EL NIÑERO ➺ MINSUNG

3

—Esto tiene que ser una pesadilla, ¡¿Él?!— lo miró incrédulo— ¿Este jodido niño debilucho va a darme ordenes?

—Disculpa— dijo Jisung parándose recto— para que lo sepas soy ADULTO no se que edad tengas, pero no soy ningún niño y soy lo bastante fuerte para valerme por mi mismo y te pido por favor que pares de insultarme— soltó aquello con autoridad, Seulgi lo miro con una sonrisa y luego volteo a ver a Minho.

—A tus 21 años no has demostrado ser un adulto responsable, así que contrate a alguien para que te muestre lo que es serlo. Vas a escucharlo y obedecerlo, no tienes permitido menospreciarlo o insultarlo y si descubro que haces alguna estupidez bajo su cuidado el responsable serás tu— dijo severa— trajo a su hermano con el cual serás amable en todo momento ¿Entendiste Lee Minho?

Decir que Minho se sentía insultado era poco, su madre se atrevía a colocarle de niñero a un tipejo como él, era tan bajito y débil que dudaba que pudiera abrir un frasco de la cocina y además era menor que él, ¿Que si estaba molesto? No, estaba furioso.

—¿ESTAS LOCA MUJER? SOY UN HOMBRE, el hombre de esta casa y no quiero un niñero, soy un adulto maldita sea.

—Pues hasta que no te comportes como uno Jisung no va a dejar de ser el responsable de aquí y por última vez, no me digas mujer, ¡Soy tu madre y debes llamarme así!

Jisung estaba un poco incomodo por la escena que se estaba armando, y debía admitir que no esperaba que el chico que lo salvo el otro día terminaría siendo un adulto niñato, no pensó que se tendría que encargar de él también, pero si eso era parte del trabajo lo haría.

—Me tengo que ir, voy a una reunión— tomó un abrigo— Jisung acompáñame, por favor— dijo caminando hacia la puerta, el castaño la siguió— escucha, se que esto no te lo había mencionado, pero Minho es un chico muy problemático al que quiero poner en cintura, con esto no me refiero a que lo trates como a un hijo, pero si te pido de que trates de hacerle ver que una vida de alcohol, fiestas y mujeres no es la mejor opción. Tu te ves como un chico muy tranquilo y dulce, por favor trata de que al menos estudie un poco más y no se vaya todos los días de casa.

—No se preocupe, Seulgi. Voy a hacer lo posible por que Minho se comporte mejor— la mujer le sonrió y lo dejo allí.

Jisung regreso a la sala y Minho ya no estaba ahí, le extraño mucho y fue a buscarlo, la casa era muy grande y no la conocía por lo cual no sabía donde quedaban las habitaciones, subió las escaleras y pudo escuchar a los niños riendo, soltó una sonrisa y se dispuso a abrir habitación por habitación, algunas estaban vacías y otras eran baños, la última del fondo fue por la que entro. Abrió los ojos como platos al ver a Minho sin camisa y con solo un pantalón en el medio del cuarto.

—¡P-perdona!— se disculpó intentando salir de allí, pero Minho lo sujeto de la muñeca y lo apresó contra la pared.

—Escucha, bonito. No pienso hacerte caso en lo más mínimo ¿Me oíste? Soy adulto y puedo hacer lo que yo quiera, así que no intentes siquiera darme una orden o hacértela de listo conmigo— lo amenazó.

Minho era un chico bastante intimidante, tenía ojos afilados como dagas y facciones duras cuando se enojaba, a pesar de no ser muy alto se veía grande por tu trabajado cuerpo, Jisung en cambio era muy bajito, su contextura era delgada y su cara no intimidaba en lo más mínimo.

—Y-yo...— dijo nervioso. Minho estaba muy cerca de su cara.

Íntimamente hablando, Jisung durante muchos años dudo de su orientación sexual, al principio no entendía como es que lo ponía más nervioso el tener a un chico guapo al lado que el abrazo de una chica bonita, en realidad lo supo cuando a los 15 años su amigo del orfanato le confesó que tenía novia y le dio algo así como un despecho o una desolación, no porque su amigo lo dejase de lado sino porque le ponía celoso el hecho de verlos juntos, también por el hecho de que siempre se sonrojaba cuando lo tenía cerca, y no fue solo él, le paso lo mismo a los 17 con otro chico.