Love you /// ꧁༒•Un fanfic EddiexChrissy /// Stranger Things•༒꧂

III - El Bosque

La chica se encontraba en un claro con árboles al rededor, con una iluminación clara y el graznido de algunas aves. No era un lugar tenebroso, pero la chica estaba en tensión, teniendo en cuenta los eventos recientes. A lo lejos, escucha unos sonidos extraños.

- ¿Hola?

El lento y grave tick tack de un reloj se extiende desde su espalda, dejándole los pelos de punta. El sonido se escuchaba con eco desde dentro de su cabeza, pero era tan realista que la chica hasta podía ver desde donde pocedía la onda de sonido.

Al girar la cabeza se encontró con un antiguo reloj de madera con acabados de oro incrustado en la madera de una árbol cercano. los Bong del reloj sonaban con un eco anti natural, desafinando la perfecta nota que emiten los relojes. El cristal de este empezó a resquebrajarse demasiado sonoramente dentro de la cabeza de la chica. Al romperse el vidrio, numerosas viudas negras comenzararon a salir del reloj con movimientos crujientes y viscosos. Chrissy retrocedió bruscamente, horrorizada. Cuando chocó con una figura detrás suya, soltó un grito. Cuando se volvió lo vió. Eddie.

- ¿Estás bien?

Ambos se sentaron en una mesa de picnic que se encontraba en el claro. La chica aún miraba paranoica a su alrededor.

- Oye, no te preocupes, ¿vale?- Dijo Eddie relajado- Nadie viene por aquí. Esto es seguro. Te lo prometo.

Acomodándose en su asiento, el castaño colocó encima de la mesa una caja de metal gris con una cruz.

- ¿Y cómo funciona exactamente?

- Ah pues, como cualquier otra venta, salvo que solo quiero efectivo y por razones evidentes no hay recibo.

Hubo un corto silencio

- Son 15g por... 20, ¿qué te parece? Cunde mucho. Te durará una temporada.- dijo el castaño antes de sacar una bolsa de plástico de la caja, con un contenido sospechoso.

Un crujido de un árbol se escuchó detrás de Chrissy, y esta se volvió de un sobresalto, con el corazón latiéndose aún a cien. La paranoia no la abandonaba.

- No tenemos por qué hacer esto. Tú, pídemelo y yo me largo.- Dijo el chico algo avergonzado-

- No, no es eso. No quiero que te vayas.- Respondió la chica aún atemorizada.- Es que... ¿Nunca tienes la sensación de que te vuelves loco?

 - Uuuhh... no sé, pues...- Soltó relajadamente- Más o menos a diario- Añadió con una preciosa sonrisa ladeada.- creo que me he vuelto loco por estar vendiéndole droga a Chrissy Cunningham, la reina del instituto Hawkings.

Hubo un silencio en el que solo se escuchaba a los alegre pajaritos piar lejos¡y cerca. Eddie jugaba con sus dedos y sus anillos nervioso antes de continuar, mientras Chrissy lo miraba atentamente.

- Aunque... no es la primera vez que... "coincidimos".

- ¿No?

- ¿No te acuerdas?- Su voz parecía algo apagada, triste

- Perdona, no.

- No importa.

Súbitamente, Eddie se llevó un puño al pecho, tirándose dramáticamente hacia atrás, cayéndose del asiento y tirándose al suelo, dándole un buen susto a la chica. Rápidamente se levantó sacudiéndose las hojas del suelo.

- ¡Yo tampoco me acordaría, Chrissy! - Soltó Eddie dramáticamente, haciendo reír a Chrissy, borrando del cuerpo de la chica todo rastro miedo y nerviosismo.

- Enserio, ¿tengo algo en el pelo?

Chissy se seguía riendo por las locuras del joven que tenía en frente.

- ¿No te acuerdas de mí?- Repitió ahora divertido Eddie

- Lo siento mucho- dijo la joven sonriendo.

- La función de secundaria;-prosiguió Eddie- tú hiciste una demostración de animadora,-Dijo haciendo unos tontos y vagos gestos parecidos a los pompones.- ... ese rollo que haces. La verdad que mola mucho.

Chrissy seguía riendo.

- Y yo, salí con mi grupo-

- ¡Corroded Coffin!

- ¡Sí que te acuerdas!

- Con ese nombre, ¡¿cómo olvidarlo?! - Ya no se acordaba de sus problemas, estaba manteniendo una muy entretenida conversación con Eddie "Bicho raro" Munson.

- Lo sé, eres un bicho raro.

- No, es que... estás muy...

- Distinto, ya... bueno,- Tenía la mirada perdida.- tenía el pelo rapado y no tenía estos tatuajes tan chulos- Dijo volviendo en sí, y estirándose un poco el cuello de la camiseta.

- Tocabas la guitarra, ¿no?

- Ah ha, aún la toco. En serio. Ven a vernos. Tocamos en "El Escondite" los martes. Mola mucho.- Dijo algo tímido con los brazos cruzados en el pecho- Y tenemos un público fiel de unos 5... borrachos. No es como tocar en el "Garden", pero por algo se empieza, ¿no?

- ¿Sabes? No eres como te imaginaba.

- ¿Malo y aterrador?

- Sí.

-Ya pues... Yo también te tenía un poco de miedo.

- ¿De mí?- Respodió Chrissy divertida

- Estaba aterrado.- Dijo Eddie mientras volvía a sentarse frente a ella en la mesa de picnic. y volviendo a colocar la caja de metal en la mesa – Pero por suerte para ti, las sonrisas bonitas son mi debilidad.

La chica se sonrojó agresivamente.

- Por eso, te hago un descuento del veinticinco por ciento. 15 pavos y me doy por atracado.

- ¿Tienes algo que sea un poco más fuerte?- Respondió Chrissy, volviendo a su posición tímida y temerosa.

Eddie la miró sorprendido y algo preocupado, ¿por qué querría la porrista algo más fuerte para empezar?

Al final ambos quedaron en ir a la caravana de Eddie después del partido de baloncesto que se jugaba esa misma noche, ya que cada uno tenía sus actividades y Eddie tenía una de sus drogas más potentes en casa.

Ambos volvieron al instituto andando al lado del otro mientras se lanzaban miradas y sonrisas. Chrissy se sentía segura al lado del chico quien la había hecho reír como nadie lo había hecho en todo el mes. Mientras que Eddie sentía mucha curiosidad por la chica, ya que pensaba que sería como esas pijas de buena familia que solo te juzgaban por tu mala reputación, pero ella se había reído, y se acordaba del nombre de su grupo. Eso le hizo a Eddie sentir un dulce calor en su pecho.

- Adiós, Eddie

- Adiós Chrissy

Continuará...