Capítulo 23: Una Historia

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—te compre algo para cuando seas más grande —rió una mujer muy apuesta. Su nombre era Kuchel y ahora mismo le mostraba un reloj a un pequeño niño —estoy segura que serás muy apuesto...lastima que no podré verte —los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas.

Kuchel era una madre soltera que no le quedaba mucho tiempo de vida, sabía que hacer con su hijo y quien podría cuidarlo pero la entristecia saber que no estaría en su vida como es debido.

A los días Kuchel muere y el pequeño quedó completamente solo, estuvo casi una semana allí sin que nadie lo viera hasta que llegó un hombre alto buscando a su hermana, pero lo único que encontró fue un cadáver, un niño hambriento y una carta con una caja.

El hombre llamado Kenny observo el lugar con una mirada de pena que oculto con su sombrero, tomó la carta y la leyó.

"Kenny, cuando leas esto es porque yo ya estoy muerta. Eres la única familia que me queda y por lo tanto quiero pedirte un gran favor, cuida a mi hijo como es debido, enseñale todo lo que debe saber para ganarse la vida, para que sea una buena persona y nunca le falte nada, alguien respetuoso y amable. Se que no esto no es fácil y que no deseas cargar con tal responsabilidad pero...te pido un poco de piedad ya que yo no estaré con él...por favor te lo pido, voy a confiar en que contigo estará bien. Cuando crezca dale este reloj, es el único regalo o recuerdo que le puedo dejar.

Kuchel Ackerman. "

El hombre tomó la caja abriendola para ver un reloj bastante caro con una frase escrita atrás. Miro al niño que poco a poco caía del sueño.

—oye mocoso, ven conmigo —ordenó, Levi lo miro fijamente.

—¿tú eres mi tío Kenny?

—si... —suspiro —ven conmigo de una vez antes que cambie de opinión —dijo mientras guardaba la carta y el reloj en su bolsillo.

El pequeño se levantó apenas y lo siguió sin quitarle los ojos de ensima.

Kenny no era un excelente ciudadano pero tampoco era un monstruo, no dejaría a un niño ahí sin comer y sin nadie aún sabiendo que es su sobrino. Él trabajaba entrenando a jóvenes en las fuerzas policiales, era un área donde habían jóvenes en su mayoria de la calle a quienes se les daba la oportunidad de cambiar su vida, le pagaban muy bien y disfrutaba dar un entrenamiento estricto.

Allí lo acogió y a pesar de ser el más joven era mucho mejor que los demás, podía darle una golpiza a cualquiera si le daba la gana.

—otra vez Levi ganó la pelea de hoy —suspiro un chico.

—espera... ¿Hace cuanto que estas aquí?

—¿yo? Pues me voy el año que viene, no seguiré con esto, intentaré retomar mis estudios y poder ser independiente. Llegue a los 14...¿me lo preguntas por Levi? Bueno el esta aquí desde hace años y desde el primer día se ganó su lugar y el respeto de todos.

—¿cuanto años tiene?

—tiene 13 años si no me equívoco, aun le falta por irse... Tendrás que aguantarlo unos dos años más y así no lo veras más —rió.

—¿por qué hablan de mi? —Levi hizo presencia asustando a ambos.

—oh Levi, ¿es cierto que el maestro Kenny es tu tío? —el nombrado miro al mayor.

—es nuevo —rió.

—si... —contestó con desinterés —pero él no me ayuda en absolutamente nada si es lo que piensas, he tenido bastantes problemas por eso.

—jaja tienes casi el mismo genio.

Levi actualmente era el mejor de allí, su relación con Kenny era bastante singular, no se odiaban pero tampoco se amaban. A pesar de todo Levi lo apreciaba como un tío pero no era un hombre expresivo y haría un escándalo con tan solo saludarlo como corresponde.

Natural (levi y tú) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora