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Los chicos se encontraban en la sala de la casa, Jisung colocaba el tapete de twister mientras los niños jugaban con la ruleta, Minho por su parte estaba de brazos cruzados viendo todo con recelo.

—Bien, creo que ya todos conocemos las reglas, pero las repetiré de todas formas. Hay que girar la ruleta y según lo que caiga debemos colocar nuestras manos o pies en el color, el que se caiga pierde— explicó y los niños asintieron, Minho solo volteo los ojos— como hay mucha diferencia de altura creo que lo mejor será que lo hagamos por equipos.

—¡Si! Yo quiero estar en el equipo de Seungmin hyung— dijo el más pequeño.

—Bien, yo seré equipo de Minho— dijo colocándose a su lado— ustedes primero niños— se sentó en el piso y le dio vuelta a la ruleta— ¡Ok! Pie derecho rojo— dijo animadamente y los niños lo hicieron, siguieron así hasta que los pequeños estaban hecho un pequeño nudo y terminaron por caerse— Bien, aguantaron por 8 minutos, si Minho y yo aguantamos más tiempo el punto es de nosotros— soltó para luego levantarse— vamos— animó al más alto.

Jisung se coloco de un lado y Minho de otro, comenzaron el juego con mano derecha verde, luego pie izquierdo azul, y así siguieron hasta que quedaron en una posición algo comprometedora.

Jisung se encontraba con sus manos izquierda y derecha en amarillo, y su pie derecho en rojo, Minho tenía sus manos en azul y su pie en rojo, el problema era que Minho se encontraba sobre Jisung con sus caras muy cerca, el castaño giraba su cabeza en todas direcciones para no sentir el aliento de Minho. Obviamente los niños no entendían nada de la situación y solo se reían cuando Minho medio se resbalaba.

—¡Mano izquierda verde!— exclamó Seungmin emocionado por que alguno se cayera.

Minho intento estirarse al igual que Jisung, pero como era de esperarse ambos cayeron, Minho aplastó a Jisung con su caída y este en un intento desesperado por quitárselo de encima elevó un poco su cadera a lo cual sin querer el pelinegro se hecho hacía delante causando fricción.

—¡Mhj!— se oyó a lo bajo, al parecer los niños en su ataque de felicidad no le escucharon, pero Minho si lo hizo. Jisung...¿Acababa de gemir en su oído? De inmediato volteo a verlo sorprendido y este estaba más rojo que nunca, lo quito rápido de encima suyo y le dio la espalda aún en el suelo.

—¡Siiii! Duraron 6 minutos, el punto es nuestro—festejó alegre Jeongin— ahora nos toca otra vez.

Jisung estaba en shock por lo que acababa de pasar, gimió, ¡Le gimió a Minho en el oído! La vergüenza lo consumía, no sabía ni que hacer o que decir, sentía que su cara le quemaba y los ojos le iban a llorar de la pena.

El mayor por su lado, estaba entre atónito y caliente, ese pequeño gemido lo tomo por sorpresa, pero luego ver la cara cachetona de Jisung sonrojada y entrando en un mini pánico, le había parecido entre adorable y excitante. Minho era una persona caliente, y no solo por ser sexy sino literalmente caliente, le gustaba tener relaciones como mínimo tres o cuatro veces por semana, acompañando su alto deseo sexual una mente pervertida y muy sexy.

Se dedico un segundo para ver la espalda de Jisung, ahora que lo pensaba, siempre lo veía usando un sueter o una camisa holgada al igual que sus jeans, por lo cual no se notaba bien la forma de su cuerpo, Minho se preguntaba que abría debajo de esa tela, como sería su menudo cuerpo y sobre todo que se sentiría tocarlo.

Cuando el mayor estuvo por decir algo la puerta de la casa se abrió dejando ver a Sophie.

—Ya llegue, pido disculpas— dijo entrando agitada— Jisung, la señora me dijo que estarías aquí.

—Si, ya nos íbamos— dijo levantándose rápidamente y tomando a Jeongin en brazos.

—¿Qué? Al menos déjame ofrecerte algo de merienda.

—No se preocupe, ya comimos algo hace un rato— habló algo acelerado y nervioso.

—¿Todo bien, cariño?— preguntó preocupada.

—Si, si, no se preocupe es que estábamos jugando ¿No?— dijo volteando a ver a Minho en señal de apoyo.

—Ah si, claro— soltó volviendo a ver a Sophie, pero de inmediatamente volvió su mirada a Jisung, este seguía sonrojado y muy nervioso.

—Bueno, nosotros nos retiramos. Adiós Seungmin— se despidió y rápidamente se fue del lugar mientras su hermano le preguntaba el por que se tenían que ir tan pronto.

Jisung no lo soportaría, no podría seguir en la misma habitación que Minho después de lo que hizo, en este preciso momento quería cavar un hoyo y enterrarse en el para jamás salir, su cara seguía encendida y su corazón acelerado mientras a paso rápido regresaba a casa a limpiar o cocinar o lo que sea que pueda hacer para aliviar su vergüenza.

Minho estaba aun en shock por lo que acababa de pasar, nunca imagino que Jisung fuera tan sensible como para soltar un agudo gemido con tan solo un rose, rápidamente subió a su habitación y pensó que debería olvidarlo, ese día tenía una fiesta y debía arreglarse para ir, de seguro conseguiría a alguien con quien desquitarse y una buena noche de copas era buena para nublar su mente, lo último que necesitaba era estar interesado sexualmente en el niñero de su hermano y menos si se trataba de un nerd como Jisung.

Se vistió con una camiseta blanca, unos jeans que se ajustaban a sus piernas y su confiable chaqueta de cuero. Bajo al frente de la mansión y se montó en su auto dispuesto a tener otra noche de locura y lograr olvidar el mini momento caliente que tuvo por Jisung.

EL NIÑERO ➺ MINSUNG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora