CAP 17 ENCUENTRO

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Steve no podía creer que la pelirroja por fin hubiese permitido que la besara, que bajara la guardia y le permitiera cruzar las barreras que solía imponerse. Sus labios eran tal como los había imaginado, suaves y jugosos, podía jurar que hasta podía sentir un ligero sabor a fruta sobre ellos, lo que definitivamente provocaba que sus ganas de seguir saboreando de sus besos aumentarán cada vez más y más.

Por otro lado, Nat recibió ansiosa los labios del americano para dejar que la besara tal y como lo había deseado en la ducha. Y si, al igual que él, la rusa estaba experimentando algo completamente nuevo para ella y sentir el movimiento de sus labios torpes danzar lento y dulcemente sobre su boca la tenía vuelta loca. Sin embargo, la necesidad de ir por un poco más comenzó a poseerlos, querían explorara sus cuerpos, sentir la piel tibia del otro y unir su pasión hasta volverse uno solo.
Eso era exactamente lo que deseaban.

Sin romper la unión de sus labios, Natalia subió su mano cuidadosamente desde el cuello de Rogers hasta su cabeza para enredar sus dedos en su cabello rubio y así poder atraerlo más contra su cuerpo. Fue inevitable que su cuerpo reaccionara cuando la punta erguida de sus pezones sintieron el sensual roce de su torso desnudo presionar sobre ellos en cada respiración mientras sus piernas se abrían para invitarlo a acomodarse entre ellas.

La pelirroja decidió intensificar el movimientos de su boca, y en pocos segundos aquel beso se convirtió en uno mucho más apasionado y necesitado que les permitió saborear de su encuentro a su antojo. Steve trató con torpeza de seguir el ritmo acelerado de sus labios hambrientos, al menos hasta que sintió las pequeñas y suaves mordidas que Natalia comenzó a dejar sobre su labio inferior para permitir que la falta de aire no los interrumpiera.

Era excitante poder sentir como sus dientes estiraban y succionaban sus labios con ternura, así que Steve se armó de valor para dar su segundo paso... Acomodó su rodilla entre sus piernas y se recargó un poco más sobre su cuerpo hasta sentir como el par de senos blancos y redondeados de la rusa se presionaron contra su pecho desnudo.

El capitán deslizó su mano hasta la curva de su cintura y con una delicadeza impresionante inició un sensual viaje por el costado de su cuerpo que lo dirigió hasta la suave piel de su muslo, lugar en el que se detuvo un instante.

El tacto de su mano masculina recorrer su piel desnuda había conseguido que cada centímetro de ésta comenzara arder deseosa y que un escalofrío subiera por toda su espalda, lo que provocó que Nat mordiera con rudeza el labio de Steve, quien no pudo evitar que un gruñido ronco se le escapara de los labios. La rusa aprovechó justo ese momento para robarle un beso apasionado e introducir ágilmente su lengua dentro de su boca.

-Hmmmm...

Ambos gimieron ante la inesperada sensación y a pesar de que Steve se sorprendió un poco al principio, trató de corresponder lo mejor que pudo. Si bien era cierto que nunca antes en su vida había dado un beso tan apasionado como ese, de hecho no tenía experiencia en besar mujeres, pero permitió que Nat explorara su boca a su antojo. Recibió cada beso con ternura y disfruto de cada una de las caricias que dejó su lengua al rozar sus labios con sensualidad.

Todo era nuevo y extraño, pero muy excitante, tanto que poco tiempo pasó para que una peligrosa ola ardiente de calor recorriera sus extremidades. El rubio soltó un jadeó involuntario y sintió como toda su sangre acalorada recorrió su venas para concentrarse en la parte más sensible de su hombría.

Nada pudo hacer al respecto para evitar que su miembro reaccionara ante todos esos besos tan subidos de tono. Y para ser honestos, nunca antes en su vida de soldado había sentido en carne propia aquellos instintos tan primitivos, le asustaba un poco, pero Nat le daba la seguridad que necesitaba para continuar.

CAPITÁN ROGERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora