaré a un hospital ahora mismo! —lo cargo rápidamente y comenzó a caminar dejando el cuerpo de Isabel completamente solo, le dolía pero por ahora, si tenía la oportunidad, debía salvarlo por lo menos a él.

—puedes tener una mejor vida Levi...yo lo se —murmuro.

—ni se te ocurra darme esas frases como si te estuvieras despidiendo.

—...l-lo siento...no queríamos...d-dejarte solo...d-de verdad no quiero dejarte solo...lo siento...

Luego de unos segundos Levi no sintio ni un solo respiro o agitación, se detuvo repentinamente y lo observo con el corazón apretado, lo dejó lentamente en el suelo y lágrimas calleron sobre Furlan.

Ahora estaba completamente solo.

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Natural (levi y tú) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora