The dark of your soul |The Evil Within|

XXX: Paso a paso

Narra Eva

Cada nuevo dominio parece más siniestro que el anterior. 

Obviamente esto era recuerdo de alguien. De alguna persona de tantas que habían estado aquí metidas, pero me pregunto quién tendría semejante memoria. 

Y locura, también. 

Me giré para asegurarme de que Sebastian seguía conmigo en completo silencio. En cuando lo vi investigando otra zona, suspiré de alivio. 

Nunca iba a saber cuándo iba a ser la próxima vez que nos separasen. 

Poco a poco iba averiguando cómo funcionaba ésto, pero al mismo tiempo me desorientaba. No entendía a la perfección el poder estar de un momento a otro juntos, y al siguiente desaparecer de la nada hasta que alguien se decidiera a volver a jugar con nuestros cuerpos. 

De todas formas, necesitaba atesorar el máximo tiempo posible con el detective ahora que lo tenía aquí. 

— Eva, ¿Estás bien?

Sin mirarle, asentí. 

— Sólo estoy un poco...Confundida, no sé— Admití. Me sobé la muñeca, incorporando mejor mi postura—. Me gustaría entender un poco más todo esto.  

— A mí también— Lo escuché suspirar—. Pero por el momento me conformo con poder salir de aquí. 

Sí...Tiene razón. 

Aunque yo sí  que siento cierta atracción, si la puedo denominar así, por averiguar todos los secretos que envuelven lo que ocurre. 

Incluso con Ruvik. Él...Nunca sé qué le pasa por la cabeza, o cuales son sus verdaderas intenciones a parte de deleitarse con la supervivencia de los demás. 

Puede que sea un juego para él. Una partida sádica. No obstante, algo me dice que hay más escondido en ese hombre. 

De todas maneras, no debería de pensar tanto en él. Es lo mejor. 

— Vamos por esta puerta de aquí, quiero ver qué hay...— Bufé por mis propios pensamientos. Y, ante su voz tan desconfiada, me puse en guardia. 

— No voy a decir lo que me parece este lugar— Indiqué. Seb me miró de reojo.

— Me da la sensación de que todavía no hemos visto nada— Dijo. Me encogí de hombros mientras lo seguía, abriendo la puerta—. Espera a que sigamos hacia adelante.

— ¿Emocionado por ver qué horrores nos deparan, detective?— El moreno sonrió ante mi tono de burla, socarrón. 

— Sí...Estoy encantado. 

Esbocé una ligera mueca de comodidad, investigando el recinto lleno de tuberías por donde ahora transitábamos. 

Pero ese manso ademán cambió de sólo ver hacia dónde nos metíamos; Un recinto lleno de toxicidad en forma de gas. No podíamos respirar apropiadamente. 

Tosí repetidas veces, junto a Seb que me ponía una mano en el estómago para que parase.

— ¿Hay alguna forma de que podamos pasar...?— Recité a duras penas. 

— Voy a ver si hay alguna palanca por aquí, tú intenta taparte como puedas— Me señaló la boca y asentí de inmediato, buscando alguna forma de hacer lo que decía. 

— Ten cuidado. 

Con una sonrisa de su parte como respuesta, el moreno se marchó a buscar una salida.