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Jisung se despertó al día siguiente a las 5:00 am, no era como que no quería dormir hasta tarde, pero ya estaba tan acostumbrado a despertar temprano que no podía evitar madrugar.

Ese día Chan se lo había dado libre, así que no tenía nada que hacer en la mañana.

Se sentó en el balcón con una taza de café a ver el amanecer, era un segundo piso pero aun así podías ver claramente el horizonte, cerro los ojos y se puso a pensar: Jeongin por favor ya no te enfermes más, pensó para si mismo, sabía que eso no podía pasar, su hermano nacido con esa condición y no había cura para ello, de la nada la idea de comprar mas comida llego a su mente...15.000 wons el pollo, 15.000 la carne, 8.000 los huevos, 20.000 las frutas.

Su mente se había vuelto una calculadora hacía ya años, tenía la mala costumbre de pensar tanto en el dinero y en la felicidad de su hermano que siempre se dejaba de lado en el sentido de que no se compraba ropa desde hace años por lo cual la poca que tenía estaba gastada y vieja, él mismo optaba con cortar su cabello y hacía años que no iba a checarse a un medico o revisarse los dientes, todos esos lujos los dejaba para Jeongin, ya después tendría tiempo para él.

Abrió los ojos cuando los rayos del sol se hicieron presentes, poco a poco se dejaba ver un hermoso amanecer el cual Jisung se sentía afortunado de poder presenciar, era en esos momentos en los que se olvidaba de sus problemas y prefería dejar la mente en blanco y simplemente admirar el paisaje, una vez su madre le dijo que a la gente buena siempre le pasan cosas buenas, pero también decía que no podías tener éxito sin sacrificios, eso dejaba a Jisung pensativo ¿Era su vida mala? ¿Era feliz? ¿Su hermano era feliz? ¿Cuándo iba a a poder descansar? Una vez escucho a Jeongin decir que quería ir a la playa y tener una casa con piscina, Jisung se juró a si mismo que lo haría realidad, llevaría a su hermano al mar y vivirían en una casa con una gran piscina, tendrían un auto bueno para transportarse a donde ellos quisieran y tendrían tanta comida que tendrían que invitar a gente a casa para que los ayudasen a comerla, y sobre todo, el día que Jeongin se enamore él lo ayudaría a pagar la boda más maravillosa del mundo, lo haría, haría lo que fuese necesario para darle una vida cómoda a su hermano.

Cuando el sol salió en su totalidad ya era las 6:00 am así que fue a preparar el desayuno. Cuando se hicieron las 7:00 am Jeongin se levantó de su cama por el delicioso olor de los huevos.

—Buenos días— saludó Jisung desde la cocina.

—Buenos días— dijo un adormilado Jeongin.

—Ya esta casi listo el desayuno, ve lavándote para ir a la escuela.

—Hyung, hoy es día libre— mencionó sentándose en la mesa.

—¿Qué?

—Si, hoy no hay clases ni trabajo.

—Oh...— dijo llevando los platos a la mesa— bueno supongo que...— fue interrumpido por una llamada entrante— dame un segundo, cuidado esta caliente—salió a contestar a la cocina.

¿Hola?

¡Jisung que bueno que estas despierto! Una disculpa por llamar a esta hora.


Buenos días, Seulgi. No te preocupes, me gusta madrugar ¿Pasa algo?


Si, bueno, hay una pequeña situación.

¿Pasó algo malo?


Nada malo, es solo que debido a mi trabajo no tengo días libres como estos y me encuentro en un apuro, Seungmin esta solo en casa porque la mujer que trabaja allí tuvo una emergencia y no se hasta que hora regresa, me preguntaba si podías pasarte unas horas a cuidarlo, te pagare el doble

EL NIÑERO ➺ MINSUNG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora