XVII

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¿MINHO, JISUNG? ¿QUÉ MIERDA ESTAN HACIENDO?

-¿Te has estado alimentando bien tonto alfa?- Valla, había extrañado escuchar su voz, aunque hubiéramos hablado hacía menos de un día.

-Vamos, suenas como mi hermano Jeon, pero si, me he estado alimentando bien- Dios lo sentía tan cerca, como si estuviera a mi lado, junto a mi con su aroma tan dulce, dios lo deseaba, más haya de lo que podía controlar.

-¿Has pensando en mi como yo en ti Jinnie?- Mierda ese omega si sabía como ponerme nervioso, era tan bueno que no me sorprendía que en tan solo días me tuviera en la palma de sus manos.

-¿Estas confesando que piensas en mi Jeon? Me sorprende que estés abriendo tu corazón conmigo- Valla chico, no sabes con quien te estas metiendo. Me recosté en mi cama y sonreí mientras escuchaba su risita.

-Si, te estoy confesando lo que siento Jinnie. Ahora responde a mi pregunta, ¿Piensas en mi también?- Si tan solo supiera que lo deseo a mi lado, si tan solo comprendiera que daría lo que fuera para estar junto a él.

-Si, he estado pensando en ti, pero no te diré en que estoy pensando, eso sonaría demasiado cursi y no soy así-

-¿En que piensas? Quiero saber- Dios si él me lo pedía tenía que decirle. 

-En que quiero verte a mi lado, en que extraño tu aroma Jeon. Solo quiero volver a verte tonto omega-

-¿Puedo ir a tu casa a verte? No tengo muchas cosas que hacer ahora, me gustaría saber donde vives y poder meterme en tu ventana y pasar un rato juntos-

Alguien toco la puerta y eso hizo que mis nervios se pusieran de punta.

-J-Jeon, tengo que irme, te llamare después-

-¿Estas bien?- Colgué sin dar explicaciones, mierda si era Seungmin y me descubría con su teléfono estaba muerto.

 Me dirigí hacía la puerta y pegue mi oreja a la misma. Dios tenía tanto miedo que sentía que iba a caerme en cualquier momento. - ¿Qui-Quién es? –

-Soy Felix. ¿Puedo pasar? –

Yo sonreí al saber que Felix estaba del otro lado, comenzaba a acostumbrarme a las visitas nocturnas de aquel pecoso, era uno de los chicos más lindos que podía haber conocido, no me juzgaba y siempre me daba segundas oportunidades, era parte de mi familia, pero cada vez que me acercaba más a él o Jeon, sentía que perdía a mi hermano.

Yo le autorice que podía ingresar y entro con un plato de plástico con ramen instantáneo, yo me sorprendí pues yo creía que se habían terminado, más bien que Minho se los había comido todos. Él coloco el plato en el escritorio y se recostó en mi cama como si llevara un gran peso encima, dio un gran suspiro y me sonrío.

-Pensé que Minho se los había terminado todos, ¿De donde sacaste es Felix?-

-Claro que lo hizo, más bien se terminó los tuyos. Aun no aprendes a esconderlos en otro lado, yo los coloco bajo de mi cama, ese es uno de los míos, pero te debo más que un simple ramen- Felix me miro y yo le sonreí como agradecimiento. -Gracias por salvarme, toma ese ramen como agradecimiento, se que es poco pero era mejor eso a que nada, ¿No crees?-

-Felix, ¿Puedo contarte algo? – Tenía muchas ganas de decirle a alguien como me sentía con Jeon, quería que alguien me explicara porque sentía esa presión en el pecho cuando lo veía sonreír o cuando lo tenía tan cerca de mí. Necesitaba desahogarme con alguien y aunque quisiera hacerlo con mi hermano no podía hacerlo, cada vez estábamos más lejos.

UN NARCOTRAFICANTE ENAMORADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora