Día 11.
Como Jeongin lo había prometido un día anterior, no buscó a Hyunjin ni a sus amigos en el receso, ni siquiera había ido a la cafetería, ese día prefirió almorzar solo en su facultad, ya hacia mucho que no lo hacía y por ello recibió miradas curiosas, pero hasta ahí.
Por su parte Hyunjin, Minho y Seungmin almorzaban con el silencio acostumbrado en el que solían hacerlo cuando Jeongin no estaba.
- No sé qué está planeando Innie - Seungmin fue el primero en hablar.
- ¿Por qué lo dices Seung? - Minho le preguntó en lo que Hyunjin también posaba su mirada en él.
- Me dijo que estaba preparando algo, pero no sé qué es, supongo que te lo dijo Hyun - ahora él lo miraba de vuelta.
Hyunjin solo asintió recordando que el día anterior había recibido un mensaje suyo diciéndole que no lo buscaría muy temprano por lo que sintió nuevamente esa tranquilidad al no tener que estar junto a él.
- Hoy es viernes, ¿iremos a la fiesta? escuché que es buen sitio - Minho cambió rápidamente el tema.
- Yo no, tengo que estudiar - Seungmin sonó desanimado.
- Yo tampoco, hoy es "ese día" - dijo Hyunjin haciendo comillas entre sus dedos con las dos últimas palabras.
Sus amigos ya no dijeron más, ni durante el almuerzo, ni cuando regresaban al salón ni todo el tiempo restante de clases. No querían por nada del mundo incomodar a su amigo, hoy era un aniversario más desde que su familia se destruyó y sabían que Hyunjin se ponía muy sensible por eso.
Quien no tenía idea de ello era Jeongin que muy animado se dirigía a casa de Hyunjin, calculaba que el alto ya se encontraba en casa por lo que tomó su celular, el suéter del mayor, dinero y las llaves de su casa y así se puso en marcha hacia la del mayor.
Tocó insistentemente pero nadie salía, pensó que se había apresurado y cuando estuvo a punto de volver a tocar la puerta se abrió dejando ver a un Hyunjin terrible, en pijama, con los ojos rojos e hinchados así como su linda nariz. Jeongin se extrañó tanto pues nunca lo había visto de esa manera y se imaginó que había pasado algo realmente grave como para que estuviera así.
- Vete de aquí - su voz ni siquiera sonaba molesta como siempre, más bien era como alguien que quisiera estar solo.
- No lo haré.
Hyunjin no tenía ni fuerzas para pelear con el fastidioso así que lo dejó pasar, cosa que por vigésima vez le parecía extraña. Al estar de frente lo único que el rubio sintió fueron unos brazos enrollar su cintura. Jeongin lo estaba abrazando, tenía mucho que no recibía alguno que no supo qué hacer, solo se quedó parado y no reprimió sus lágrimas, se sentía tan cálido el toque, ardía aún pero de manera cálida.
- Por hoy solo olvídate de que me odias Hyun y no me eches de tu casa, quiero estar contigo.
Hyunjin solo asintió, las palabras no salían de su boca y solo era como un títere manejado por su propio sufrimiento.
A eso sí estaba acostumbrado, a los sentimientos de dolor, por eso se negaba y odiaba los de felicidad porque sabía que esa era momentánea y después vendría el dolor de nuevo. Hundido en sus propios pensamientos no se dio cuenta cuando Jeongin tomó su mano y ahora se dirigían a un sitio dentro de su casa, su sala no era, iban directo a...
- No iremos a mi cuarto Jeongin, qué estás pensando hacer - paró al ver a dónde se dirigían.
Jeongin solo sonrió por la cara asustada de Hyunjin, se veía tierno así.
- Solo nos recostaremos y veremos una película, tranquilo, eso me funciona cuando estoy triste - hizo que caminaran, pero Hyunjin lo detuvo de nuevo.
- Un momento, ¿cómo sabes dónde está mi cuarto? - solo vio como Jeongin reía.
- Seungmin me lo dijo.
- Maldito traidor.
Al llegar a su cuarto Jeongin quedó impactado por como lucía, el lugar era tan triste que ni él podría estar ahí pero haría un sacrificio. Acostó a Hyunjin y lo cubrió con su sábana como si de un niño se tratara, se recostó junto a él y empezó a buscar una película en la televisión que estaba frente a ellos.
- Veremos una película triste - dijo Jeongin con una sonrisa.
- ¿Por qué veríamos eso con el ánimo que tengo?
- Porque así puedes llorar sin tener que dar explicación del por qué lo haces, solamente dejas ir tus lágrimas.
Hyunjin entendió lo que quiso decir Jeongin e internamente le agradeció no presionarlo por saber la razón de su llanto, lo volteó a ver y estaba tan concentrado buscando una película que no notó la pequeña sonrisa que Hyunjin le dedicó.
Hachi fue su elección y sin duda alguna había sido la mejor pues los dos lloraron hasta quedarse secos, Hyunjin se olvidó del verdadero motivo de su tristeza y se concentró en la película mientras que Jeongin se olvidó de que estaba con el chico que le gusta y debía mostrarse lindo en todo momento ya que aproximadamente 20 veces le había dicho "ay Hyunjin" mientras se sonaba la nariz.
Ninguno se dio cuenta que había quedado acostados muy pero muy cerca y después de que culminara la película se voltearon a ver.
- Te ves horrible llorando Jeongin - dijo con una sonrisa que se formó inconscientemente.
- No puedo decir lo mismo - soltó una risita - te ves precioso incluso llorando - al no recibir una respuesta de su parte continuó - ¿te gustan los perros?
- Sí.
- Si me rechazas asegúrate de adoptar un perrito para que ya no te sientas solo y no me extrañes.
- No lo haré Jeongin.
- ¿No me rechazarás? - sonrió con más emoción.
- No te extrañaré.
- Eso espero - sonrió ahora con nostalgia.
Hyunjin nuevamente se acomodó viendo al techo y Jeongin lo imitó.
- Hace 6 años mis papás se divorciaron - Hyunjin soltó de la nada.
- Lo siento.
- No me tengas lástima.
- No es lástima, solo quiero que no te sientas solo.
Por instinto Jeongin se giró y quedó viendo el perfil de Hyunjin así que lo único que pudo hacer fue recostar su cabeza en el pecho del mayor y pasar uno de sus brazos por el abdomen.
- Estás haciendo más de lo necesario Jeongin, olvida cómo me viste hoy, fui tan miserable.
- No digas eso, está bien sentir.
- Claro que no, tú tienes a tus padres juntos ¿no? - se escuchaba molesto.
- Sí pero - Jeongin trataba de hablar.
- Pero nada, no sabes que es tener felicidad y que de la nada te la quiten.
- Quiero que seas feliz Hyunjin, déjame hacerlo.
- Jeongin - ya no se negaba solo no quería ceder.
- Ya es tarde - se sentó en la cama y Hyunjin sintió frío cuando el castaño se alejó - solo venía a traerte tu suéter que olvidaste ayer.
Hyunjin asintió y sin decir nada ambos caminaron a la puerta.
- Gracias - Hyunjin dijo antes de que el otro se fuera.
- Cuando te sientas triste llámame, siempre voy a querer escucharte Hyunnie.
Y con una tierna sonrisa Jeongin se fue.
Hyunjin nunca había dejado que nadie lo viera de esa manera tan vulnerable pero no podía hacer nada contra la presencia de Jeongin, con eso en mente caminó a su habitación, cuando se sentó de nuevo en su cama notó que había una nota en donde antes estaba sentado Jeongin.
"Te estoy amando en todas tus facetas" - Jeongin.
Y de manera sincera, Hyunjin sonrió.
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15 dίᥲs ρᥲrᥲ qᥙᥱ gᥙstᥱs dᥱ mί ꨄ hyunin
Roman d'amour- Hyunjin ¿quieres ser mi novio? - Ni siquiera te conozco niño. No, no iba a ser nada fácil conquistar a Hyunjin, el chico que todos quieren pero nadie ha podido conseguir, sí que sería un trabajo difícil para Jeongin. Pero vamos, Jeongin es el chi...