°𝑳𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒄𝒉 𝒚𝒐𝒖° ʸᵒᵘⁿᵍᴴᵉᵉ/ᴷᵉᵒⁿᴶᵒ - ＯＮＥＵＳ

18•🐈‍⬛

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[🐈‍⬛]
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Dicen que lo bueno dura poco, y ciertamente tienen razón. No quería tener que volver pero se hacía tarde. A mis padres no les interesa a qué hora regrese, sin embargo, se que a la familia de Keon si. Así que no tenía más opción.

El viaje de regreso fue aún más rápido que el de salida. Al llegar a su casa, estacioné y me bajé de la motocicleta para ayudarlo a hacer lo mismo y sacarle el casco. Dejó que lo hiciera por el como antes, lo cual se me hace muy lindo.

—Y...listo, ¡Ahora eres libre!—
Levanté el casco como si volará, sacándole una pequeña risa a Keonhee.
—Bueno, supongo que hasta aquí llego nuestra cita. La pasé muy bien, gracias por aceptar—

Negó con la cabeza con una pequeña sonrisa mientras jugaba con sus dedos.

—Gracias a ti por invitarme...Yojo—
Abrí los ojos un poco más de lo normal, ¿Acaba de darme un apodo?

—Oh, si que nos pusimos íntimos—
Reí haciendo que se sonrojara y me diera un empujón.
—Tranquilo, Koni. Solo bromeo—

—Si, claro—

Nos quedamos en silencio unos segundos, no estaba dispuesto a irme, aunque tuviera el casco puesto aún. No sé que decirle, solo quiero pasar más tiempo con el. Y, como si fuera que ambos pensamos lo mismo, el miró a su casa y luego a mí.

—¿Pasa al- —

—¿Quieres pasar a mí casa?—
Se puso completamente rojo apenas terminó la pregunta.
—M-Me gustaría tener un rato más contigo...—

—Esta bien, mientras no sea molestia—
Negó repetidas veces en forma de respuesta, así que estacione mejor la motocicleta y me saqué el casco.

Mientras guardaba uno de los dos en el compartimento de la moto, Keon se dedicó a abrír la puerta. Me llamó apenas terminó y entramos juntos.

—Wow, que linda casa—
Miré a mí alrededor muy atento, nunca había visto un hogar tan decorado y colorido.

—Gracias, hace poco empezamos a poner plantas de interior—
Todo lo que veo me parece muy de Keonhee, no me sorprende que sea su casa.
—Ven, te daré un pequeño recorrido—

Empezó a caminar y lo seguí.
Me mostró toda la casa, contándome alguna que otra curiosidad del lugar y cada vez quedaba más impresionado por la vista del lugar. Es muy acogedor.
Pasamos por la sala de estar, el baño, la cocina, una "oficina", que usaban de sala de relajación con una pequeña biblioteca y todo, el jardín trasero. Hasta que subimos al único y primer piso.

—...Aqui están las habitaciones—
Asentí y pude ver cómo sus orejas enrojecieron.
—Esta es la mía—

Abrio la puerta delante de mis ojos y me encontré con la habitación más acorde a toda la personalidad de Keonhee: Organizada y simplemente linda. Me quedé unos segundos mirando desde la puerta hasta que el entró y me dijo que pasara, así que eso hice.

—Hasta tu habitación concuerda con tu forma de ser, ¿Eh?—
Miré con mucha atención todo el lugar. Al mismo tiempo pude escuchar como Keon cerraba la puerta...con seguro.

—Lo normal es que sea así, ¿No?—

—Si, aunque mí habitación no es como yo quisiera la verdad—
Dejé el casco a un lado en el piso y me terminé sentando en su cama.
—Todo es muy lindo—

—Es de familia ser buenos decoradores—
Sonrió y se acercó para sentarse a mí lado. Puedo sentir como empieza a aparecer la tensión en el ambiente.

—Te creo—
Ambos apoyamos las manos sobre el colchón, sentí como nuestras rozaron por un segundo.

Lentamente acerqué mí mano a la de Keonhee, entrelazando mi meñique y anular con los suyos, con un cariño que hizo que hasta yo me sonrojara. De reojo noté que miro nuestras manos para dirigir su mirada a mí y me acomode para verlo directamente a los ojos.
Ambos observamos el rostro del otro admirando cada parte de estos pero no por mucho, ya conocemos bastante bien lo que nos gusta. Conectamos miradas de nuevo para mantenerlas por un largo rato. Por impulso o por tensión y deseo desvié mis ojos a los labios de Keonhee, recibiendo el mismo gesto de su parte. Ambos lo queríamos.
Tomé valentía y comencé a acercarme a él de forma lenta, tragó saliva pero también se empezó a acercar. Sonreí por la cercanía, sentía su respiracion mezclarse con la mía. Hice un pequeño gesto con las cejas pidiendo permiso para lo siguiente, no dejo pasar ni un segundo y pegó sus labios a los míos en un beso.

Mí primer beso.