°𝑳𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒄𝒉 𝒚𝒐𝒖° ʸᵒᵘⁿᵍᴴᵉᵉ/ᴷᵉᵒⁿᴶᵒ - ＯＮＥＵＳ

7•🐰

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Tan solo habia pasado una semana. Una semana de muchas que me quedaban enseñándole a aquel idiota que me empezaba a caer bien. "No es tan malo como dicen o lo demuestran los profesores" Lo había pensado muchas veces, estaba sorprendido de lo bueno que era. Por eso mismo no hay que juzgar a nadie por su apariencia o por lo que dicen de esa persona.
De todos modos, eso no hacía que a HwanWoong le agradara, desde un inicio aclaró que lo detestaba. Según el, Youngjo tenía dobles intenciones conmigo. Cosa que en su momento no creía.

Comenzó la segunda semana de tutoría, siendo lunes nuevamente. Había llegado a la escuela como siempre.

—¡Woongie!—
Lo abracé apenas lo ví, pero, para mí sorpresa, no fui correspondido.
—¡Buenos días!—

—Buenos días...—
Me separé extrañado para mirarlo, notando que estaba serio. Muy serio para ser el.

—Hwanwoong...¿Estás bien?—
Solo asintió evitando mí mirada.
—¿Estas enojado conmigo?—

—Mn...—
Me miró de reojo con el ceño fruncido y haciendo puchero.
—No estoy enojado contigo—

—¿Seguro?—

—¡Si!—
Me abrazó a lo cual yo correspondi sintiendo algo de alivio.
—¿Por qué estabas con esa cara seria?—

—Es que...me amarga saber que vas a estar con Youngjo—

—¿Eh?...¿Por qué?—

—¡Es un bobo! Es muy atrevido contigo, Keon. Eso está mal—
Sonreí y le revolvi el pelo. Siempre se preocupó por mí.
—¡Ay!—

—Vamos, Hwanun. No te preocupes por eso—
Al llegar a nuestro salón, nos sentamos en nuestros lugares para esperar a que llegara el profesor.
—Ademas no puedes juzgarlo, solo sabes lo que yo te cuento—

—Con eso me basta para saber que es un rufián—
Se cruzó de brazos, así que lo abracé para lograr que se calmara.

—Tranquilo, Woongie. No va a pasar nada más, ¿ok?—

Justo en ese momento entró nuestro profesor, así que nos separamos del abrazo para prestar atención a la clase de hoy.

Ni siquiera había pasado una hora y ya me había dado sueño. Historia era la materia que más pereza y aburrimiento me daba.

—Ahora pasaré a dejarles unos cuestionarios para que resuelvan en pareja con su compañero de banco. Empiecen ahora y lo terminan la clase que vie- —

—¡Buenos días, profe!—
La puerta se abrió de un portazo, dejando ver a Youngjo, sacándonos un susto a todos.

—Oh...Kim Youngjo, buenos días. ¿A qué se debe tu interrupción en mí clase?—
Se podía notar el enojo en su tono de voz.

—Pues...—
Pasó su mirada por todo el salón y al verme sonrió. Me recorrió un escalofrío de los nervios.
—Vengo a llevarme a Keonhee—

—¿¡Que?!—
Exclamé junto con Hwanwoong, que estaba tan enojado como el profesor por la presencia de Youngjo.

—Kim, nos encontramos en clase. No puedes solo llevartelo—

—Por favor, solo un ratito—
Se acercó a mí y agarró mí brazo apenas moviéndolo de un lado a otro.
—Prometo traerlo rápido—

—Ugh...ok, no quiero problemas contigo. Puedes ir Keonhee—

Suspiré profundamente y me levanté siguiendo a Youngjo, aunque quise no soltó su agarre. De mí banco a la puerta, pude sentir las miradas de todos sobre nosotros: "Espantoso" pensé, no me imaginaria que eso sería el inicio de su apego a mí.

Apenas salimos del salón el cerró la puerta detrás de nosotros.

—¿QUÉ TE PASA?—

—¡Oye! No grites, estamos en el pasillo—
Yo estaba ardiendo del enojo y la vergüenza, queria ahorcarlo pero me controlé.

—¿Por qué me sacaste de clase?—
Levantó los hombros haciendo una cara de desinteres y se apoyó de costado en la pared mirándome.

—Estaba aburrido, además quería hablar contigo—

—No es una buena razón para sacarme de clase, ¡me voy!—
Antes de que apoyara mí mano en el picaporte, la quito y se puso delante de mí irrumpiendo mí paso.
—¡¡Pareces un niño caprichoso!!—

—Lo soy, y como todo niño caprichoso lo que quiero ahora es estar un rato juntos—
Sonrió, yo solo reí con incredulidad e intente hacerlo a un lado pero no pude.
—Vamos, no seas aguafiestas, lentecitos—

—¡Bien, esta BIEN! Pero no en horas de clases. Espera al receso—
Sonrió satisfecho con mí respuesta y, por fin, se apartó de la puerta.

—Gracias, Keon—
Me lanzó un guiño, logrando que lo mirara con desagrado y, así me despedí para volver a mí salón.

Apenas entré, todos pusieron su mirada sobre mi nuevamente.

—¿Todo bien, Keonhee?—

—Si, profe. No se preocupe—