La KGB es quien realmente saca del hielo a Steve Rogers, mejor conocido como el legendario Capitán América.
Capturado bajo amenazas para el propio beneficio de la Unión Soviética, queda prisionero bajo la custodia de una misteriosa y hermosa rusa d...
Un ruido proveniente del otro lado de la puerta de la habitación sacó a la pelirroja de su profundo sueño. Por primera vez en mucho tiempo no había tenido pesadillas, lo que le permitió descansar lo suficiente. Aún sin abrir los ojos, Natalia podía sentir los delgados rayos de luz filtrarse por las ventanas, comenzó a moverse en su lugar sintiendo un gran bulto cálido en su espalda, y lo que ella creía que era una suave almohada no era más que el brazo de su compañero reposar bajo su cabeza.
Nat abrió los ojos y frente a ella no vio más que la mano de Rogers sostener la suya. La rusa se giró para encarar al rubio que yacía profundamente dormido a su costado y boca arriba, tenía el cabello revuelto y sus lindos labios entre abiertos, casi como si la estuviese invitando a besarlos.
La rusa se sentó en su lugar evitando despertarlo ya que seguramente estaría adolorido por lo de anoche... Y se refería a la herida, pero sí, lo de anoche había sido la experiencia más apasionante que hubiese experimentado en toda su vida, aunque hubiese terminado mal... Aquellos recuerdos hicieron que una sonrisa pícara se le escapara de los labios, imaginar las manos de Rogers acariciar su cuerpo, la pasión de sus labios mordisqueando los suyos y sus besos humedeciendo cada milímetro de su piel le pareció simplemente excitantes y eso solo causó que un escalofrío recorriera su piel cálida.
La pelirroja observó la perfecta anatomía del americano frente a ella, lo tonificado que tenía sus brazos y pectorales, y como ignorar el camino de pequeñas marcas amoratadas que descendían desde su cuello hasta su ombligo. Aquello provocó que Nat se mordiera el labio inferior, recordando como el rubio había permitido que su boca poseyera su cuerpo, saboreando el tacto con su piel, con sus besos.
Finalmente su vista aterrizó en su herida, que sin haberla recordado había sido la única consciente en esa habitación, avisando que quizá estaban a punto de cometer una locura, algo de lo que quizá podrían arrepentirse... o quizá no...
Nat soltó un largo y profundo suspiro para después por fin levantarse de la cama. Debían seguir su camino, no podían estancarse en Ucrania, Rogers debía llegar a Estados Unidos y ella, bueno, ella ya vería que planes tenía el destino para su ruso trasero.
Nat miró el reloj, eran exactamente las 7am. Casi no había dormido, pero se sentía bastante descansada y quien no... Se dispuso a tomar una rápida ducha, y se colocó un vestido que encontró en el closet para luego abandonar la habitación y encontrarse con Mila. Ella era la única persona que había visto en ella algo bueno, claro antes de conocer a Rogers.
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-Как ты спал красиво? Я позволил тебе отдохнуть этот мальчик? (¿Cómo dormiste preciosa? ¿te dejo descansar ese tonto?).
-На самом деле я спал довольно хорошо. (De hecho dormí bastante bien). -Dijo soltando una gran sonrisa.
-Большое спасибо за то, что приняли нас, мы не знали, куда еще идти. (Muchas gracias por recibirnos, no sabíamos a dónde más ir). -Dijo cambiando su tono a uno más serio.
