XX

54 2 2
                                    

ESPECTACULO DE MARIPOSAS

No estaba bien, nada de lo que estaba haciendo estaba bien, era un desastre, un completo desastre en esa cocina, no sabía ni como hervir el agua, todo se evaporaba. Jeon era un experto en preparar cafés o té helado.

Mi primer error había sido agregar agua al café, nosotros en casa lo tomábamos con agua, pero no, en la cafetería del señor Dawn usaban café, ¿Cómo diablos iba a saber eso? Yo solo hacía lo que podía.

Mi segundo error, había tirado una taza de café, mi bebida ya estaba lista, solo tenía que colocarla en una taza y beberla, pero yo no sabía que la porcelana de la taza era muy resbalosa, se escurrió por mis manos como si fuera jabón de baño.

Mi tercer error, derramar el café sobre la ropa de Jeon. Diablos, todo estaba mal, para mi mala suerte mis cordones estaban desatados y por ello pise uno de ellos por accidente. El café cobro vida por si solo y en vez de derramarse por el suelo, no quiso, el maldito liquido quiso esparcirse por el lindo pantalón de el chico.

-No esta mal cometer errores, aprendes de ellos Jinnie- El señor Dawn me daba palmadas en la espalda mientras mirábamos a Jeon colocar crema batida en uno de los cafés que habíamos hecho. -Yo también derrame café, pero fue sobre un cliente, el cual ahora es mi mejor amigo. Ese es un ejemplo de como una tragedia se puede convertir en una gran sorpresa-

Jeon se acerco a nosotros con las bebidas. Estaba tan cansado de intentar impresionar a los demás, solo terminaba decepcionando a los demás, estaba cansado, solo quería llegar a mi casa y dormir.

-Hijo, tengo que irme, cierra la tienda, ya sabes donde están las llaves, colócalas donde de ya sabes, nos vemos otro día- Dawn se levanto, se coloco una chaqueta y luego salió, no sin antes despedirse y luego perderse en el frío y viento que mostraba la noche.

Jeon y yo tomábamos las bebidas sin decir nada, en realidad tenía mucha vergüenza de mirarlo a los ojos, había arruinado una de sus prendas, dios no tenía dinero para pagar por la ropa que le ensucie. Talvez tenía que pensar en muchas de otras situaciones, más bien debería prepararme para las posibilidades, como las cuales: Jeon se alejara de mi y no volverá a hablarme o talvez me demande, no lo sé, había muchas cosas a su favor.

-Fue muy gracioso ver como dejaste caer la taza en el suelo, Dawn se aguantó la risa, pero yo no pude hacerlo, fue bastante gracioso-

-Lo lamento, yo solo quería hacer las cosas bien, pero supongo que termine empeorando las cosas, supongo que el señor Dawn no querrá volver a verme en su cafetería-

-¿Bromeas? Solo cometiste un accidente, no tienes que tomártelo a pecho Jinnie-

-No lo entiendes, yo solo quería buscar la aprobación de el señor Dawn, también quería buscar la tuya-

-Oye, no busques la aprobación de nadie, existen muchas personas que ni se aprueban a si mismos, lo mismo ocurre con el amor, muchos no se aman así mismos, es imposible que amen a otra persona-

-No lo sabes, no puedes hablar por todos-

-No, pero puedo hablar por mi experiencia propia, te prometo que no lograras la aprobación de todo el mundo, nadie piensa igual y todos tienen estándares diferentes, no puedes complacer a todos al mismo tiempo, no pierdas el tiempo y se feliz-

Tenía razón, era inteligente y combatía todas mis ideas erróneas, pero no era fácil, siempre crecí con la idea de complacer a todo el mundo y querer cambiar aquello no era fácil y tampoco lo lograría en un día, pero podía intentarlo, podía cambiar y lo haría, por mi bien, sería egoísta y pensaría más en mi que en los demás, iba a hacer lo que yo quisiera.

UN NARCOTRAFICANTE ENAMORADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora