Beomgyu había vívido su vida siendo esclavo de su propia familia lleno de alfas, en la sociedad actual de la manada Choi, un omega era vergüenza para su familia. Beomgyu jamás sintió que es el cariño, no puede hacer o decir sin pedir permiso, Él ya...
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Beomgyu estaba tranquilo, feliz y extrañamente su omega estaba cómodo por primera vez en mucho tiempo.
Taehyun no lo dejo de mimar por un buen tiempo, le había dicho cosas tan bonitas que nunca había escuchado y eso le había puesto muy feliz y sentía que su corazón saltaría de tanto latir.
Se había dado cuenta que su alfa cumplía años, Beomgyu lo abrazo fuertemente sin querer soltarlo y Taehyun tampoco se había negado.
Pero Taehyun tuvo que irse ya que Gaeul lo estaba buscando para almorzar y lastimosamente el alfa tuvo que salir a empujones por su primo Bang Chan.
Aunque Beomgyu le temía a Chan y no era culpa de el alfa, sus padres le habían dicho que un omega como el no merecía ser tratado bien así que Beomgyu tenía esa inseguridad en él.
No tardo mucho cuando la sonrisa de Beomgyu se borró al ver a cierta alfa en la puerta de su habitación.
Jangmi miraba a su hijo con asco, con repulsión y con enojo. Beomgyu rápidamente bajó de su cama y se arrodilló frente a la alfa, el omega tenía miedo y estaba al borde de las lágrimas.
— Estas demasiado feliz ¿Por qué tuve que embarazarme de ti? — la alfa camino a pasos lentos hasta quedar en frente del omega. — Tan feo, tan despreciable, un omega — la alfa mencionó con asco y no evito escupir en el rostro de su hijo. — Jodidamente insoportable.
Beomgyu sollozo al escucharla, no era la primera vez que le decían ciertas cosas, pero le dolía cada vez más.
—Nunca tendrás a alguien que te quiera, jamás tendrás un alfa porque nadie quiere un omega feo, llorón e inútil.
La alfa soltó su veneno con fuerza hacia su hijo, odiaba que Beomgyu sea así de sumiso. Con una sonrisa miró a Beomgyu que lloraba en el piso aún arrodillado, le encantaba ver así a Beomgyu.
— ¿Algo que decir omega? — la alfa sonrió aún más al ver que Beomgyu negaba lentamente con su cabeza. — Eso es bueno.
La alfa inspeccionó el lugar en donde se quedaba su hijo y sonrió burlona al ver a Beomgyu temblando en el suelo.
— No miento cuando dije que eres un inútil Beomgyu, ¿Crees que no hemos pensado en venderte? — Jangmi sonrío aún más. — Beomgyu eres un jodido...
Jangmi se quedó callada al escuchar que lo llamaban en la planta de abajo.
La alfa miro con asco al pequeño cuerpo que no paraba de temblar y salió del ático rumbo a la cocina, sin antes cambiarse de ropa ya que no quería llamar la atención de sus invitados con el aroma dulzón de Beomgyu.
En cuanto al omega, solo se quedó tirado en el suelo sin parar de llorar y pensar en las frías y duras palabras de su madre.
El omega negó y se hizo una pequeña bolita aún tirado en suelo sin dejar de sollozar y reprimir unos gritos dolorosos, necesitaba salir de ese lugar lo más antes posible.
