VAMOS A SALVARLOS
Después de haber revisado el lugar, habíamos encontrado unas armas en el guardarropas, solo eran pistolas pequeñas y no tenían las balas necesarias para llenar el cargador, no tuvimos más opción y después de una sesión corta de besos salimos del lugar.
Ambos salimos de ese lugar y observamos todo a nuestro alrededor, nos adentramos a un pasillo totalmente oscuro, lo único que había era una lampara que parpadeaba, era el mejor escenario para una historia de terror y podía sentir como el aroma de Jeongin se le modificaba, estaba nervioso, tenía miedo como yo.
Escuchamos unas voces que se dirigían hacia a nosotros y ambos colocamos nuestra vista en la mira de las armas, eran pequeñas y aunque pensé que Jeongin no sabría disparar un arma, me equivoque, el chico parecía todo un experto.
Dos hombres aparecieron de la oscuridad y al vernos comenzaron a dispararnos, estaba seguro de que querían vaciar su cargador, miles de balas salieron y se enterraron en las paredes.
Jeongin y yo nos escondimos en unas columnas y le disparo a la lampara para que dejara el lugar completamente oscuro, ellos seguían disparando pero ahora no podían ver nada.
Ambos salimos de nuestro escondite y disparamos a ciegas, no podíamos verlos y ellos tampoco a nosotros, era bueno y malo a la vez, estábamos en cuclillas y solo habíamos asomado un poco la cabeza para evitar el riesgo de que nos dispararan.
Mientras disparamos alcanzamos a escuchar unas quejas y eso hizo que nos detuviéramos por un momento, salimos sin hacer ningún ruido, Jeongin había encontrado una linterna en el cuarto y decidimos usarla para ver qué era lo que había ocurrido.
Al encenderla vimos ambos cuerpos tendidos en el suelo, unos de ellos con muchas balas que habían traspasado el cuerpo del hombre, mientras que el otro parecía aun respirar, pero con esa bala en el pecho era imposible que sobreviviera.
-Están muertos y más este hombre que tiene como quince bala en el pecho- Afirmo Jeongin.
En ese momento una puerta se abrió detrás de nosotros, donde una mujer salió del lugar dando un grito ahogado por ver a aquellos hombres en el suelo, estaba tan pálida y tarto de sacar el arma que tenía en la cadera, yo tome mi arma y le dispare en el pecho, haciendo que ahora tuviéramos tres cadáveres en ese pasillo, no podíamos arriesgarnos, ya habíamos pasado lo peor, teníamos que buscar a los chicos.
Aquella mujer me había sorprendido y no me quedo otro remedio que dispararle, no sabía si ella estaba del lado de aquellos hombres y no tuve otra opción, ya no importaba nada, solo debíamos eliminar a todos los que presentaran ser una amenaza para nosotros.
En ese momento comencé a escuchar unas quejas, mire a Jeongin y le indique que venía del cuarto donde había salido la mujer. Nos acercamos con cuidado a la habitación y apenas cruzamos la puerta apuntamos con nuestras armas, esperábamos que saliera un hombre y nos disparara pero no, fue una grata sorpresa para mi encontrar un rostro conocido.
- ¡Jisung! – Las lágrimas de mis ojos brotaron nuevamente al ver a uno de mis compañeros, había creído que estaba muerto, pero no, estaba un poco drogado por las medicinas.
Jisung estaba atado a una camilla con una mordaza en la boca, estaba tratando de hablar pero solo se escuchaba como quejas, pero por más que trataba de hablar no podía hacerlo, antes de quitarle la mordaza revisé la herida de su pierna y me di cuenta de que estaba suturada y vendada, al menos el maldito de Won había cumplido su promesa de ayudarlo.
A Jisung parecía no dolerle la herida, tenía una intravenosa en su brazo y supuse que le estaban metiendo los medicamentos por esa zona, sus ojos estaban cansados, estaba drogado.
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UN NARCOTRAFICANTE ENAMORADO
RandomUn grupo de narcotraficantes quiere esparcirse por el mundo y dominar el lado sur de corea. Su plan se ve afectado cuando el hermano del chico es mal herido por una bala en una entrega de droga, que casi lo lleva a la muerte. Por otro lado, sus com...