EL NIÑERO ➺ MINSUNG

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maratón últimos capítulos 1/3

Minho abrió los ojos al día siguiente. Sentía un peso en el pecho que no reconoció al principio, pero luego sintió un pico en la nariz a causa de los castaños cabellos y allí recordó la maravillosa noche que habia pasado con su amado novio.

El pelinegro miró hacia abajo y se fijó en el pequeño chico que dormía plácidamente sobre él. Se movió ágilmente bajando la cabeza de Jisung de su pecho y dejándolo sobre la almohada, se levantó de la cama y fue hasta el baño para cepillar sus dientes y lavar su cara, mientras hacía esto último pudo ver reflejado en el espejo como detrás de él aparecía un pequeño ser despeinado con los ojos entre abiertos.

—Buenos días —saludó un adormilado Jisung rascándose un ojo.

—Buenos días, hermoso —respondió Minho cerrado el agua y dándose la vuelta. Se acerco al menor envolviéndolo en sus brazos— ¿Cómo te sientes? ¿Te duele mucho tu trasero?— Jisung rió bajo dando un pequeño golpe en el pecho del contrario y escondiendo su rostro en este.

—¿Por qué me preguntas eso? —dijo riendo avergonzado.

—Pues ahora que somos novios hay que comunicarnos mas, es decir que me tienes que decir como te sientes en todo momento —aclaró mirando hacia abajo la pequeña bolita que Jisung estaba hecho en sus brazos.

—Pero es muy vergonzoso —dijo apenado.

—No importa, puedes decirme lo que sea —lo tomó de la barbilla para que lo mirase— ¿Entonces?

—Solo me duele un poco, nada grave —dijo sonrojado. Minho sonrió y beso su frente.

—Recuerda que no debes sentirte apenado conmigo, soy tu novio.

Jisung sonrió a lo último dicho. Minho ahora era su novio, lo que significaba que todos sus besos, abrazos, caricias y su lujuria eran todas de él y viceversa. Ahora eran una pareja y podrían decir que se pertenecían mutuamente, no en el sentido de posesividad, sino en un sentido de lazo amoroso.

—Bueno, novio ¿Qué tal si desayunamos y subimos a ver a los demás? —propuso sonriente.

—Claro, bebé —dijo dando un último beso en su frente para luego liberarlo y dejarlo asearse.

Ambos ya limpios, vestidos y desayunados subieron en el ascensor al pent-house en donde los recibieron sus hermanos menores corriendo a sus brazos muy felices de verlos.

—Hyung te extrañe mucho —saludó Jeongin en sus brazos abrazando su cuello.

—Y yo a ti, Jeonginie.

—¡Hyung ayer Jeongin tenia miedo porque estábamos a oscuras y yo lo protegí! —dijo Seungmin en los brazos de Minho.

—¡Así es mi loquito! —exclamó revolviendo sus cabello.

—Chicos están aquí —dijo Seulgi apareciendo.

—Buenos días —saludaron ambos al unísono.

—Déjenme decirles que tenemos planes para hoy —dijo juntando sus manos, los cuatro chicos se voltearon a ver entre ellos— Seungmin y Jeongin tienen preparado un día lleno de diversión y juegos con el esposo y la hija de Chae— los dos niños se miraron sonrientes y se dieron los cinco— y ustedes dos chicos tienen preparado una mañana con nosotras.

—Pero...¿Haciendo que exactamente? —preguntó Minho.

—Algo muy divertido —dijo Chaeyoung apareciendo por el ascensor y parándose junto a su amiga.