⚠️CAPÍTULO 18+⚠️
Al llegar al pie de la cama Steve bajó a la pelirroja de su cintura para quedar de pie frente a ella. Llevó ambas manos a las mejillas de Nat para mirarla a los ojos y unir sus frentes con dulzura. El ritmo cardíaco de ambos estaba a punto de reventar, sentían sus corazones desbocarse bajo sus pechos, mientras que aún con la respiración entrecortadas intentaron recuperar el poco aliento que les quedaba sin conseguirlo.
Era una realidad, Steve ya no podía contenerse más así que se dejó llevar por sus más bajos y puros instintos, por el terrible deseo que sentía por poseer a su compañera fugitiva y por el inmenso amor que sentía por ella desbordar por cada extremo de su cuerpo.
Con suma delicadeza bajó sus manos hasta el borde de su camiseta y comenzó a subirla lentamente, no sin antes mirarla a los ojos como si quisiera que ella aprobara aquel pequeño acto. No fue necesario que Nat hablará ya que su mirada esmeralda tan profunda hablo por sí sola.
Rogers pasó saliva y la subió la prenda despacio hasta rozar su piel tibia con la yema de sus dedos, provocando que la sangre le hirviera a ambos bajo sus venas. Natalia elevó sus brazos y le permitió despojarla de aquella pieza de ropa para después verla volar en alguna dirección.
El capitán llevó sus manos a los costados de su diminuta cintura e inició un viaje curioso por toda su columna vertebral, deslizando sus dedos bajo su cabello rizado y pelirrojo hasta llegar a su cuello, lugar donde sumergió su nariz para comenzar un inapropiado, pero placentero camino de besos y mordiscos sobre toda su piel cremosa. La rusa ladeó su cabeza y le dio vía libre para que continuara.
Había sido inevitable que Steve sintiera como se estremeció ante su toque, ante sus besos y antes la cercanía de sus cuerpos. Era un momento que definitivamente no podía describir con palabras simples.
-Steve...
Natalia suspiró tan bajito que se sintió incapaz de agregar más, no podía, no quería arruinarlo.
-Hmmm...
El rubio ronroneó y bajó escrupulosamente hasta llegar a su clavícula para recorrer a besos el contorno y valle entre sus senos. Quería dorarla completita, así que no dudó en descender a su abdomen plano hasta llegar a la cintura de su pantalón y quedar prácticamente arrodillado ante ella.
El americano estaba decidido, nada impediría lo que tenía en mente, desabrochó el botón de su pantalón y lo deslizó con dulzura hasta bajarlo a sus rodillas y hacerlo desaparecer de su camino también.
Steve tomó aire y al tener el perfecto cuerpo semi-desnudo de Nat frente a él, no pudo evitar que una bomba de calor explotara por todo su cuerpo, enardeciendo su piel, mientras su sangre viajaba a mil por hora por sus venas para concentrarse en una parte en específico, su entre pierna.
-No me parece justo que yo sea la única en esta habitación con desventaja.
Natalia le reprochó con una sonrisa coqueta que lo sacó de sus pensamientos. Steve se había quedado momentáneamente estático, nunca antes en su vida había visto tanta piel desnuda hasta aquella noche.
-Bueno... Creo que eso se puede arreglar...
Steve se puso de pie y se aclaró la garganta para salir de su pequeño y vergonzoso letargo. En su cabeza había soñado bastante atrevido y no se equivocó cuando Nat lo miró con unos enormes ojos bastante sorprendidos y a la vez juguetones.
-¿Quién eres tú y que has hecho con el Capitán Rogers? -Nat preguntó divertida, dejando que una risita dulce y contagiosa escapara de su interior.
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CAPITÁN ROGERS
FanfictionLa KGB es quien realmente saca del hielo a Steve Rogers, mejor conocido como el legendario Capitán América. Capturado bajo amenazas para el propio beneficio de la Unión Soviética, queda prisionero bajo la custodia de una misteriosa y hermosa rusa d...