°𝑳𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒄𝒉 𝒚𝒐𝒖° ʸᵒᵘⁿᵍᴴᵉᵉ/ᴷᵉᵒⁿᴶᵒ - ＯＮＥＵＳ

12•🐰

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Ya era viernes, y particularmente aquella semana había sido atareada con muchas entregas de trabajos y estudiar para exámenes. Agregándo las clases que le daba a Youngjo, aunque era lo que menos me molestaba.

—Tengo hambre...—
Miré a Hwanwoong para después echarle una mirada a la fila en la que estábamos.

—Tranquilo, Woongie. Falta menos—
La cafetería de la escuela se había llenado tan rápido que llegamos casi últimos.

Esperamos un rato más en la fila hasta que pudimos comprar por fin. Ya con nuestro desayuno, regresamos a nuestro salón como siempre y, apenas pasamos por la puerta, nos llevamos una sorpresa.

—¡Buenos días, Keon!—
Saludó sonriendo mientras se levantaba de mí lugar.

—Ese idiota...—
Miré a Hwanwoong, dandome cuenta que ya estaba enojado, así que me acerque a Youngjo.

—Buenos días, Kim—

—¡Mira!—
Me mostró unos papeles emocionado y dejó que los agarrará. Apenas leí el título supe de que se trataba.

—¡¿SACASTE 84/100?!—
Lo miré emocionado por su nota al igual que el. Y al verlo asentir, sin pensarlo dos veces, lo abrace.
—¡Felicitaciones!—

—Gracias, Keon—
Me correspondió el abrazo y apenas sentí su tacto me separé algo nervioso.
—Hey, tu amigo está hirviendo ahí—

—¡Keonie! ¡Dile a ese estúpido que se vaya, no lo quiero!—

—Esta bien, Woong. Tranquilo—
Sonreí forzosamente y le devolví el examen a Youngjo.
—Ven, vamos a hablar en el pasillo—

—Aghh, ¿solo porque el te lo dijo?—
Se cruzó de brazos fingiendo estar indignado, a lo que rode los ojos.
—A mí ni caso me haces—

—No seas bobo, salgamos—
Lo agarré del brazo y lo saqué del salón antes de que Hwanwoong cometiera homicidio.

Al salir ambos notamos que el pasillo estaba muy vacío, era algo obvio ya que todos estaban en la cafetería.

—Ahora podemos hablar—
Nos miramos unos segundos y de un momento a otro Youngjo comenzó a reír sutilmente.
—¿De que te ríes?—

—Nada, es solo que no puedo creer que haya aprobado un examen—
Se acercó y apoyó una de sus manos en mí hombro, regalandome una sonrisa.
—Gracias por ayudarme—

—Es mí trabajo. Además, si apruebas es un logro para ambos—
Sonreí también y el aparto su mano para acercarse a una de las ventanas del pasillo.

—Siempre tan codicioso—

—Mientras más victorias mejor—
Me puse a su lado y miramos los dos el cielo por la ventana.
—¿Cuál es el siguiente examen?—

—El de matemática, lo tengo el lunes que siguiente. Aunque creo que me irá mejor en ese—

—Estoy de acuerdo, te va mejor con mates…Eres más inteligente de lo que piensan muchos—
De repente, me miró sonriendo maliciosamente.

—Oh, ¿qué fue eso?—

—¿Qué cosa?—
Lo miré confundido, por lo que, se acercó mirándome a los ojos. Lo que me puso nervioso.

—Me halagaste, pagaste el halago del otro día—
Asintió satisfecho para apoyarse sobre sus brazos en el borde de la ventana.

—Si que eres un grandísimo idiota—
Lo escuché reír y miré la hora en mí celular, solo quedaban 5 minutos para que acabara el recreo.
—Entraré a mí salón, deberías de hacer lo mismo—

—Que aburridooo—
Me estaba por acercar a la puerta cuando el me detuvo para mirar mí rostro, se tardó unos segundos en hablar.
—Acabo de notar que tienes una piel muy bien cuidada—

—Emm, si. Uso muchas cremas—
Mantuvimos la mirada unos segundos, pero, antes de que me sonrojara, me solté de su agarre suavemente para acercarme a mí salón.
—Bueno, supongo que nos veremos despues y, de nuevo, felicitaciones por la nota—

—Muchas gracias, nos vemos Keon—
Me saludó sonriendo y le devolví el saludo de la misma forma. Y sin darme cuenta me había sonrojado.

Seguí a Youngjo con mí mirada hasta que entró a su salón, estaba en el mismo piso que el mío. Así me di vuelta para ir a mí lugar encontrandome con Hwanwoong comiendo su comida con rabia.

—¿Estas bien?—
Me acerqué y me senté en mí lugar, el solo miró hacia otro lado indignado.

—Lo odio—
Suspiré un poco cansado de su comportamiento, pero aún así lo abracé logrando que se relajara.

—Tranquilo, Hwanun. No me alejaré solo porque hablo con el—

—¿Hablas enserio?—
Asentí mientras me separaba del abrazo.

—Claro que si, tu eres como mí otro hermano—
Nos miramos sonriendo.
—...o hermanito—

—Ya me enojé otra vez—

—¡Lo siento! Tenía que decirlo—