XXV

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NOS EMBOSCARON 

Los chicos en todo el camino no me hablaron y me trataron como si fuera una extraña. Eso me partía el corazón, lo que más me dolía era ver a Seungmin totalmente decaído y preocupado por lo que fuera a pasar, esa libreta era importante, pero yo quería demostrarles a los chicos que ellos tenían un concepto erróneo sobre Jeongin.

Al llegar al lugar entramos con discreción y nos colocamos en una línea, estábamos listos y un poco más seguros, ya que estábamos todos y nos protegíamos. Yo me sorprendí al ver que había una cantidad muy grande de personas, nosotros estábamos acostumbrados a hacer las entregas con solo dos o tres personas, eso esta vez era diferente, había unas diez o quince personas en aquel lugar, nosotros solo éramos ocho personas y sabíamos que, si algo salía mal, sería una masacre para nosotros. 

No me preocupaba, ellos no nos lastimarían, solo estaban ahí para la entrega de droga, era lo único que les importaba, así que no sería necesario hacernos mucho caso.

-Aquí está la heroína, pongan en dinero a un metro y medio de distancia hacia ustedes y uno de mis trabajadores verificara que el dinero este completo, más les vale que sea así- Dijo Cristopher con un tono imponente.

Changbin arrojo la heroína hacia ellos y se quedó observando todo a su alrededor, estaba nervioso al igual que muchos de nosotros, la cantidad de personas parecía aumentar con el tiempo, algo no nos daba buena espina, algo pasaría, tenía la sensación, mi lobo lo presentía.

-Ja... Son tan ingenuos. Ustedes creen ¿Qué les pagaremos a unos mocosos como ustedes?, pues no, están totalmente equivocados, de hecho, tenemos otros planes y ustedes están involucrados en ellos- Dijo un hombre robusto que parecía ser el líder de ese grupo, horrible aspecto, con un cigarrillo en la mano derecha, el cual estaba bastante gastado.

-Gracias a una persona ingenua, tenemos las ubicaciones de la droga, también sabemos sobre sus entregas y las debilidades de cada uno de ustedes, no es necesario que se preocupen, solo váyanse y no saldrán heridos- Dijo otro hombre.

-Dejen de hacerse los graciosos y pongan el dinero a la vista. Hoy no estoy de humor para poner en duda mi paciencia señores- Dijo Seungmin, debo admitir que jamás lo había visto o al menos escuchado tan molesto y sabía que todo era mi culpa, todo el enojo y el ambiente tenso que se había formado era por mi culpa, pero solo esperaba tener la oportunidad para poder demostrarles a todos que se equivocaban.

-Nadie se está haciendo el gracioso joven Kim, todo lo que sale de nuestras bocas es real, así que váyanse antes de que todo se ponga peor- Dijo el mismo hombre, pero ahora tenía las manos dentro de los bolsillos.

En ese momento yo me tense y baje la defensa tratando de buscar la mirada de Seungmin. ¿Sabía que nos apellidábamos Kim? No, no es posible, nadie puede saber nuestro nombre reales, eso nos pone en mucho riesgo. Como había dicho uno de nuestros compañeros, los señores Kim jamás revelaron que tenían hijos para no ponernos en riego, era imposible que cualquier tipo de persona supiera sobre nosotros.

Nosotros nos miramos entre nosotros como si esas miradas nos fueran a dar una respuesta hacia nuestras dudas. Pero todo cambio en cuestión de segundos, nos emboscaron...

Sin querer descuidamos la guardia y unos hombres aparecieron por la parte de atrás de cada uno de nosotros, mientras a algunos nos tomaron por el cuello, a los mayores los golpearon en la cabeza con sus armas, dejándolos inconscientes por el impacto. 

Nos ataron las manos y los pies con unas cuerdas bastante gruesas, las cuales nos arrebatan las posibilidades de movimiento. Los gritos de dolor que emitían Jisung y Felix, perforaban mis oídos dejándome un sabor agrio en la garganta, podía verlos pelear, pero mi líder y mi hermano estaban inconscientes en el suelo, con sangre de en la nuca.

UN NARCOTRAFICANTE ENAMORADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora