EL NIÑERO ➺ MINSUNG

10

Jisung se quedó pensando un poco sobre lo que había pasado mientras estaba en la cama, tuvo un encuentro sexual con Minho, pero no, este no lo había besado ni tampoco le pidió que lo masturbara o hiciera algo para bajar se erección, este simplemente lo ayudó a vestirse y se fue al baño a desquitarse. Eso dejo a Jisung pensativo, ¿Será que no le gustaba lo suficiente? ¿Le daba asco besarlo o que lo tocar? ¿Lo hizo por lastima? Son pensamientos que invadían su mente a media noche.

Volteó a verlo, este estaba completamente dormido, Jisung no podía dejar de hacerse un lio en la cabeza.

¿Qué se supone que son ahora? ¿Novios? Imposible, Minho no se lo había pedido ¿Amigos con derechos? No, solo lo hicieron una vez y para ser sinceros si su mente iba a estar así después de cada encuentro entonces prefería no volver a tener uno.

¿Minho le gustaba?

No lo sabía, si era un chico muy atractivo y bueno para despertar emociones en él, pero más allá de eso ¿Le gustaba? ¿Qué significa que te guste alguien? ¿Era sentir mariposas en el estomago? O ¿Ser feliz por el simple hecho de ver feliz al otro? ¿Era aquello que sintió hace unas horas? Su cabeza comenzaba a dolerle.

Un problema más a la lista...pensó

Si hubiese sabido que terminaría con dolor de cabeza lo hubiese pensado dos veces antes de dejar que Minho se la chupase, ahora solo quería dormir e irse de allí, el lunes tenía que trabajar y ya era domingo, cerró los ojos dispuesto a conciliar el sueño cuando ve los rayos del sol invadir la habitación, era las 6:00 am. Jisung tenía el problema de que una vez que había luz de día no podía dormirse por más que quisiese.

Se levantó de la cama y fue hasta la cocina a preparar café.

Todo estaba en completo silencio, era domingo por lo cual suponía todos iban a dormir hasta tarde ese día, mientras miraba a un punto fijo con su café en mano pudo sentir la presencia de alguien, era Minho.

—¿Qué haces despierto tan temprano?— preguntó tomando un sorbo de su café.

—No te sentí en la cama— esa frase hizo que la piel de Jisung se erizara, sonaba como algo de esposos.

—¿Quieres café?— dijo levantando su taza, el mayor asintió. Jisung intento alcanzar una taza del estante, pero estaba muy alto, de la nada sintió algo firme en su espalda y como lo sujetaban de la cintura, volteó la mirada y vio como Minho bajaba una taza del estante.

—Toma— dijo entregándoselo con una sonrisa.

—Gracias...

—Te ves hermoso recién levantado— soltó coqueteándole, cabe decir que aún estaba a espaldas de Jisung sujetando su cintura.

Jisung estaba confundido, tenía entendido que las personas que tenían encuentros de una noche no eran cariñosos con la otra persona en cuestión, entonces ¿Qué estaba haciendo?

—Gracias...— dijo colorándose un poco ante el comentario.

—¿Te han dicho que eres adorable cuando te sonrojas?— Jisung se sonrojo aún más ante la mirada que Minho le daba, lo miraba con adoración y no entendía por qué.

—Y-yo...

—Anoche te veías tan sexy— susurró en su oído— tan irresistible— se pegó más a su cuerpo sin dejarle escapatoria.

—Minho...— jadeo cuando este comenzó a besar su cuello.

—Eres hermoso...— volvió a susurrar en su oído sujetando sus muslos y subiéndolo a la encimera— precioso...— dijo mordiéndole una mejilla.