XXI

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¿CÓMO PUDISTE HACERME ESTO?

Habían pasado unos días desde que Jeon y yo nos dimos un beso, nuestro primer beso para ambos. Siempre dicen que debes quedarte con la persona que te bese el alama y no el cuerpo, ya que puede hacerlo cualquiera, pero ese chico logro besar mi corazón, logro abrir cada capa de dureza y la hizo suave, se apodero de ella y ahora me tenía en sus manos.

Íbamos a llevar la relación con calma, bueno no teníamos una relación, pero nos tratábamos como tal, quería cortejarlo y de alguna manera explicarle mi pasado y que él me diera una explicación para el suyo.

Hoy teníamos una entrega inesperada, un nuevo cliente había llegado de Colombia y pedía más droga de la usual, era un cargamento muy peligroso, así que iríamos todos juntos, no nos dividiríamos en parejas, nos necesitábamos todos.

Desde que bese a Jeon sentía mi pecho mas caliente de lo usual, era extraño, mi lobo también estaba más inquieto de lo usual, no se si trataba de protegerme o avisarme de algo, pero para mi mala suerte fue algo que no pensé que ocurriera. Mi celo.

Se me habían terminado las pastillas para calmar los dolores y los impulsos, se supone que mi celo debía llegar en una semana y las pastillas llegarían en tres días, no podía esperar, había omegas en la casa y teníamos la regla y obligación de tomar medicamentos para no tener impulsos y hacer una tontería. Sabía que me metería en problemas pero necesitaba ir a la ciudad a comprar las pastillas, eran píldoras de colores que nos servían a los alfas y a los omegas eran una gomitas de oso con vitaminas para calmarles el dolor.

Salí de mi habitación con mi mochila, necesitaba ir a la ciudad con urgencia, pero antes de salir, uno de mis compañeros estaba entrando de la puerta con un semblante muy oscuro. Cristopher me miro de arriba para abajo y frunció la nariz al sentir mis feromonas más activas que nunca por mi celo.

Como era de esperarse me interrogo, pero fue de una manera muy grosera y brusca, no se que le ocurría. Desde hace unos días, Cristopher y mi hermano habían dejado de hablarse como usualmente lo hacían, hasta se habían cambiado de habitación, no era de mi incumbencia así que no me importaba lo que ellos hicieran. 

- ¿A dónde vas? - Cristopher me miro con el ceño fruncido, pues me había dicho que no saldría en mucho tiempo después de que me atacaran, él no sabía sobre mis escapadas con Jeon a la cuidad, según él y mis compañeros no había salido en meses.

-Tengo que comprar unas cosas- Todas sabemos que cuando nos llega nuestro celo no estamos de humor para aguantar a nadie y eso no era una excepción para mí, estaba molesto, me interrogaba como si fuera un niño de tres años, ya era un adulto pero nadie me trataba como tal.

-Sabes que nos turnamos los días Hyunjin, además aun es de día y sabes que tenemos que cuidarnos y salir de noche. Aún no tienes permitido salir a la cuidad después de lo que te paso-

- ¡Cristopher es una emergencia! -

- ¡No vas a ir a ningún lado Hyunjin Kim! –

- ¡Me llego mi celo y no tengo pastillas para calmar mis impulsos! - Me di la vuelta y lo miré con el ceño fruncido. - ¡¿Acaso no te es suficiente con el aroma que estoy desprendiendo?!-

-Cristopher será mejor que lo dejes ir- Seungmin apareció por un costado y tomo a Cristopher del hombro -Son cosas personales, será mejor que no nos entrometamos, además, necesito que tu y yo hablemos ahora-

-Lo siento Hyunjin, no llegues tarde- Dijo Cristopher. -Lleva una Smith & Wesson, no quiero que te pase lo mismo de la otra vez- Solo apareció mi hermano y parece que el lobo fue domado como si fuera un lindo gatito.

UN NARCOTRAFICANTE ENAMORADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora