XXXIV

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UNA VIDA NUEVA

Yo no supe que paso, sentí una punzada en la parte derecha de mi espalda baja. En ese momento Jeongin me miro con los ojos bien abiertos y yo no entendí que pasaba, pero luego comencé a perder las fuerzas en mis piernas y caí al suelo, mi cuerpo se sentía tan caliente, me sentía liviano, como si ninguna de mis circulaciones funcionara. 

Él me sostuvo en el suelo y yo sentí como poco a poco perdía mis fuerzas. Mientras que Seungmin le disparaba a aquel hombre, todo pasaba en cámara lenta, como si el reloj se hubiera detenido y todos funcionáramos por cuerdas como muñecos.

-¡Changbin y Felix rápido!-

Un escalofrió comenzó a recorrer por todo mi cuerpo, sentí como mi ropa se humedecía por la sangre que resbalaba de mi cuerpo. Me habían disparado por aquel hombre, levemente sonreí cuando me di cuenta de que, gracias a mí, Jeongin estaba a salvo.

-Jeongin quítate, necesito atenderlo- Felix empujo levente a Jeongin y se colocó a un costado mío, por alguna razón las pecas de Felix se veían muy distorsionadas, como si su rostro se estuviera desvaneciendo, en realidad, todos se estaban desvaneciendo delante de mis ojos.

-Maldición le perforo un órgano. Cristopher necesitamos ir a un hospital- Dijo Changbin mientras presionaba mi herida. -¡Va a desangrarse! Necesitamos ir a un hospital ahora-

-Fe-Felix, tus pecas se ven diferente ¿Qué es-está pasando? – Pregunte mientras tocaba con delicadeza las mejillas del pecoso, todo a mi alrededor daba vueltas y mi vista comenzaba a empañarse hasta que empecé a ver todo negro. Estaba tan mareado, tenía ganas de vomitar, tenía frio y luego tuve sueño.

Lo último que logre escuchar fue:

"Hyunjin no me dejes"

"Jinnie no te duermas, no puedo perderte a ti también"

Cuando me levante una luz molesta se posó sobre mis ojos, poco a poco los fui acostumbrado hasta poder abrirlos con su totalidad, me di cuenta de que estaba en una camilla, pero me asuste un poco al darme cuenta de que no era la camilla de la bodega, mire mis brazos y vi que estaba conectado a una máquina que revisaba mi ritmo cardiaco, mientras que en mi otro brazo me habían colocado una intravenosa con un líquido transparente.

¿Dónde estoy? Pensé.

Cuando quise levantarme sentí una punzada en la parte en el área de donde me habían disparado, con cuidado me senté y observé un poco más a mi alrededor. Comencé a preocuparme y mi ritmo cardiaco aumento, el sonido que transmitió la máquina, provoco que una enfermera entrara con rapidez a la habitación, empezó a tocar mi pecho y más me asuste.

-Joven por fin despertó- Dijo la pelinegra mientras me miraba con una sonrisa.

- ¿Do-Donde está mi hermano? ¿D-Dónde está J-Jeongin? ¿D-Dónde estoy? – Comencé a desesperarme cuando la enfermera se acercó a mí, quería levantarme y salir de ahí, pero estaba demasiado débil para hacerlo.

-Tranquilo joven, le diré a sus amigos que ya despertó y ellos vendrán a verlo en unos minutos, solo sea paciente por favor-

La enfermera me tomo de las manos y me sonrió antes de retirarse. No sabía que estaba pasando, como llegue a un hospital, no debo estar aquí, pueden saber mi nombre y arrestarme. Pase mis manos por mi rostro en señal de frustración y desesperación, no sabía que hacer, necesitaba a mis amigos, necesitaba a mi hermano, necesitaba a Jeongin...

- ¡Jinnie! – Seungmin entro con rapidez al cuarto y se dedicó a rodearme con sus brazos, no le importaba si me lastimaba, solo quería tener su contacto físico.

UN NARCOTRAFICANTE ENAMORADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora