CAPITÁN ROGERS

CAPÍTULO EXTRA

⚠️CAPÍTULO 18+⚠️

-Tu departamento sigue exactamente igual...

Natasha murmuró después de que Steve soltara su mano al entrar a su viejo apartamento. Había sido el año más largo y miserable de su vida. Sin embargo, la espera había valido la pena.

-No he pasado mucho tiempo en casa desde entonces.

Rogers hizo una pausa, la abrazó por la espalda y besó su coronilla antes de que ella girase entre sus brazos y se colgara de sus hombros para corresponderle.

-¿Qué pasará a partir de ahora, Steve?

Nat lo miró fijamente mientras una pequeña punzada de temor invadía su pecho, aún le parecía irreal el que finalmente pudiesen estar juntos después de todo lo que les había sucedido.

-Sería un gran mentiroso si te digo que todo estará bien, que seremos inmensamente felices y que no tendremos que preocuparnos jamás por lo que pueda suceder en un futuro, nena. Sin embargo, esa no es nuestra historia... Tu como la mejor espía de Shield y yo como un viejo veterano de guerra... Pienso qué tal vez será algo complicado, si, habrán obstáculos que nos harán tropezar y quizá también haya un poco de diferencias entre nosotros, pero siempre nos tendremos el uno al otro para apoyarnos en los días difíciles. -Steve le respondió con toda la honestidad de su corazón mientras ella lo escuchaba muy atenta.

-Suena a que no será una misión nada sencilla. -Natasha sonrió mientras acariciaba las mejillas de aquel hombre que tanto adoraba.

-Y no lo será, amor, pero te amo y haré todo lo que esté en mis manos para que esto funcione. No te perderé de nuevo.

El rubio peinó los mechones cortos de su cabello escarlata detrás de sus orejas mientras el par de esmeraldas que tenía frente a él lo escaneaban con anhelo.

-No pienso ir a ningún lado sin ti, bobo. Así que acepto los riesgos de esta peligrosa misión. -Ambos intercambiaron una mirada divertida.

-Yo también lo amo, Capitán Rogers, demasiado y patearé el trasero de cualquiera que intente separarnos. -Natasha sonrió con coquetería para después sentir como los fuertes brazos de Steve la envolvían hasta estrecharla cálidamente contra su pecho.

-No seré el tonto que se oponga a eso. Ahora, si no hay más que agregar, me gustaría hacerle el amor a mi chica.

Rogers sonrió sobre sus labios color melocotón antes de presionar su boca con la suya con mucha suavidad, robándole una sonrisa preciosa que causó que su estómago revoloteara.

-¿Tú chica?

Ella preguntó entre besos pausados y jodidamente apasionados mientras él caminaba con mucha agilidad con ella de espalda en dirección a su habitación. Sus lenguas se dieron la bienvenida e iniciaron una lucha de poder que de a poco les fue robando la respiración.

-Mmju... ¿No te gusta?

Rogers ronroneó mientras los dedos delgados y fríos de Nat se perdían entre las hebras de su pelo rubio para después ir bajando sin prisas hasta llegar a su torso y rodearlo para descender a su cintura, deteniéndose justo en el borde de su camiseta.

-Me agrada como suena...

Ella susurró entre suspiros antes de quitarle la estorbosa prenda y mandarla a volar muy lejos para luego sentir como su cuerpo caía con delicadeza sobre el mullido colchón a su espalda. El americano se acomodó entre sus piernas y sin separar sus labios de los suyos le devoró la boca con un hambre indescriptible. La temperatura de sus cuerpos comenzó a elevarse hasta provocar que la sangre les hirviera y en un par de segundos la ropa de ambos comenzara estorbarles.