I: El principio de todo

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No entiendo qué estamos haciendo todos aquí. Bueno, mentira. Sí que puedo llegar a entenderlo, pero no deberíamos de estar haciendo esto, es demasiado ilógico.

Oscuridad, silencio...

Tengo un muy mal presentimiento de todo esto, y mira que nunca me han dado miedo esta clase de cosas, al contrario.

Pero maldigo el momento en el que me siguieron.

Últimamente han habido asesinatos—bastante macabros, a decir verdad—, secuestros, cosas extrañas que están sucediendo...Y, sin embargo, no saben quién ha sido. Así de incompetente es la policía.

¿A qué se debe? ¿Locura? ¿Venganza? No...Hay algo más detrás, mucho más.

Hay mucha gente inteligente que tiene morbo con esas cosas y van a investigar por ellos mismos. Y lo peor de todo es, que nosotros somos de esos seres inteligentes. Bueno, y más lúcidos eran ellos cuando me siguieron al verme entrar a un gran y tétrico hospital.

Aun así, yo pensaba que hoy era el día. Hoy era el día en que lo iba a descubrir todo y encontraría lo que tanto buscaba.

— Esto es absurdo—Dije con una mueca de desagrado. Ellos sólo estaban allí por el morbo de la oscuridad y lo sobrenatural, no por el objetivo que yo tenía en mente.

— Vamos, será divertido—Exclamó Marc dándome un amistoso codazo—. Además, eras tú la que más deseaba venir aquí.

— Sí, pero no con vosotros—Respondí cortante.

Si, así era, desgraciadamente. Mi compañera de piso se enteró de que en algún momento, tarde o temprano, querría ir a ese hospital. La razón no la sabía del todo, no le dejé indagar más en mi vida privada porque no me gustaba para nada. Y mucho menos lo iba a saber Marc. Pero claro, su lengua se tuvo que ir por las ramas, comentándoles a nuestro ''grupo'' que estaría bien ir a un hospital psiquiátrico justo cuando habían noticias no muy agradables de aquél lugar.

Dí que si. ¿Verdad que somos listos?

— No seas tan amargada—Volvió a hablar Marc, quien iba delante de todos con una linterna en la mano, para luego extendernos otras a nosotras—. Esto es muy interesante. Podríamos encontrar algo de gran valor en este hospital, es muy lúgubre y misterioso.

— Porque es un hospital psiquiátrico, pedazo de idiota—Hablé con molestia. Negué con la cabeza—. Vosotros sólo estáis aquí para pasároslo bien...—Suspiré con pesadez al notar el brazo de mi compañera—Pero con estas cosas no se juegan.

— Pero si eras tú la que estaba por aquí. Te encontramos en la puerta, Eva—Me reprochó mi compañera de piso, Sam.

— Yo sola—Repetí de nuevo, casi en un cansado bufido—. No estoy aquí por el mismo motivo que vosotros.

Lo mío es algo personal, no un simple interés que se pueda saciar así como así. Igualmente, es cierto que pienso que con este tipo de cosas no se puede jugar, es mejor no tentar a la suerte. Pero era mejor tentarla una sola persona que dos más.

— Pues va a ser que no—Rió ella—. Ahora estamos aquí todos juntos, vamos a investigar. Y deja de tener esa cara tan seria—Me pellizcó la mejilla—. Que no pasará nada malo.

Espero que tengas razón, porque esa sensación no se va de mí por más que quiera...

"Perdiendo la cabeza".

Cualquiera diría que el edificio estaba habitado debido al silencio sepulcral que lo anidaba. Desvié mi mirada hacia mi compañera—La cual me cogía de la mano por el miedo— y, después, hacia el castaño de Marc; Él estaba totalmente inmerso en la situación, no se dejaba ni el orificio de una ya masacrada pared.

The dark of your soul |The Evil Within|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora