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Ya eran aproximadamente las 1:15 pm y Jisung seguía en el hospital, Minho había decidido saltarse ese día de clases para quedarse con su chico.

Era hora de almorzar, el menú era: ensalada con pollo y jugo de frutas, el castaño la verdad no le ponía atención a su plato, estaba más preocupado por lo que pasaría ahora, el rumbo que tomaría su rutina y su vida por la decisión que acababa de tomar.

—Jisuuung —canturreó Minho tratando de llamar su atención— debes comer— Jisung lo volteó a ver con un semblante que daba lastima, se veía tan cansado, agotado y desgastado que el mayor quiso abrazarlo y encerrarlo en una burbujita de cristal para que nadie lo tocara.

—No tengo hambre— espetó con desgano rascándose los ojos.

—No importa si no tienes hambre, debes comer, recuerda lo que dijo el Dr. Hwang— sin importarle tomó un poco de pollo del plato acercándoselo a la boca— di aahh— volvió a canturrear abriendo la boca.

—Soy muy grande para el trencito— recordó con una risa cansada.

—Nunca se es muy grande para sentirse un niño— le regaló una cálida sonrisa— ahora di aahh— Jisung lo miró con una sonrisa y abrió la boca, no era tonto ni tenía drama por comer, sabía que no estaba saludable y que si quería volver a su vida normal debía curarse.

Jisung masticaba su comida con gusto, pensaba que no tenía hambre, pero al sentir el jugoso pollo en su boca de inmediato le entro apetito, tomó el tenedor y comenzó a comer un poco más desesperado de lo que una persona normal comería. Minho odiaba ver a Jisung así, enfermo, con hambre, cansado y con los ojos rojos, era consiente de que el menor llevaba una vida atareada, pero nunca pensó que llegaría hasta ese punto.

El mayor miraba como Jisung comía rápido su ensalada y de pronto colocó una mano sobre su cabeza, comenzó a acariciarlo lo cual dejo desconcertado al chico por unos instantes.

—Jisung-ah —llamó en un tono de voz tranquilo— lo estas haciendo bien— pasaba sus dedos por sus suaves cabellos— eres buen hermano, eres buen amigo, un buen empleado y de seguro un buen estudiante. Lo haces muy bien— le regaló una linda sonrisa.

De repente una lágrima se escapo del rostro del contrario, se quedo mirandolo fijamente y poco a poco su cara se frunció en llanto. Eso era todo lo que Jisung quería escuchar, quería que alguien le dijera que lo estaba haciendo bien, que no era un desastre como él tanto creía. Minho al verlo tan vulnerable aparto la mesa de comida y abrazo al pequeño chico, era bueno que Jisung llorase, así podría drenar sus emociones. Se quedaron de esa manera por unos minutos hasta que tocaron la puerta.

—¿Hyung? —llamó Jeongin entrando a la habitación— ¿Por qué lloras?

—J-jeongin-ah —dijo secando sus lágrimas— no es nada, tranquilo, estoy bien—sorbio su nariz— ven aquí— pidió extendiendo sus brazos en señal de que lo abrazara. El menor fue corriendo hasta su hermano, Minho lo ayudo a subirse a la cama.

—Hyung ¿Qué paso? ¿Por qué estas aquí? —preguntó el menor el cual no entendía nada de la situación, pero estaba igual muy preocupado por su hermano.

—Jeongin-ah, lo siento, hay un cambio de planes— dijo colocando sus manos sobre sus pequeños hombros— yo estoy bien, pero voy a tener que quedarme aquí por unos días— el más pequeño cambio de un semblante preocupado a uno casi desesperado.

—¡No hyung! ¡No puedes dejarme solo!

—No vas a estar solo— aclaró aguantando las ganas de llorar— Jeongin yo...Jeongin-ah lo siento, Hyung lo siente mucho, pero ya no vamos a poder seguir viviendo solos— una lágrima corrió por su mejilla— se que te prometí que tendrías tu propio cuarto y sé que te gustaba ese balcón, pero...Hyung debe descansar por un tiempo, lo que significa que nos iremos a vivir con Seungmin.

—Está bien, Hyung— dijo mirandolo con una sonrisa.

Jeongin era un niño, era muy pequeño, pero sabía diferenciar cuando alguien estaba bien o mal y sabía que su Hyung no estaba bien ahora—Jisung hyung, tu me has cuidado mucho, ahora yo te voy a cuidar a ti— recordó aún sonriendo— va a ser divertido Hyung, Seungmin me cae bien— Jisung miró sorprendido a su hermano.

¿Estaba consolandolo? Un niño de 6 años consolando a alguien de 18, el chico pensaba que su hermanito era alguien maduro, bueno, le había tocado madurar de cierta manera, a pesar de los esfuerzos de Jisung por ocultarlo sabía que Jeongin se daría cuenta de cual era su situación real en algún momento, desde antes de tener uso de razón el niño se había criado sin padres, solo por su hermano, un niño criando a otro niño.

—¿Estas bien con esto Jeongin? Sé que nuestra situación no es la mejor.

—Hyung, te estas olvidando de algo— dijo el niño levantando tres de sus dedos— tres cosas muy importantes. Uno, estudios ¿tenemos estudios, hyung?— dijo mirandolo con la cabeza asentida, Jisung sintio de regreso las ganas de llorar, simplemente asintió— dos, salud ¿tenemos salud?— Jisung dudo un segundo, pero Jeongin lo miro con esos ojitos que solo él podía hacer. El mayor termino por asentir— y lo mas importante, amor ¿nos amamos?— Jisung no aguanto mas y rompio en llanto abrazando a su hermano.

—Claro que te amo, Jeongin— dijo aprontándolo en sus brazos.

—Y yo te amo a ti Hyung.









Aww que lindos los hermanos Han. 💛

EL NIÑERO ➺ MINSUNG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora