Love you /// ꧁༒•Un fanfic EddiexChrissy /// Stranger Things•༒꧂

XIX - 010

Un chico con la cabeza rapada abrió los ojos con un dolor de cabeza espantoso. Toda la habitación estaba llena de polvo. La puerta estaba en el suelo. Tenía una brecha en la cabeza que aún sangraba. Tambaleándose, consiguió levantarse, apoyándose en la pared. Cuando salió al pasillo, solo había una que otra luz destrozada por impactos. En las paredes de los laterales había manchas de sangre que llegaban hasta el suelo, terminando en el cuerpo inerte de algún guardia o cuidador.

Todas las puertas de las habitaciones habían sido derribadas y dentro se encontraban los cuerpos de niños, llenos de sangre, con los miembros retorcidos. Todos tenían como él la cabeza rapada. Empezó a correr por los pasillos, buscando ayuda o alguna salida.

Abrió una puerta levemente al escuchar ruido. Una niña pequeña, con la cabeza rapada, estaba peleando con uno de los cuidadores. El cuidador estaba contra la pared, quejándose. Solo podía describir odio en su mirada. ¿Lo había hecho el cuidador?¿Todos los niños habían sido asesinados por él? La niña, 011, tenía el camisón de hospital lleno de sangre. Él no entendía nada. Entonces escucho pasos por el pasillo y salió corriendo.

El niño de cabeza rapada se encerró en el despacho del doctor Brenner. En sus cajones empezó a buscar los archivos de las mujeres que habían trabajado en su programa. Encontró su foto bajo la de el perfil de Jennifer Munson. Se guardó todo el archivo dentro de la ropa interior que llevaba bajo la bata de hospital y empezó a buscar ropa en los armarios. Encontró unos pantalones viejos que le venían demasiado largos y un chaleco de lana que era de adulto. No había zapatos. Descalzo, salió corriendo, agarró un ladrillo del suelo y lo lanzó contra una ventana. El cristal se rompió en mil pedazos, cortando en uno de los antebrazos del chico, pero no muy profundo. Salió como pudo por la ventana y echó a correr hacía la verja, en la que había estado cavando un hoyo.

- ¿Eddie?- Max habló por el walkie-talkie.

El castaño ya había echado a correr dentro del portal y se dirigía a toda velocidad hacia la casa de los Creel.

Chrissy miraba a su alrededor aturdida, ¿donde estaban los demás? La casa parecía más vieja y oscura.

- Chrissy... - La pelirroja ya había escuchado esa voz antes. Parecía estar dentro de su cabeza y a la vez fuera.- Chrissy...

Parecía un llanto. Pero no podía ser un llanto. El hermano pequeño de Chrissy estaba allí parado en el pasillo. Parecía estar llorando, pero no había expresión en su rostro de tristeza, solo repugnancia.

- ¿Vas a comer todo eso?- Chrissy se miró las manos. Estaban llenas de comida. No podía soltarla.

- No deberías comer todo eso, perderás tu forma.- Su madre apareció detrás de su hermano, poniendo una mano en su hombro.

- Y nadie te querrá si pierdes ese cuerpo que tienes.- Era la voz de el castaño. La pelirroja se tapó los oídos con las palmas de las manos. Eso no era real, no podía estar pasando.

- ¡Eddie!- Gritó la pelirroja con toda la fuerza que le permitieron sus pulmones.- ¡Eddie, ayuda!

- Estoy aquí tonta...- Dijo la voz del falso Eddie. Todas las voces parecían susurros, pero sonaban demasiado alto para serlo. Ese Eddie se encontraba detrás de la pelirroja. Todos se estaban acercando.

Eddie se encontró con Steve, Nancy y Robin al entrar en la casa de los Creel. Aún no habían llegado al segundo piso. Cuando entró en la casa, los tres jóvenes se le quedaron mirando. Entonces Eddie se detuvo y con un parpadeo de luz los tres jóvenes desaparecieron de la habitación. Al principio pensó que se habían volatilizado, pero después entendió que ellos seguían allí. El que no estaba era él. Vecna había entrado en su mente. 

Lentamente subió las escaleras, dirigiéndose directamente hacia el desván, donde se suponía que en el plano real estarían Max, Erica, Lucas y Chrissy. Pero al abrir la puerta allí estaba Chrissy rodeada por unas figuras viscosas a las cuales ella parecía identificar.

- ¡Mamá, por favor, para!

Entonces la pelirroja se giró en dirección al castaño, el real, y abrió los ojos como platos. Pero no dijo nada. Entonces supo que era una alucinación.

Un cuerpo con tendones viscosos, sin nariz y piel demacrada apareció ante ella, al mismo tiempo que las figuras viscosas se derretían desapareciendo en el suelo. También el decorado de la pesadilla de Chrissy cambió. Ahora se encontraba en una especie de círculo con cuatro talismanes, dos de ellos ocupados por los cadáveres de las anteriores dos víctimas de Vecna. El castaño estaba escondido detrás de uno de los talismanes.

- Chrissy, no tengas miedo... - Decía mientras se acercaba a la pelirroja.- Todo terminara pronto...- Extendió una garra delante del rostro de la chica.- Solo... procura estar muy quieta...

Steve y Nancy intentaban despertar al castaño, quien tenía los ojos en blanco. Steve golpeaba las mejillas del chico, mientras Nancy, con un machete, cortaba las enredaderas que trataban de atrapar sus tobillos. Robin había subido las escaleras corriendo, con una pistola, dispuesta a atacar a Vecna, pero una enredadera la había atrapado, y ahora la estrangulaba contra la pared.

- ¡Nancy!

Arriba Lucas intentaba despertar a Chrissy, mientras Erica mantenía a Jason fuera de la habitación. La puerta se estaba rompiendo, y pequeñas astillas salían disparadas de la madera, la cual crujía con fuerza.

Justo cuando la garra de la criatura antes humana iba tocar la cabeza de Chrissy, esta se quedó muy quita y empezó a levantarse del suelo. Su cabeza se inclinó hacia atrás. Vecna parecía sorprendido. Entonces su cuerpo aún rígido se giró para queda cara a cara con Eddie. Chrissy vio al castaño con una cara de odio y concentración mirando hacia Vecna. Tenía el brazo levantado y un hilo de sangre oscura caía de su nariz.

- ¿010?- Consiguió decir Vecna, con un hilo de voz.- Pensé que estabas muerto.

- Lo mismo digo, capullo. Parecía que 011 iba ganando.- No había ni pizca de  gracia en la voz del castaño.- Ahora yo tendré que asegurarme por mis propios medios de que no te acercas a ella ni a ninguno de mis amigos.

Ambos se miraban con odio.

- La voy a matar, voy a salvarla de su dolor.- Le susurraba Vecna a Eddie en el oído, refiriéndose a la pelirroja.

Las entrañas del chico hervían de ira, y las palabras de Vecna solo lo enfadaban más. Con un giro de muñeca, el cuello de la criatura dio una vuelta de 180°. La viscosa piel de su cuello se desgarró, dejando caer un líquido negruzco por su piel hasta pecho.

Vecna cayó de rodillas al suelo, muerto, y entonces los jóvenes salieron del trance, con una bocanada de aire, como si hubieran estado aguantando la respiración.

Steve miraba a Eddie expectante.

- Ya está.- Dijo el chico con la mirada perdida. Le sangraba la nariz.- Está muerto.

Continuará...