XIV

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LAS MARIPOSAS MONARCAS SON HERMOSAS COMO TÚ

Al salir del baño, tomamos asiento nuevamente y comenzamos a platicar de algunas cosas, yo solo quería irme de eses lugar, pero no quería dejarlo solo, quería estar un rato más con él, solo un momento.

Me conto sobre sus gustos, comenzamos a reír cuando nos dimos cuenta de que teníamos muchas cosas en común. Ambos le teníamos miedo a los insectos, más a los voladores, eran asquerosos y daban mucho miedo, los insectos voladores son lo pero que puede existir a excepción de las mariposas, aquellas son hermosas.

-Las mariposas monarcas son hermosas, pero me gustan mucho las amarillas son mis preferidas-

-¿Sabías que las mariposas monarcas son las reinas? Así se les considera-

-¿Acaso investigas de las mariposas?-

-Cuando era chico dibujaba mucho las mariposas de mi patio, ellas siempre modelaban para mi y se convirtieron en mis favoritas. Oh, ¡¿Sabías que su origen es centro y norte de américa?!-

-No, no lo sabía, ¿Qué más sabes sobre ellas? Me encantaría escucharte seguir hablando. Me gusta verte hablar de un tema que te interesa, te vez atractivo, alfa tonto-

Miré el reloj y vi que me quedaba una hora para irme, quise sacar un poco más de información sobre su pasado, pero parecía ser una persona normal, no entendía que lo había hecho llegar a vender marihuana. Era un alfa muy tierno, muy común. Mi lobo podía ver su aura, era algo extraño que podía hacer, tenía un aura color azul, me transmitía bondad, fuerza, optimismo, protección, era perfecto para describirlo, era hermoso, nunca conocí a nadie con ese aura o que siquiera me hiciera sentirlo, sonara extraño, pero quiero saber más sobre él, pero nada que tenga que ver relacionado con las drogas, quiero saber de su persona.

-¿Quieres ver un poco de televisión? Deben estarse pasando buenos programas, ¿Has escuchado a hablar de UVE, la ley y el orden? Es un muy buen programa de casos criminales-

-No suelo ver programas de televisión- Ni siquiera teníamos una televisión en casa, no era seguro, no podíamos dejar que nadie entrara a nuestra casa a instalar nada, no era seguro.

-¿Vives debajo de una piedra acaso?-

-Mira quien habla, el chico que no tiene un teléfono móvil-

-Nunca dije que no tuviera uno, nunca me lo preguntaste, ¿Acaso este es un truco para pedir mi numero telefónico?-

-¿Quien dijo que quiero tu numero, nadie lo querría-

-Como quieras, lindo alfa-

Comenzamos a ver un poco de televisión y debo decir que a esas horas de la madrugada no había nada interesante o de entretenimiento, ese bobo me había mentido otra vez y yo de ingenuo había aceptado su propuesta. 

Mi cuerpo se tensó cuando Jeon poso su cabeza en mi hombro derecho, mi cuerpo sintió una corriente eléctrica, esa sensación en el pecho se hizo presente, sentía que mis mejillas iban a explotar de lo rojizas que estaban, nunca había estado tan cerca de un alfa que no fuera mi hermano y aunque Seungmin hubiera posado su cabeza sobre mi la sensación no sería la misma.

No podía explicar lo que sentía, era algo tan satisfactorio, deseaba más, no solo yo, mi lobo necesitaba más del tacto de ese omega, no era suficiente con él roce de su rostro y mi hombro, era necesario tener más, lo deseaba.

Observe y vi que se había quedado dormido, olvide por completo que ese chico quiso matarme y pose mi cabeza sobre la suya, dios fue una explosión de emociones que supe que pude quedar inconsciente de la impresión, eso era suficiente por ahora, inconscientemente sonreía al verlo dormir, me puse a pensar lo lindo que sería estar con alguien que amabas, con una persona que sentía lo mismo que tú, con alguien con que puedas congeniar a la perfección, dios deseaba encontrar a alguien que me amaba como yo podría llegar a amarlo.

UN NARCOTRAFICANTE ENAMORADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora