VIII

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¿DONDÉ ESTAS HYUNJIN?

Tome el teléfono y le pedí que me mostrara donde estaba el baño, pues no quería que escuchara la conversación que tendría con Seungmin. Solo quería alejarme de ese chico, de ese omega tan estúpido y lindo.

Tarde un poco en recordar el número, nosotros solo teníamos un teléfono en la bodega, el cual usábamos para comunicarnos con nuestros superiores, pero no solíamos usarlo para comunicarnos entre nosotros, solo usábamos las radios o algo parecido.

Comencé a marcar el número y tardaron unos segundos en contestar, no me sorprendía, estábamos a altas horas de la madrugada, era muy noche y los chicos ya deberían estar en su habitación durmiendo, creyendo que ya había llegado y estaba encerrado en mi habitación como era mi costumbre.

- ¿Diga? – La voz era de Changbin me recibió e hizo que mi corazón se sintiera cálido, como si estuviera en casa y todo esto fuera una pesadilla. Esa voz era fácil de reconocer, le pertenecía a nuestro doctor no tan especializado. 

-Changbin soy Hyunjin, escucha, quiero que me pases a Seungmin- Hable atropelladamente que no me sorprendía si no hubiera entendido con claridad mis palabras. 

- ¿Hyunjin eres tú? Debiste llegar hace cuarenta minutos ¿Dónde  diablos estás? – Jisung le arrebato el teléfono a Changbin y se comunicó conmigo. Esa ardilla era tan gruñona cuando no se hacían las cosas a la perfección. 

- ¿Jisung? Por favor comuníquenme con Seungmin, necesito hablar con mi hermano- Hubo silencio y luego aquella voz que me daba esperanzas y razones para no rendirme inundo mis oídos para reconfortarme. 

-Hyunjin soy yo Seungmin ¿Dónde estás? Me tienes preocupado ¿Por qué no has vuelto a casa? Debiste haber llegado hace varios minutos, conoces las reglas, ¿Dondé demonios estas?– Nuevamente esa voz de hermano mayor me hizo sonreír, fuera cual fuera la situación, si hermano siempre estaría ahí para regañarme y recordarme que siempre contaría con él. Talvez no lo entiendan, talvez son hijos únicos y no tienen la dicha de tener alguien que comparta sangre y provenga del mismo lugar que tu, pero cuando tienes a alguien así, es como si hubiera un lazo de unión permanente.

-Seungmin, unos hombre me atacaron y estoy herido. No puedo caminar, un hombre me ayudo y me ofreció techo por una noche. Regresare apenas amanezca, lo prometo. Por favor no quiero que sobre pienses las cosas, estoy bien –

- ¿Cómo que te hirieron? ¿Dónde estás? No debes confiar en nadie, Hyunjin dime donde estas e iré a buscarte, busca las calles y dime los cruces, numero de casa y color, ahora-

-Seungmin, estoy bien, dile a Changbin y Felix que apenas llegue necesitare atención médica, nos vemos mañana temprano. Te amo Seungmin. -

Antes de que pudiera seguir hablando decidí colgar el teléfono, una pequeña lágrima se deslizo por mi mejilla, tenía miedo de prometerle volver y no hacerlo, solo quería estar en casa, aunque fuera en las escasas condiciones y poca privacidad, quería mi casa, con mi hermano.

Al no saber si estaban grabando mi llamada o algo, borre rastro de la misma llamada, también el numero por si alguien quería rastrearlo, no quería ponerlos en riesgo otra vez, ya había cometido muchos errores, no seguiría por el mismo camino. 

Sali del baño mirando todo a mi alrededor, pero no hubo nada, solo las demás puertas de las habitaciones y un silenció muy incomodo, fui a la sala y vi a Jeon cocinando, ¿Está haciendo pasta? Pensé. Tome asiento en la mesa y mire cada uno de sus movimientos, veía como su cabello negro le cubría las cejas, sus ojos cafés eran muy lindos, sus pestañas eran largas y llamaban mucho la atención, sus labios carnosos se veían muy interesantes, su manera de vestir era muy particular y diferente a la de la última vez que lo vi.

UN NARCOTRAFICANTE ENAMORADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora